El factor delta complica las altas expectativas del turismo
Como si fuera una tenue luz al final del túnel, los hoteles, restaurantes, servicios y negocios asociados a esta actividad económica, habían puesto sus esperanzas de recuperación en las vacaciones de invierno. La nueva cepa cambió el escenario, pero no cerró todos los caminos.
Como una letanía triste, el clamor del sector turístico crece con cada día que se acerca el periodo de vacaciones de invierno, esas dos semanas que representan para miles de empleos y emprendimientos una luz al final del túnel después de un año de actividad reducida debido a la pandemia. Para la mayoría de los negocios ligados a esta área de la economía - desde los artistas callejeros que ganan su sueldo en el día, hasta los maestros de cocina que refuerzan los equipos de trabajo en restaurantes de lujo -, un relajamiento de las medidas de confinamiento permitiría la recuperación de ingresos a un nivel que no ven desde el corto verano de 2021 o, incluso, la ya lejana temporada estival de 2020, cuando la amenaza de una pandemia mundial era un eco en la sección internacional de los diarios y noticiarios de TV.
El impacto ha sido particularmente profundo en la Región de Valparaíso. En cifras, el turismo y todas sus actividades conexas -comercio, hotelería, restaurantes y operadores- emplean a más de 200 mil personas en esta zona, pero un 32% de ellas realiza trabajos no formalizados y por ello son, quizás, los más afectados por las restricciones, debido a que sustentan familias que viven de lo que ganan en el día o, peor, dependen totalmente de la temporada que se abre con cada vacación escolar, fin de semana largo o feriado importantes.
Eso explica el interés creciente en la zona por las intensas negociaciones que sostuvo el ministro de Salud, Enrique Paris, con gremios, sociedades médicas, agrupaciones de empresarios y especialistas de distintos ámbitos, para redefinir las exigencias del plan Paso a Paso. Aunque desde el Gobierno admiten que uno de los objetivos es permitir la reanudación presencial de clases con mayor convicción de los apoderados, desde el oficialismo vinculado al área económica reconocen que las nuevas reglas también apuntan a la reactivación de la economía asociada al turismo.
Sin embargo, el aterrizaje en Chile de la variante delta del SARS-CoV-2 se yergue como una amenaza a los planes de desconfinamiento. Un peligro que los dirigentes del ámbito turístico observan con preocupación, precisamente porque su aparición está muy cerca de las dos semanas vacacionales y su alto nivel de contagio podría obligar al Ministerio de Salud a revertir las últimas decisiones de apertura de comunas en la Región Metropolitana.
La estrategia delta
La necesidad de un cambio urgente se palpa en cada diagnóstico de la situación que hace el presidente de la Cámara Regional de Comercio de Valparaíso (CRCP), José Pakomio. Su preocupación tiene raíz en que los pasados fines de semana largos en la zona no han representado una mejora sustantiva en la actividad turística: la ocupación hotelera no se acerca a las cifras de otros años y los restaurantes solo pueden funcionar en modalidad delivery, puesto que la mayoría de las comunas se encuentran en Fase 2.
En esas circunstancias, acota Pakomio, con la variante delta ya en suelo nacional, las oportunidades del turismo están ancladas a los viajes internos, al usuario local o, a lo más, al turista de otras zonas del país. "La cepa es un factor a considerar y podría influir negativamente en los planes de reactivación de las actividades económicas ligadas al turismo y al comercio si no existe un control fronterizo riguroso. Por eso, estimamos que, por ahora, la actividad debe propiciar la visita nacional por sobre la internacional", precisa el presidente de la CRCP.
Desde la Corporación Regional de Turismo, también observan con preocupación el desarrollo del caso confirmado el jueves por el Ministerio de Salud. "Esperamos que se aísle para evitar su propagación, dado que podría generar un aumento exponencial de los casos de contagio, agravando los cuadros. Ello nos llevaría a un retroceso de fases en el país en el marco del Plan Paso a Paso, postergando el anhelado avance comunal necesario para la reactivación del turismo regional", comenta el gerente general del organismo, Francisco Godoy.
Para Godoy y Pakomio, la gran diferencia entre esta temporada de vacaciones de invierno y la del año pasado es el avanzado proceso de vacunación. "Nuestro país tiene un plausible porcentaje de personas con su proceso de vacunación completo, lo que les permite acceder al Pase de Movilidad y tener mayores libertades de desplazamiento", explica Pakomio, sobre la mayor versatilidad que habrá en este periodo de feriado escolar, cuando comunas como Viña del Mar, Concón, Algarrobo, El Tabo, Zapallar y gran parte del litoral costero, reciben a miles de visitantes. Al reverso de esa moneda está el escenario epidemiológico actual, que mantiene condiciones desfavorables para el libre funcionamiento de las actividades económicas de la región.
Verónica Castillo Rogers, presidenta de la Federación de Servicios Turísticos de Valparaíso (Fesetur), cree que los resultados van a depender de la habilidad del Gobierno para tomar decisiones adecuadas a tiempo. "No sabemos de medidas concretas para prevenir la propagación de la cepa delta, a pesar de que la información internacional habla de la complejidad de esta nueva variante", advierte y eleva una súplica: "Esperamos que las medidas no lleguen tarde (...) eso será prolongar la agonía de nuestra actividad".
Sin embargo, la visión desde el mundo médico es distinta y no muy auspiciosa para las expectativas del mundo turístico regional. El director del Centro de Diagnóstico e Investigación de Enfermedades Infecciosas de la Universidad de Valparaíso, médico infectólogo
El turismo de vacaciones de invierno se caracteriza por el uso intensivo de las segundas viviendas y un mayor flujo a restaurantes y atractivos durante los fines de semana.
Carlos Valencia Liendo
carlos.valencial@mercurio valpo.cl