Murió Karadima, exsacerdote condenado por el Vaticano por abuso sexual contra menores
IGLESIA. Expulsado del clero por el Papa Francisco en 2018, falleció a los 90 años. "Estamos en paz", dijeron las tres víctimas que destaparon su caso.
Redacción
A los 90 años falleció, durante la noche del domingo, el exsacerdote católico Fernando Karadima Fariña, antiguo párroco de la Iglesia El Bosque de Providencia, y quien fue condenado en 2011 por abuso sexual contra menores por el Vaticano.
La muerte del religioso fue por una serie de enfermedades que en junio pasado habían motivado su internación en el Hospital Clínico de la UC, entre ellas bronconeumonía e insuficiencia renal. El exreligioso murió en el Hogar San Juan de Dios, donde permanecía en "penitencia".
El denominado "Caso Karadima" fue uno de los más emblemáticos de abusos sexuales cometidos por religiosos, cuyo destape derivó en una crisis total en la Iglesia Católica chilena, incluyendo la salida de toda la Conferencia Episcopal.
Fue en 2010 que tres víctimas del religioso, Juan Carlos Cruz, José Andrés Murillo y James Hamilton denunciaron los delitos de Karadima. La justicia canónica lo condenó a una "vida de oración y penitencia", aunque en 2018, el Papa Francisco I lo expulsó del clero.
Pese a que la justicia acreditó los abusos sexuales, estimó que habían prescrito como, lo que motivó a Cruz, Hamilton y Murillo a demandar a la Iglesia en 2017. Finalmente, la Corte de Apelaciones determinó el pago de una indemnización por más de $400 millones a los denunciantes.
REACCIONES
Los denunciantes emitieron una declaración este lunes, en que aseguraron estar "en paz" y que "solo nos mueve seguir luchando para que estos crímenes no vuelvan a pasar". En su comunicado, Cruz, Murillo y Hamilton añadieron que "todo lo que teníamos que decir de Karadima está dicho. Él era un eslabón más en esta cultura de perversión y encubrimiento en la Iglesia".
El Arzobispado de Santiago, en tanto, dijo tras la muerte de Karadima que acompañan "de cerca a las víctimas sobrevivientes y a sus familias". "Reafirmamos nuestro compromiso para seguir trabajando en la promoción de ambientes sanos y seguros al interior de la Iglesia", añadieron.
El escritor Pablo Simonetti opinó que "las denuncias de los abusos de Karadima fueron el inicio del desvelamiento en nuestro país de la horrible doble moral de la Iglesia Católica respecto de la sexualidad".