"Si no fuera por la variante delta, ya podríamos estar alcanzando la inmunidad"
Como parte del equipo de asesores del Instituto de Salud Pública (ISP), la especialista en inmunología Caroline Weinstein ha seguido de cerca el comportamiento de las vacunas aplicadas en Chile. Pese a que valora la cobertura del proceso, considera que la llegada de la variante delta es capaz de cambiar el escenario por completo. "El porcentaje de inmunización necesaria se va a ir desplazando a valores más altos a medida que entre la cepa", advierte la especialista.
- ¿Cómo interpreta el alto índice de hospitalizados en las UCI, pese a la amplia cobertura del proceso de vacunación?
- Pienso que hay varias explicaciones. Una, que la población no acata las normas básicas de cuidado. Pero por otro lado, los datos indican que la gente que está entrando a hospitalización y a las UCI es más joven, lo que demuestra que quienes tienen completas sus dosis -en general, gente mayor- han disminuido su ingreso. El índice se podría explicar porque muchos jóvenes no habían tenido oportunidad de vacunarse, y porque hay un grupo que sigue reticente: dos o tres millones de personas. Necesitamos que toda la población objetivo tenga ambas dosis para ver una mejora, aunque todo esto tiene una amenaza: la variante delta.
- Un estudio del Centro de Neurociencia de Valparaíso, la USS y la Fundación Ciencia & Vida plantea que los mayores de 70 ya habrían perdido parte de la inmunidad. ¿Está de acuerdo?
- La verdad, se esperaba que la inmunidad fuera bajando en todos los grupos etarios, y con mayor razón en los mayores, porque el sistema inmune va declinando con la edad. Sus respuestas ante la vacuna pueden no haber sido tan intensas, y en ese sentido, no hay gran novedad. Me hubiera gustado que el estudio fuera de la mano de uno serológico, es decir, que se hubieran constatado los niveles de anticuerpos en esa población. Obviamente hay un tema económico, y tampoco sabemos con certeza qué nivel de anticuerpos indican una protección. Pero es difícil ver una relación causa-efecto solo con datos epidemiológicos.
- ¿Apoyaría la posibilidad de comenzar a aplicar terceras dosis, o considera que es prioritario alcanzar una mayor cobertura?
- Mi postura es que es mejor avanzar con la vacuna hacia los grupos más jóvenes. Desde el ISP ya aprobamos la de Pfizer entre los 12 y 17 años, que en ese grupo etario habla de más de un 90% de eficacia. Sobre todo, considerando que esta variante incluye a la gente joven dentro de los afectados, creo que lo más urgente sería avanzar hacia la cobertura de niños y adolescentes. Y en el futuro -con toda la población cubierta en su dosis inicial- pensar en una tercera. Ya para entonces, lo ideal sería contar con una vacuna 2.0: ahora los laboratorios están trabajando en vacunas que incluyan a las variantes -al menos algunas- que en este momento circulan.
- Hay quienes han puesto en duda la protección que ofrecería la vacuna de Sinovac. ¿Qué opina?
- Los datos efectuados en Chile demostraron ser superiores, sobre todo en la prevención de contagios, a lo que apreciamos en el estudio de Butantan (en Brasil), y una vacuna que protege a más del 60% de los inoculados, según conceptos de la OMS, es una vacuna buena. Lo importante es que la gente entienda que la vacuna no significa una protección al 100%: uno nunca sabe si está dentro del porcentaje que responde, más allá de cuál sea su eficacia.
Impacto de la nueva cepa
- Ante la variante delta, muchos expertos han pedido mejorar la secuenciación genómica. ¿Qué opina al respecto?
- Más allá que mejorarla, diría que la secuenciación que hoy se hace es insuficiente. Se ha dejado solo en manos del ISP, si bien hay un proyecto del Minsal que la abre a laboratorios de universidades y centros de secuenciación. Pero siento que los apoyos financieros han ido muy lento. Por ejemplo, en la Universidad de Valparaíso tenemos un centro que se está tratando de incorporar, pero necesita el dinero, y esto no funciona si no hay reactivos, un personal dedicado y todo el resguardo necesario para la contención de estas muestras, que son contaminantes. Por eso, mi postura va hacia movilizar los fondos que permitan una secuenciación más activa.
- En regiones como la nuestra, el porcentaje de inmunizados con ambas dosis ya supera el 70%. ¿Es posible lograr la inmunidad de rebaño?
- Si uno mira los números actuales en el país y en la región, hay una baja sostenida en las últimas semanas. Si no fuera por la variante delta, ya podríamos estar alcanzando la inmunidad de rebaño. El tema es que ésta se calcula en función de la capacidad infectiva de un virus, el R0, un valor superior cuando estamos en presencia de la variante delta. Así que el porcentaje de inmunización necesaria se va a desplazar a valores más altos a medida que entre la cepa. Si hacemos el cálculo ahora, con estos datos, probablemente indique que necesitamos vacunar al 100% de la población.
"Sobre todo considerando que la variante delta incluye a la gente joven dentro de los afectados, creo que lo más urgente sería avanzar hacia la cobertura de niños y adolescentes".