Bienvenidos a la Cosa Nostra
En el jardín están las flores, los invitados, un banquete entre pérgolas iluminado por el sol. Dentro, en la penumbra, quizás acariciando un gato, está Vito Corleone, en la escena más icónica de "El Padrino", la película que elevó el quehacer de la Mafia siciliana al rango de mito pop. El contraste no tiene nada casual, allí está el talento del director Francis Ford Coppola para tomar un guión de Mario Puzo y mostrar que mientras la vida transcurre con la normalidad que permite el ajetreado siglo XX, hay piezas pequeñas donde nadie se atreve a decir una palabra antes que el jefe de la familia -El Padrino-, abra la conversación.
Pero la imagen es tan magnética como improbable. El escocés John Dickie (Dundee, 1963) escribió "Cosa Nostra, la historia de la mafia siciliana" con la idea específica de hurgar en los orígenes y desmantelar los mitos asociados a esta organización delictual. Aunque es Doctor en Filosofía y tiene estudios en Lengua Moderna, Dickie ha construido una carrera en torno a su obsesión por la sociedad italiana y publicó ya seis libros sobre la península: "La Italia más oscura" (1999), "La épica historia de los italianos y su comida" (2007), "El terremoto de Messina" (2008), "Hermanos de sangre, el auge de la mafia italiana" (2011), "República mafiosa, la maldición criminal de Italia" (2014), además del libro que aquí se reseña.
La organización que surge de las páginas de "Cosa Nostra…." es más interesante, profunda y compleja que cualquier relato cinematográfico, porque emparenta el origen del estilo de vida mafioso que conocemos hoy con los primeros días de la nueva República y pone como antecedente directo las campañas de Giuseppe Garibaldi para liberar al Reino de las Dos Sicilias del yugo Borbón. Es en esa época, mediados del Siglo XIX, que en la isla aparecen distintas bandas de "hermanos" dispuestos a aprovechar las oportunidades que abren la caída del antiguo régimen monárquico y la debilidad de la nueva organización política. ¿Fue coincidencia que en esa misma época se hiciera popular la ópera "I mafiussi di la Vicaría" (Los mafiosos de la vicaría)? Nadie puede decirlo con certeza, pero desde ese momento el crimen organizado adopta su nombre.
Bien documentado, Dickie logra construir el camino transitado por los nacientes clanes, opacos y esquivos, en su ascenso a la trastienda del poder político real en la nueva Italia. Con casos dramáticos, cuenta cómo la extorsión se transforma en una marca mayor de las actividades mafiosas, cómo roban algunos ritos de la masonería para admitir a sus nuevos integrantes y, de forma más descarnada, detalla la capacidad de permear a punta de amenazas, puños y balas, casi todos los poderes del Estado, incluida la Justicia.
Sobre ello, el Doctor en Filosofía elabora una tesis que termina por cruzar todo el libro: es en la debilidad institucional de Italia que la mafia prolifera como fenómeno criminal sin contrapeso hasta fines de 1990, al punto de atreverse a cosas que nadie antes había osado, como el asesinato de jueces. De todos esos crímenes, el que mayor dolor despierta en la península es el atentado con una bomba del magistrado Giovanni Falcone. El 23 de mayo de 1992, por orden de capo Salvatore Riina -llamado "La bestia" y "El jefe de jefes"-, mil kilogramos de explosivos colocados bajo el concreto de la autopista que lleva al aeropuerto de Palermo estallaron cuando pasaba por ahí la comitiva del juez. La Cosa Nostra no le perdonaba a Falcone su tarea de poner tras las rejas a varios padrinos y matones, pero menos aún que quitara el velo de la organización al dar a conocer el funcionamiento de las familias, sus relaciones con el poder y las reglas de protección y secreto que habían funcionado con eficiencia durante más de 130 años.
Por supuesto, el libro también relata el arribo mafioso a Estados Unidos. Otra vez, mezcla de fábula y realidad, sobre el hecho se tejen distintas historias, aunque existe claridad en que las lógicas sicilianas llegaron a Nueva York junto a la gran migración de principios de siglo XX. "El fértil terreno delictivo de Estados Unidos fue uno de los raros entornos en los que pudo transferirse en masa el método de la Mafia", escribe Dickie, quien entrega detalles sobre la infiltración de las familias de "caballeros rústicos" en los negocios navieros, de la construcción, la policía y los agentes de Aduana.
La historia norteamericana es apenas un desvío. John Dickie vuelve a Sicilia para profundizar en las guerras mafiosas, las delaciones, los tratos con la Justicia, los asesinatos de empresarios, el reguero de muertes y crímenes que la mayoría de nosotros no conoce en detalle, pero intuye cuando abre un libro sobre el crimen organizado. Para lograrlo, el escritor escocés usa los antecedentes de 15 libros previos, hechos en su mayoría por italianos, además de entrevistar a cuatro jueces antimafia, y ocupa parte de las miles de transcripciones que acumuló la comisión parlamentaria que investigó a La Cosa Nostra entre 1976 y 1985.
Por suerte para sus lectores, "Cosa Nostra…" no cae en el maniqueísmo de la lucha entre el bien y el mal, sino que, al contrario, muestra los extraños mecanismos que le permiten a una sociedad convivir con un demonio dentro del cuerpo… y encontrarlo bueno y respetable. Esa idea adquiere mayor importancia hoy, cuando la Mafia ha vuelto a su secretismo, tras la guerra que por 20 años peleó contra el Estado italiano y puso los nombres de sus clanes y jefes en las portadas de la prensa mundial. Al pensar en esto, es inevitable recordar la frase de Salvatore Carcemi, el mafioso de Palermo devenido luego en un "pentito" -un delator- de la policía: "Encuentro este silencio más alarmante que las bombas".
Título: "La Cosa Nostra, historia de la mafia siciliana" Autor: John Dickie Editorial: Debolsillo Extensión: 518 páginas Venta: En librerías y sitios como Buscalibre.cl
por shogun