Los flamantes gobernadores, que deben asumir sus cargos en 16 regiones del país el próximo 14 de julio, tendrán problemas para desarrollar sus funciones, advierte el contralor general de la República, Jorge Bermúdez. Ello, según el alto funcionario, debido a la falta de capacidad de los respectivos gobiernos regionales para ejecutar sus recursos. Dicho de otro modo, la dificultad no estaría en la falta de recursos, sino en la capacidad administrativa para gastar bien la plata.

Exponiendo ante una comisión parlamentaria recordó el caso del maestro Cárdenas, quien entre los años 70 y 80 del siglo pasado ganó varios millones de dólares en la Polla Gol "y al cabo de unos años después de, por así decirlo, farrearse esa cantidad de dinero, el maestro Cárdenas estaba más pobre que antes". El problema, presentado con una pedagogía tan clara pero dura por Bermúdez, fue tajantemente desestimado por Rodrigo Mundaca, gobernador electo de Valparaíso. Afirmó que "es una opinión bastante subjetiva" y defendió la capacidad de los funcionarios del Gobierno Regional y la tarea de los consejeros, "quienes son finalmente los que dan la aprobación de los proyectos que se ejecutan en la Región".

Matizando estas opiniones, el presidente del Consejo Regional, Manuel Murillo, se mostró partidario de contratar equipos profesionales con las competencias necesarias en el marco presupuestario 2021 y en el del Gobierno Central.

Pero en general, lo que queda claro es que una cosa es gastar y otra es gastar bien, inquietud que plantea el contralor, conocedor de todos los vericuetos, penurias y miserias de la Administración Pública y ante lo cual ha organizado capacitaciones sobre "materias que no se enseñan en ninguna parte".

Pero más allá de la polémica sobre las capacidades funcionarias, Mundaca alerta sobre un problema real para la gestión de las nuevas autoridades. "A menos de un mes de asumir el cargo, perece bastante impropio que todavía no se legisle en torno a un mecanismo expedito de transferencia de competencias, que aún no se legisle respecto al órgano que va a tener que dirimir posibles controversias que surjan entre el gobernador regional democráticamente electo y el delegado presidencial". También echa de menos una norma definiendo que él será el superior jerárquico de las direcciones regionales y otra relativa a rentas regionales.

Tiene toda la razón, pues en gran medida hasta ahora el gobernador regional "reina pero no gobierna", con lo cual el esperado avance descentralizador tiene mucho de formal más que de real. Esto es grave, pues se trata de un cargo nuevo que más allá de ser electo, debe legitimarse en los hechos con competencias y con el apoyo de equipos capacitados, oportuna advertencia del contralor Bermúdez basada en su experiencia.

Una quimera es un sueño o ilusión que es producto de la imaginación y que se anhela o persigue pese a ser muy improbable que se realice. Hasta hace algunos meses, pensar en hacer retiros anticipados de los fondos previsionales en las AFP parecía ser una quimera. Sin embargo, después de tres retiros efectivos, hay iniciativas parlamentarias que están solicitando el retiro del 100% de los fondos acumulados en las cuentas personales, lo que en la práctica implicaría el fin del sistema de AFP tal y como lo conocemos.

Actualmente están vigentes los tres retiros autorizados, vale decir, aún hay personas que técnicamente podrían solicitar algunos de ellos. En ese contexto, y después que la mayoría ya ha hecho los retiros, se estima que hay 5 millones de afiliados sin fondos para retirar en caso de un cuarto retiro, por lo que un eventual retiro total dejaría a casi la mitad de la masa laboral sin poder retirar. A mi juicio, las iniciativas que persiguen el retiro total solamente están viendo en ellas ganancias políticas, sin mayor argumento o análisis técnico. El presente es tentador para cualquier persona. Hay estudios internacionales que indican que a nivel mental existe una desconexión entre el "yo" actual y el "yo" que seré en el futuro, por lo que muy pocas personas ven el ahorro previsional como un beneficio, sino como una imposición. Es por ese motivo que todos los sistemas previsionales se basan en el concepto del ahorro forzoso y para generar ahorros en forma voluntaria es necesario colocar incentivos, tal y como lo hacen los APV en Chile.

El ahorro es vital en el crecimiento de cualquier economía, independiente de si se trata de la economía de un país o de una familia. Distraer la totalidad de los fondos de las AFP para consumo actual no tiene argumento técnico, sobre todo pensando en las ayudas de carácter universal recientemente aprobadas, cuyo costo total es equivalente a las ayudas que han dado países desarrollados, sin nosotros serlo aún.

Cuando la mayoría parece estar inclinándose hacia un modelo político-económico donde el Estado tenga más relevancia como actor de protección y redistribución de recursos, me parece poco coherente que estos mismos sectores políticos estimen válido que cada persona sobreviva con sus propios recursos, cuando es el Estado el que debería apoyarlos, cosa que, según los datos por todos conocidos, sí ha sucedido, sobre todo si nos comparamos con nuestros vecinos latinoamericanos. La discusión de estos temas se ha vuelto más política que técnica, situación lamentable, puesto que, eventualmente, estaremos expuestos a un futuro de incertidumbres.