Incertidumbre por los recursos de Salud
Rebaja en los presupuestos en medio de la pandemia por metas desfasadas causa inquietud en los hospitales de la Región. El director (s) del Servicio de Salud Valparaíso-San Antonio reconoce que el momento del recorte no fue el más oportuno, pero afirma que "las platas van a llegar y queremos que lleguen para no tener problemas de ningún tipo".
Inquietante es la rebaja presupuestaria aplicada a seis importantes establecimientos de salud pública de la Región de Valparaíso, esto en circunstancias que la pandemia arrecia y la demanda de prestaciones aumenta en cantidad y en complejidad.
Esta rebaja en total llega a $5.577 millones y afecta, de acuerdo a una decisión de la Dirección de Presupuestos del Ministerio de Hacienda, a los hospitales Carlos van Buren, de Valparaíso; Gustavo Fricke, de Viña del Mar; Claudio Vicuña, de San Antonio; San Camilo, de San Felipe; San Juan de Dios, de Los Andes; y Hospital de Quilpué. La mayor rebaja corresponde al Van Buren, con un recorte de $2.567.477.000, mientras que la reducción en el Fricke llega a $1.165.624.000.
La explicación de esta medida, que parece insólita dada la actual situación sanitaria, reside en que los establecimientos no han cumplido a cabalidad con sus metas de gestión, fijadas con antelación a la sobrecarga derivada de la pandemia, lo que ha frenado las atenciones en que se basan esos compromisos previos. Estos compromisos, simplemente, no se han podido cumplir y la complejidad de la situación se confirma con una resolución del Ministerio de Salud que dispone la suspensión en todo el país de las cirugías electivas y ambulatorias a lo menos por 30 días. La medida debe ser cumplida por todos los centros asistenciales, públicos y privados, con la sola excepción de aquellas intervenciones cuya postergación pone en grave riesgo la salud de las personas.
Esta es a la fecha la situación nacional que explica el incumplimiento de metas que ha determinado los recortes de presupuesto, lo que, sin embargo, no puede dejar en la incertidumbre los ingresos para el funcionamiento de los hospitales mencionados.
Saliendo al paso de esta situación, el director subrogante del Servicio de Salud Valparaíso-San Antonio, Juan Carlos Aránguiz, reconoce que el momento del recorte no fue el más oportuno, pero que "las platas van a llegar y queremos que lleguen para no tener problemas de ningún tipo".
Afirma que hasta ahora no hay problemas, "pero si necesitamos que a más tardar el 30 de este mes lleguen esos recursos".
Explica que los hospitales tienen recursos para funcionar hasta agosto y "lo que nos quitaron va llegar vía covid". Esta afirmación se basa en conversaciones sostenidas con la Subsecretaría de Redes Asistenciales, repartición que habría asegurado esa reposición.
La inquietud se mantendrá a la espera de la reposición, pero lo que resulta inexplicable es que con la pandemia en creciente desarrollo desde hace meses no se hayan adecuado las metas de cumplimiento a esa realidad, llegando ahora a incertidumbres y retoques presupuestarios que distraen el trabajo hospitalario básico focalizado en salvar vidas y frenar el avance de la crisis sanitaria.