El último intendente en la historia de la región hace un balance de su gestión
GOBIERNO. Desde que asumió en marzo de 2018 ha tenido una dura tarea, marcada por la crisis hídrica, el desastre medioambiental en Quintero, incendios, paro portuario, estallido social y la pandemia.
Con Jorge Martínez se acaba el linaje de intendentes que ha tenido la Región de Valparaíso, ya que el próximo 14 de julio expira dicho cargo y comienza a regir oficialmente la nueva estructura política en las regiones del país, con la llegada de los gobernadores regionales y los delegados presidenciales regionales. Esta última investidura podría quedar en manos de Martínez, quien hace un balance de lo que ha sido una complicada gestión, que califica una de las más complejas en medio siglo.
"Este periodo de Gobierno ha sido especialmente difícil, y yo diría especialmente difícil en los últimos 50 años, y en esta región particularmente. El año 2018, en agosto, comenzó la crisis medio ambiental más grande que haya tenido la región, luego de eso, en el verano de 2019 tuvimos un mes y medio de la crisis del paro de los trabajadores portuarios, que fue bastante violenta, compleja, en paralelo tuvimos incendios muy grandes, y en paralelo empezó la sequía más grande de los últimos 50 años. En esas condiciones llega el llamado estallido social, que es un golpe tremendo para la región. Y veníamos muy golpeados cuando el año pasado, en marzo comienza ya la pandemia, es decir, ha sido un periodo de Gobierno muy, muy duro".
Mitigación de la pandemia
En ese contexto, hizo notar que "esta fue la única región en Chile que pudo anticiparse a los peores efectos de la pandemia en distintos planos, y poder reordenar el presupuesto para destinar gran parte a mitigar los efectos sanitarios, sociales y económicos de los sectores más vulnerables. De este modo destinamos más de 32 mil millones de pesos a combatir los efectos de la pandemia; ninguna región pudo hacer un esfuerzo de esta naturaleza".
Pese a ello, agregó, no se sacrificó ningún proyecto, "eso fue una gran gracia, lo que hicimos fue que en el periodo en que no se podían realizar proyectos, por las condiciones de salud que teníamos ya en la región, es decir, desde mayo, yo diría hasta más o menos octubre, que eran fechas en que estábamos en cuarentena, lo que hicimos fue una postergación de esos grandes proyectos y todos ahora se encuentran en ejecución sin haber afectado ni el presupuesto del año pasado -que lo cumplimos en un 100%- ni el presupuesto de este año".
Por otra parte, destacó que "hemos roto una línea de continuidad en los gobiernos regionales de una historia de fraudes y problemas de probidad muy larga, que se venía trasladando de gobierno en gobierno en nuestra región, y que nos habían dado un apelativo que no nos merecíamos, de una región corrupta, como se tituló en alguna oportunidad".
Entre sus hitos más destacados nombró los 10 mil millones de pesos que se destinaron de fondos regionales a hacer frente a la crisis hídrica y ser la única región con una política oficial en esta materia; la mejor distribución de los recursos entre las ocho provincias de la región; la millonaria inversión en hospitales; el inédito convenio de programación con Bomberos por 20 mil millones de pesos; los más de mil millones de pesos anuales para la renovación de microbuses y taxis colectivos; y la inversión en luminarias, alcantarillado y pavimentación, entre otras materias.
Pero también reconoció que en otros aspectos pudo haber quedado al debe, como el retraso en la ejecución del convenio Gore-Minsal, y explicó que, de no haber sido por las duros problemas que le tocó enfrentar, "por cierto que habríamos profundizado el Plan Regional de Gobierno, que eran más de 4 mil millones de dólares en inversión. Eso se nos ha atrasado, nos habría gustado avanzar más rápido con el tren de Santiago a nuestros puertos; con la ampliación de nuestros puertos; erradicar todos los campamentos".
Momentos polémicos
Su gestión no estuvo exenta de polémicas, como el reciente impasse con el gobernador regional electo, Rodrigo Mundaca, y con el presidente del Consejo regional, Manuel Murillo, quienes pedían reconsiderar el aporte de 24 mil millones de pesos que hará el Gobierno Regional a Carabineros desde el próximo año, lo que fue ignorado por Martínez, quien le restó importancia señalando que, al igual que con los dos presidente del Core que precedieron a Murillo, "con el presidente actual he podido trabajar muy bien, nos reunimos frecuentemente, analizamos las distintas líneas presupuestarias, las distintas alternativas de proyectos y he tenido en él -y lo quiero decir públicamente- un presidente muy colaborador. Respecto a su postura personal de no haber asistido a la firma de un convenio mandato, creo que los motivos hay que preguntárselos a él, y en ello soy muy respetuoso".
Otro momento difícil se dio a raíz de los recientes resultados electorales, en los que la derecha perdió bastante terreno en el país y, particularmente, en esta región, frente a lo cual personeros, incluso de su propio sector, lo apuntaron como responsable al Gobierno por su gestión durante el estallido social y en la pandemia, y a nivel local incluso algunos como el exintendente Raúl Celis (RN), le endosaron a Martínez algo de responsabilidad en los resultados, acusando poco involucramiento en las campañas.
Al respecto, sostuvo que "las causas pueden ser muchas y es bueno analizarlas", aunque hizo hincapié en que hay que analizar "en qué minuto se produjo algún grado de desconexión con ciertas causas sociales que a las personas le parecían urgentes y buscaban quién las representaba más enérgicamente, probablemente, en algún minuto".
Por otra parte, subrayó que "eso de andar buscando a los culpables dentro de la familia me parece un error muy grave y que puede tener costos muy severos. Yo creo que es un minuto de reflexión, de autocrítica, pero de mucha unidad, pensando en los grande desafíos que vienen".
"Destinamos más de $32 mil millones a combatir los efectos de la pandemia; ninguna región pudo hacer un esfuerzo de esta naturaleza".
Jorge Martínez, Intendente regional
14 de julio asumirá el gobernador regional y también el delegado presidencial, que podría ser Martínez.