La importancia de la nutrición para enfrentar el Alzheimer
ESPECIALISTA DE LA UPLA RECOMIENDA EL CONSUMO DE ÁCIDOS GRASOS OMEGA 3, ÁCIDO FÓLICO Y ANTIOXIDANTES COMO PREVENCIÓN, Y EXPLICA LA IMPORTANCIA DE DIETA SALUDABLE EN PACIENTES.
En la actualidad se estima que el número de personas que presenta la Enfermedad de Alzheimer (EA) a escala mundial oscila entre 15 y 20 millones. Se trata de un trastorno neurodegenerativo del cerebro y la forma más común de demencia, y puede presentarse a partir de los 65-69 años.
Se debe tener presente que la adecuada nutrición es uno de los factores protectores contra la EA, pues ayuda a prevenir o retrasar su aparición. Aquí destacan los ácidos grasos Omega 3, los antioxidantes (frutas rojas) y vitaminas como la B9 (ácido fólico) y la B12.
La dieta también es importante en las personas que padecen Alzheimer, y Natalia Muñoz, académica de la carrera de Nutrición y Dietética de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Playa Ancha (Upla), sostiene que lo primero que se debe hacer es identificar en qué etapa de la enfermedad está el paciente."Durante las primeras etapas el paciente puede consumir a través de la vía oral, por lo tanto lo que nosotros vamos a hacer es identificar cuáles son sus hábitos alimentarios, establecer los alimentos que les guste consumir y aquellos que rechaza, entregar alimentos que le evoquen buenos recuerdos, y establecer horarios para que estos se conviertan en una rutina y, sobre todo, preocuparnos para que la alimentación sea equilibrada y variada con una presentación y sabor agradable.", dice la profesional.
¿QUÉ DEBEN CONSUMIR?
Como el principal problema nutricional del paciente con Alzheimer es la pérdida de peso corporal y la desnutrición, la especialista advierte que siempre es necesario acompañarlo, especialmente en sus horas de comida, para asegurarse de que efectivamente se está alimentando.
Se recomienda una dieta equilibrada y variada, con alimentos de todos los grupos de la pirámide alimentaria, teniendo en consideración otras patologías que se pueden presentar, como diabetes mellitus o hipertensión arterial. Lo anterior implica cantidades adecuadas de cereales integrales, legumbres, vegetales, frutas y pescados, y alimentos bajos en grasas y azúcar, especialmente si tiene enfermedades de base como diabetes.
Agrega que en la fase inicial de la enfermedad, los pacientes pueden alimentarse solos, pero muchas veces olvidan si comieron o no, por lo tanto, suelen saltarse comidas. En la etapa moderada, se aprecia cierta dependencia y el enfermo necesita ayuda para comer y beber. En algunos casos pierden la percepción de los olores y sabores, y disminuye la salivación causando sequedad de boca, lo que provoca un rechazo de la comida. Cuando la enfermedad está muy avanzada, la persona depende completamente de otros para alimentarse y aparece la dificultad para tragar, tanto alimentos sólidos como líquidos, con riesgo de atragantamiento y neumonías por aspiración.
Los consejos son:
- Establecer una rutina de comida (misma hora, mismo lugar), en un ambiente tranquilo y bien iluminado.
-Partir los alimentos en trozos pequeños para para facilitar la masticación.
-La ingesta de líquidos es muy importante para evitar la deshidratación.
-Utilizar utensilios adecuados a sus capacidades.
-Presentar platos con distintos sabores y colores.