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Para muchos en la LDP, al transformarse en fuerza política y empezar a disputar elecciones, perdió el foco, lo cual no significa que estemos totalmente en contra de procesos eleccionarios; lo que se tienen que dar son procesos sociales de base para que visibilicen las distintas instancias a nivel social".
- Si su discrepancia apunta a las definiciones electorales del movimiento, entonces las diferencias son de fondo, ya que la lista declara en su web que "no somos partidos, ni queremos serlo para disputarles el poder político".
- Exacto. Pese a no tomar la forma de un partido, que es algo que nosotros compartimos, toman la forma de fuerza política y una clase política que disputa elecciones, cuando en realidad la génesis de la LDP guarda relación con que independientes que no teníamos la oportunidad de participar del proceso constituyente, lo pudiéramos hacer a través de una lista competitiva; en el fondo ese era el foco, el foco siempre fue el poder constituyente y los espacios que emergen de la revuelta social, que es la génesis de este proceso institucional. Para muchos en la LDP, al transformarse en fuerza política y empezar a disputar elecciones, perdió el foco, lo cual no significa que estemos totalmente en contra de los procesos eleccionarios; lo que se tienen que dar son procesos sociales de base para que visibilicen las distintas instancias a nivel social.
- En declaraciones entregadas al portal Ex-Ante usted señaló que seguirá coordinándose con sus pares de LDP. De ser así, ¿en qué se va a traducir puntualmente su distanciamiento del grupo? ¿Solo en el hecho de no participar de sus asambleas o decisiones de aquí en adelante?
- Ya no participo de las asambleas de la LDP, ni de sus decisiones, por tanto, por ejemplo, cualquier vocería que elijan, que puede ser Rafael Montecinos, etc., no sería mi vocero porque yo no pertenezco ya a la lista. Desde ahí se toma la distancia, desde las posiciones que están haciendo, en el llamado que están haciendo a diputados, a senadores, sus precandidatos presidenciales, tomaré distancia de todo eso, no obstante los constituyentes electos vía LDP seguimos articulados por nuestro mandato inicial.
"funcionamos de manera autónoma"
- ¿Cómo cree que ha afectado la imagen de LDP la investigación de Ciper sobre 24 boletas y facturas de familiares directos de candidatos o de sus compañeros de lista incorporadas en sus rendiciones de cuentas?
- Creo que afectó, pero de todas maneras hay que decir lo siguiente, en los partidos hay cosas mucho peores, boletas mucho más abultadas; y acá hay varias personas que contrataron a familiares porque eran sus equipos de campaña y hubo un trabajo concreto. Lo que pasa es que ese trabajo lo ejecutó su familia, porque no todas las personas venían con espacios de base en el movimiento social; por ejemplo, no es mi caso, porque yo respondo a un orgánica, el Movimiento por el Agua y los Territorios. Obviamente, se ve mal, no da una buena señal política, pero también hay que considerar el contexto, que estamos hablando de personas que no vienen del mundo político, que es la primera vez que son candidatos a algo y que a través del respaldo de sus familias decidieron llevar a cabo esta decisión.
- A raíz de las pretensiones electorales que ha declarado LDP, ¿cree viable que se terminen conformando como un partido político? Sus detractores apuntan a que se declaran independientes pero en la Convención actúan como partido o bancada, más allá de si eso es malo o no.
- Dentro de la Convención, insisto, no tenemos lineamientos, no respondemos a la lista, la lista ni siquiera tiene una asesoría directa con nosotros, porque funcionamos de manera súper autónoma y eso hay que decirlo igual. Por eso es que las relaciones en la interna no van a cambiar mucho con la proclamación de este distanciamiento, porque en la práctica hemos estado trabajando coordinadamente. Yo no le diría bancada, porque tampoco me gusta usar esos términos, pero sí tenemos una articulación y esa articulación ha funcionado, trabajamos conjuntamente, generamos indicaciones, propuestas, nos reunimos, hacemos conversación, asambleas, reuniones. (…) En el fondo tenemos todavía esa articulación y trabajamos de esa forma, mancomunadamente, en colectivos, porque si bien somos autónomos e independientes, eso no significa que funcionemos como individualidad.
- En medio de la controversia por la candidatura presidencial de Cristián Cuevas, por medio de un comunicado a nombre del movimiento pero sin firmar, se proponía que "la Lista del Pueblo debe ser refundada por el pueblo, sin amarres ni privilegios a fundadores, eliminando la corrupción incipiente". ¿Comparte esta idea?
- Desde el Congreso de la LDP que no participo de las asambleas, no obstante cuando sucedió esta situación, yo sí vivencié un interés de ciertos grupos, sobre todo con muchas ansias de poder, de coartar este espacio, un espacio muy incipiente, muy frágil y que por el enorme triunfo que tuvo, también es muy llamativo para ciertos grupos que buscan poder eleccionario hace muchos años; por ejemplo, excandidatos y exmilitantes de otros partidos, que tienen otra experiencia política y buscaron en este espacio la posibilidad de obtener algún tipo de poder. Creo que por ahí hay un problema, y estoy de acuerdo con todo este proceso refundacional que quiere la lista, pero a la vez deseo que le vaya súper bien. Esa es mi postura más allá de que políticamente no esté de acuerdo con la decisión tomada respecto de participar en los comicios. No significa que no me sienta como una constituyente que fue electa por la LDP o desconozca el proyecto colectivo que existe ahí.
Ambiente más fraterno que hostil
- A poco más de un mes de haber comenzado a funcionar, ¿cómo evalúa estos primeros días en la Convención Constitucional? ¿Ha avanzado como usted pensaba al momento de postular o no?
- Tengo una evaluación positiva de lo que ha sido ya este mes y medio de la Convención. Pese a todos los obstáculos que puso el Ejecutivo y que ha derivado en el tercer nombramiento de la Secretaría Ejecutiva, la Convención ha sabido ir hacia adelante, ha habido una buena gestión de parte de la mesa directiva; pero por sobre todo de cada uno de los convencionales que hemos puesto empeño en que esto resulte. (…) También esperamos tener una mayor participación de la prensa y los medios, tanto alternativos como "hegemónicos" como le llamamos, en la mejor visibilización del trabajo que se hace al interior de la Convención; y por tanto también podamos mejorar la imagen que se tiene. Se piensan y se ven cosas que no son necesariamente las que ocurren adentro, más bien adentro ha primado un ánimo fraterno, de construcción, de generar consensos, de llevar adelante el trabajo de la Convención; que no es lo que se ve en los medios, respecto de un espacio quizás más hostil, en donde unos pelean con otros, cuando no es así.
- En los últimos días causó revuelo la exclusión del concepto "República de Chile" en la Comisión de Reglamento, lo que fue interpretado como un avance hacia la idea del Estado plurinacional. ¿Son a su juicio contrarios ambos conceptos? ¿Debería Chile dejar de ser una República?
- Pasa que la discusión se tergiversó. El reemplazo del término, que el término es un término compuesto, por decirlo así, se llama "República de Chile"; y el término "República de Chile" fue cuestionado sobre todo por los pueblos originarios, en vista de esta refundación del país y la posible dirección, que es lo que buscamos, hacia un Estado Plurinacional en donde se reconozcan a todos los pueblos-naciones de Chile, desde su autonomía y sus particularidades jurídicas, políticas y económicas. Desde ese punto de vista, hablar de "República de Chile" es puramente excluyente de los otros pueblos que habitan el territorio; ahora, eso no significa que en el fondo estemos retrocediendo porque la palabra no esté ahí, "República", y retrocedamos a una monarquía; yo creo que es un absurdo que, en el fondo, instaló Chile Vamos para variar, pero que no tiene mayor relevancia. En Chile no vamos a retroceder de una república a una monarquía, basta con que cuando hagamos todo el articulado de la Constitución, hablemos de la organización política del Estado y eso va a quedar descartado; cuando definamos los poderes y cada uno con sus autonomías y sus distintas estructuras. La no mención de la república, por el hecho de que queramos salir de esta percepción colonial de Chile, no significa retroceder en el sentido de la horizontalización, la representatividad y la democracia en nuestro país.
- Otro tema que causó revuelo fue el veto político al exsenador, excomandante en jefe de la armada y convencional ex UDI, Jorge Arancibia, en la Comisión de Derechos Humanos por su rol como edecán naval del exdictador Augusto Pinochet. ¿La decisión estaba complicando políticamente a sus impulsores que llegaron a un acuerdo el lunes?
- Lo que pasa es que esto se trata de un voto político, no es una exclusión, de hecho tampoco fue un veto a la comisión, fue simplemente una expresión de que no estuviera presente en las audiencias. Finalmente se tuvo que llegar a un acuerdo respecto de las audiencias, y él no va a estar en ciertas audiencias, pero en otras sí, eso fue a lo que finalmente se llegó el lunes. (…) La decisión que se toma no es un castigo a Arancibia, sino que responde al derecho internacional, que nos obliga a que el Estado de Chile, en procedimientos administrativos, judiciales, etc., tome medidas para evitar la revictimización de las víctimas de violaciones a los DD.HH. Entonces, en esa revictimización, el rol que tuvo Arancibia como edecán de Pinochet, tiene una preponderancia en términos de esta afectación, y de hecho fueron los mismos familiares de detenidos desaparecidos, que ni siquiera pueden ver el cuerpo de sus familiares, quienes solicitaron que esta persona no estuviera presente, cuando ellos tuvieran que ir a las audiencias a exponer sus casos.
Consecuencia de la crisis político institucional
- Tras la aprobación del proyecto de indulto a los presos por delitos cometidos durante el estallido social por la Comisión de Constitución del Senado, Juan Ignacio Latorre (RD) declaró que estaba abierto a "incluir a agentes del Estado imputados no por delitos graves de lesa humanidad", para conseguir el apoyo de Chile Vamos a esa iniciativa. ¿Usted estaría de acuerdo con esto?
- Personalmente no lo estoy. Ahora, desconozco cuales son todos los motivos para llegar a esa determinación, en términos de negociación y por qué no habría ahí otra salida, habría que averiguar un poco más acerca de esas conversaciones. En lo personal no estoy de acuerdo, no obstante también creo que la ley de indulto tiene que salir lo más rápidamente posible, hay que acelerar la tramitación, así que hay que estar muy atento en el fondo a las determinaciones que se tomen para poder lograr esa ley de indulto, que salga a la luz lo antes posible, sobre todo ahora pensando en una estrategia para la discusión que se viene en la sala del Senado.
- ¿Cómo se puede conciliar el avance de un proyecto de este tipo con el sentido de impunidad que dejaría en locatarios víctimas de la violencia, como ha apuntado en varias oportunidades el Gobierno?
- Ahí hay un punto que se tiene que tratar de manera separada. En el caso de los locatarios no estamos hablando de vulneraciones a los Derechos Humanos por agentes del Estado, que en el fondo es el contexto de la revuelta social y por los apremios ilegítimos por parte del Estado, la prisión política, etc.; pero sí es una consecuencia que afectó a personas del pueblo de Chile, debido a una crisis política y social, y me parece que el Estado también tiene que responder frente a esas personas. No creo que a través de una ley de indultos, por supuesto, sino que tiene que haber otros mecanismos para hacerse cargo de esa problemática que en el fondo, insisto, también es otra de las consecuencias de una crisis político institucional, que esperamos mejore con el proceso constituyente, pero alguien tiene que responder también por eso. 2
La discusión (por el término República) se tergiversó. (...) La no mención de la república, por el hecho de que queramos salir de esta percepción colonial de Chile, no significa retroceder en el sentido de la horizontalización, la representatividad y la democracia en nuestro país.
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