Una despedida con poca autocrítica y alabanzas a la gestión económica
FÚTBOL. Rafael González dio un discurso en la ceremonia virtual con que se festejaron los 129 años de Wanderers. El presidente de la S.A. caturra apuntó a la Corporación como factor de desunión.
La ceremonia virtual con que se celebró el aniversario 129° de Santiago Wanderers fue la instancia que eligió el presidente de la sociedad anónima caturra, Rafael González, para realizar su disurso de despedida, en donde explicó las razones para la venta del 60% de las acciones de la institución a Reinaldo Sánchez.
La exposición del dirigente, que estaba grabada previamente y se transmitió mediante las plataformas en internet del club, repasó el actual momento del Decano, haciendo una clara separación entre los ámbitos deportivos y financieros.
Sobre el desempeño futbolístico del equipo, el abogado fue claro para definirlo como negativo, sin embargo lo contrastó con los números positivos que arrojan los libros contables.
"El presente deportivo es complejo, estamos últimos en la tabla de posiciones y a varios puntos del equipo que está penúltimo, lo que no es algo normal ni agradable para nosotros. La situación deportiva se opone a nuestra realidad económica, pues tenemos una institución estabilizada financieramente, sin deudas y también con un patrimonio muy potente en sus jugadores formados al alero de la institución. No nos gustan, ni agradan, ni enorgullecen los resultados que hemos obtenido en la primera rueda del campeonato, el club, sus hinchas y la misma ciudad de Valparaíso no se merecen esta angustiante situación, por lo que debemos asumir los errores, enfrentarla y darle solución", manifestó el timonel verde.
Para lograrlo, señaló que se deben realizar "sacrificios" y "dejar de lado intereses personales" que permitan alcanzar una estabilidad en todos los ámbitos del club.
Esas cualidades que mencionó se refieren claramente a su determinación de dejar de ser el presidente y máximo controlador accionario de la sociedad anónima verde.
"Resulta necesario que nuevas ideas, nuevas mentes, nuevas personas, distintos gestores, asuman la importante tarea de conducir los destinos de Santiago Wanderers de Valparaíso. Para ello es que he invitado a nuevos inversionistas con experiencia para asumir un rol protagónico en el club y que a partir de ello puedan dotar a la institución de esos nuevos aires que son necesarios para enfrentar los desafíos de los próximos años. Por mi parte, cederé mi posición para que puedan llevar a cabo este nuevo impulso", manifestó, en alusión al clan Sánchez, que tras catorce años retorna a la institución.
Además, González fustigó a sus críticos, apuntando a la Corporación Wanderers como un factor de desunión en el club.
"Lamento haber llegado a este momento, sobre todo cuando un pequeño grupo de personas promueve, alienta y estimula la división institucional. Así no se puede trabajar ni destinar toda la energía a lo realmente importante, que es la gestión deportiva. Los mismos que en el pasado, hace poco más de un año, no quisieron o rechazaron la posibilidad de hacerse cargo del club y nunca han planteado una propuesta real para consolidar al club son hoy los más críticos y agoreros", sentenció.
"Estamos enfrentando una de las crisis deportivas más grandes de nuestra centenaria historia".
Rafael González, presidente de Wanderers
Mario Oyer: González se está victimizando
Mario Oyer, mandamás de la Corporación Wanderers, espera reunirse c on los nuevos controladores de la S.A. caturra antes del miércoles, cuando se realizará en Mantagua desde las 15 horas la sesión de directorio en que debiera comunicarse la llegada de Reinaldo Sánchez a la presidencia. Sobre la despedida del actual timonel verde, el dirigente señaló que "Rafael González utiliza la victimización para esconder que ha sido el peor presidente desde que se concesionó el club".
6-0 perdió ayer el equipo femenino ante Santiago Morning en La Pintana. Siguen últimas, con un punto.
2018 fue el año en que el abogado Rafael González reemplazó en la presidencia de la S.A. caturra a Jorge Lafrentz.