Carreras de la salud se esfuerzan por mitigar duro impacto de suspensión de actividades presenciales
PANDEMIA. Campos clínicos, laboratorios e internados se vieron restringidos durante meses, lo que preocupa en cuanto al aprendizaje de sus estudiantes. "Sin duda, se ha generado una merma", advierte el presidente regional del Colmed.
Hace pocas semanas -y luego de más de un año en que las actividades formativas prácticas se vieron limitadas por las disposiciones sanitarias-, las subsecretarías de Educación Superior y Redes Asistenciales autorizaron que los recintos clínicos vuelvan a recibir a estudiantes del área de la salud para la realización de sus prácticas profesionales. De esa forma, alumnos de pre y posgrado podrán retomar, de forma paulatina, aquellos procesos educativos que no son posibles de reemplazar mediante la modalidad virtual.
"Para nosotros fue una complicación muy seria, ya que durante el período de la cuarentena podían ingresar a hospitales solo los alumnos de último año, es decir, internos de Medicina y alumnos de quinto de otras carreras de la salud. Fue muy restringido", señaló Antonio Orellana, decano de la Facultad de Medicina de la Universidad de Valparaíso. Según comentó, sus alumnos tienen prácticas hospitalarias a partir del tercer año de carrera, lo que forzó un cambio importante en cuanto a la planificación curricular de estas generaciones.
"Ahora, con la disminución de los contagios, ha habido una apertura mayor", precisó, aunque manifestó que causa inquietud el eventual impacto en los futuros egresados. "Es una preocupación nacional. Hay facultades que ni siquiera pudieron enviar a sus internos a los hospitales por un largo tiempo. Los mismos alumnos, asociados en federaciones, han señalado que les preocupa no volver a los campos clínicos y salir con menos competencias, porque su experiencia ha sido menor", sostuvo Orellana.
"Esfuerzo sobrehumano"
Sea mediante telemedicina, centros de simulación, clases híbridas o talleres virtuales, las diversas facultades de salud de la región han podido continuar con su labor educativa. En la Escuela de Odontología de la UV, por ejemplo, el internado se adaptó de tal forma que el campo clínico se redujo de 18 a 10 semanas, pero, en cambio, se implementaron módulos de capacitación profesional y los estudiantes de la generación 2020 se sumaron a la estrategia de TTA (Trazabilidad, Testeo y Aislamiento) del Minsal, "que les permitió poner en práctica sus competencias de manera notable y, a la vez, contribuir al control de la pandemia en un momento crítico para nuestra región", destacó la directora de Escuela, Patricia Nazar.
"El año pasado fue todo muy abrupto y organizarnos significó un esfuerzo sobrehumano. Este año, al menos, ya tenemos esa experiencia. No tenemos el tema resuelto, en ningún caso, pero sí logramos virar el foco y, en cierto grado, suplir la carencia de actividades presenciales. Aún tenemos menos tiempo de trabajo, pero intentamos optimizarlo y que la calidad sea mejor", agregó.
En la Universidad Andrés Bello, el director de la carrera de Medicina, Camilo García, indicó que aunque "no todas las actividades presenciales pueden ser virtualizadas, y eso debemos tenerlo muy claro, en especial en carreras del área de salud", "sí hemos visto que muchas pueden ir siendo realizadas con componentes virtuales que son perfectamente compatibles y que garantizan los aprendizajes esperados."
Según dice, la universidad "ha virtualizado una serie de procesos para apoyar a sus estudiantes y su avance académico, incrementando sistemas de simulación, actividades híbridas, etc.". Pese a ello, reconoce que "la limitación de acceso a los campos clínicos (...) y la disminución presencial de los internos en los campos clínicos, puede causar inquietud".
competencias al debe
En tanto, según aseveró el presidente regional del Colegio Médico, Ignacio de la Torre, se trata de un tema que dentro de los gremios de la salud también "ha generado bastante preocupación, y así lo hemos manifestado al ministerio". "Muchas de las carreras no han podido tener prácticas en los hospitales o centros de salud, y han tenido que mantenerse en formatos de educación a distancia, principalmente de forma telemática", afirmó.
"Si bien es cierto que estas herramientas han mejorado mucho y que existen múltiples formas de apoyar telemáticamente la docencia universitaria, creemos que el aprendizaje en carreras de la salud requiere un contacto con los pacientes, por lo que el carecer de estas oportunidades, sin duda, genera una merma. (...) Los buenos profesionales de salud se forman en ambientes educativos integrales, que logren el desarrollo de no solo de competencias técnicas, sino también humanas", concluyó.
"El aprendizaje en carreras de la salud requiere un contacto con los pacientes, por lo que el carecer de estas oportunidades, sin duda, genera una merma".
Ignacio de la Torre, Presidente regional del Colmed
"No tenemos el tema resuelto, en ningún caso, pero sí logramos virar el foco y, en cierto grado, suplir la carencia de actividades presenciales".
Patricia Nazar, Dir. Escuela Odontología UV
"No todas las actividades presenciales pueden ser virtualizadas y eso debemos tenerlo muy claro, en especial en carreras del área de salud".
Camilo García, Dir. Carrera Medicina UNAB
Fuerte baja en las titulaciones
Según se indica en el oficio enviado por la Subsecretaría de Redes Asistenciales y de Educación Superior con el fin de retomar las prácticas, las titulaciones en programas de salud de universidades ya presentaron durante 2020 una caída del 61,5 %, siendo las carreras más afectadas Medicina, Odontología y Kinesiología, con una baja que supera el 70%. "Muchos se han desmotivado ante estas formas de aprendizaje y han congelado o suspendido sus estudios", plantea al respecto el presidente regional del Colegio Médico, Ignacio de la Torre.