Desmitifican efectos negativos de lactancia materna prolongada
ESPECIALISTAS UPLA SEÑALAN QUE CONSUMO EXTENDIDO DE LECHE MATERNA TRAE, ENTRE OTROS, BENEFICIOS QUE INCLUYEN A LA NUTRICIÓN E INMUNIDAD.
L as mujeres que están en periodo de lactancia reciben mucha presión social, fundada principalmente en mitos que se perpetúan por ignorancia y que influyen en el abandono temprano del amamantamiento de sus hijos.
Para desmitificar estas ideas y promover los beneficios que, a nivel nutricional, fonoaudiológico y afectivo, brinda a los bebés la lactancia extendida por más de un año, académicas de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Playa Ancha (Upla) y la coordinadora de la Comisión Regional Intersectorial de Lactancia Materna de la Seremi de Salud expusieron en un ciclo de seminarios de Promoción de la Salud y Calidad de Vida organizado por ambas instituciones.
Camila Cofré, nutricionista Upla, aclaró que después de un año la leche materna no pierde sus propiedades nutritivas, que pasados los seis meses su inmunidad sigue siendo significativa para el bebé y continuará por el tiempo que éste decida lactar, protegiéndolo de enfermedades y acortando la duración de las que contraiga, a diferencia de los niños que consumen fórmulas.
Agregó que el destete depende solo de la madurez del menor y que cada uno su propio reloj biológico para hacerlo. Acelerar este proceso no es saludable ni para la madre ni para el hijo, desterrando así la creencia de que mientras más tiempo la madre dé pecho más difícil será el destete.
"No se han constatado riesgos físicos ni psicológicos en niños que toman pecho por más de 2 a 3 años. Tampoco hay evidencia de relación entre malnutrición y aparición de caries por lactancia materna prolongada. A mayor duración de la lactancia materna, mayor es su beneficio, por lo que se recomienda mantenerla de 12 a 24 meses, y el tiempo que madre e hijo deseen", explicó la profesional.
LENGUAJE
Por su parte, la fonoaudióloga UPLA Paulina Carrasco descartó que los niños tengan problemas para hablar si toman pecho por más de dos años o que se les deformarán los dientes. También explicó que es errado aconsejar que es mejor tomar leche en mamadera para que sean más independientes o afirmar que los niños ocupan a sus madres de chupetes.
"La lactancia materna genera de 2.000 a 3.500 movimientos mandibulares versus la alimentación artificial con mamadera, que es de 2.500 a 2.000 movimientos, lo que produce un descenso en la estimulación máxilomotora. Dar pecho estimula y favorece el desarrollo del sistema estomatogmático -que permite comer, hablar, pronunciar- lo cual potenciará una correcta articulación. La independencia se estimula en diferentes contextos, se genera desde otros hábitos. La lactancia evita hábitos deformantes, porque la estructura del pecho es moldeable a las estructuras anatómicas. Y la succión puede ser para la alimentación y para el contacto y afecto", precisó la especialista.