"Nosotros estuvimos lejanos de la gente y yo pienso que hay que tener calle y cuneta"
"La Regalona" está de vuelta, dispuesta a hacer cuanto esté a su alcance para conquistar un escaño en la misma zona electoral donde lo obtuvo hace 20 años. Aquí habla de ese desafío, también de las presidenciales, del cuarto retiro, la Convención y el proyecto indultos.
Con perros y petacas se instaló Carmen Ibáñez Soto en el cerro Concepción. Algo triste porque la campaña de su candidatura a diputada por Renovación Nacional en el Distrito 7 le significa alejarse de su madre, también Carmen, de 96 años, a quien ahora acompaña su hermano en la casa de Maitencillo. Pero también emocionada y dispuesta a invertir todas sus ganas y sus energías para conquistar un escaño en la Cámara, donde Andrés Celis es el único parlamentario de su partido en el distrito desde 2018.
Madre de cuatro hijos -entre ellos el exdiputado Joaquín Godoy y su hermana María Luisa, periodista y animadora del Festival de Viña-, la exparlamentaria por Valparaíso en el periodo 2002-2006 regresa a la arena electoral veinte años después de aquella primera incursión, cuando todavía resonaba el spot ochentero del "familiar de Concha y Toro que se hizo regalón", donde se lucía bailando con el actor Roberto Poblete al ritmo de la cumbia-jingle interpretada por La Sonora de Tommy Rey.
"Fue bastante famoso ese spot que hicimos con Roberto, que fue parlamentario también. Por eso, cuando empecé a recorrer los cerros de Valparaíso en el año 2000, la gente me decía '¡ah, pero usted es la regalona!', y por eso seguí con el apodo", recuerda la ahora candidata a diputada, quien fue embajadora de Chile en Grecia en el primer gobierno de Sebastián Piñera y agregada cultural en Argentina en el segundo.
No le tocó fácil en tierras helénicas, donde vivió la crisis de la deuda soberana, con violentas protestas -incluidos incendios de edificios públicos- gatilladas por el duro ajuste económico impuesto al gobierno griego tras el rescate europeo. Y donde también libró de uno de los cinco paquetes bomba -en este caso detonado por la policía- que fueron mandados a igual número de embajadas, gracias a que en la de Chile siguieron al pie de la letra el instructivo de no recibir ningún envío.
Ha sido un largo camino de regreso. Nueve veces abuela, "La Regalona" vuelve a respirar Valparaíso y saca a pasear a la Teckel Greta y al Bulldog francés Alexander a la hora en que el Puerto se empieza a poblar de luces, recordando tal vez cómo en las parlamentarias de 2001 destronó al exalcalde y exdiputado UDI Francisco Bartolucci que llevaba tres periodos en el cargo.
"también hay una cuota grande de sacrificio"
- ¿Por qué regresa a la arena política 15 años después de su alejamiento del Congreso? ¿Extrañaba?
- Yo estaba viviendo en Maitencillo junto a mi madre, a quien gracias a Dios he podido disfrutar mucho, y sinceramente no estaba en mis planes ir de candidata. No crea que no me desvelé pensando en esta decisión que implicaba separarme de ella estos meses de campaña. Para mí también hay una cuota grande de sacrificio. Pero creo que hay una responsabilidad de estar disponible en un momento de la política actual en que hay que dar la lucha. Creo que tenemos que recuperar algo que es fundamental y es que la gente vuelva a creer en nuestro sector, donde hay mucho que mejorar, hay mucho por lo cual trabajar, y yo me siento con toda la energía para hacerlo. Creo en la importancia de los acuerdos y de que la situación no se polarice. Siempre fui una política muy social y cercana a la gente y siento que hoy, si bien hemos avanzado mucho con las nuevas tecnologías y las redes sociales, eso también de alguna forma aleja a los parlamentarios, a los políticos, de ir directo a estar con las personas, escuchar sus problemas.
- ¿Qué ha cambiado en la política chilena desde su época de parlamentaria, para bien y para mal?
- Ha cambiado muchísimo. Yo creo que la política está muy polarizada, siento que hay mucha agresividad, poco respeto y poca tolerancia, y eso de verdad me apena, porque creo mucho en los pactos, en llegar a acuerdos, cosa que se podía lograr a comienzos de los años 2000. Uno podía presentar proyectos y luchar por causas de bien común. Hoy veo mucha polarización y creo que eso es malo y peligroso para el país. Antes la política era mucho más amigable.
Con raíces en renovación nacional
- ¿Por qué volvió a Renovación Nacional en 2020, luego de siete años afuera?
- Mis raíces siempre han estado en Renovación Nacional. Mi papá fue diputado por Valparaíso y tuve la oportunidad desde muy chica de compartir con grandes figuras que en esa época venían del Partido Nacional, como Sergio Onofre Jarpa, Fernando Ochagavía, Víctor García Garzena, grandes políticos de la época, y después conocí de muy joven a Andrés Allamand, Alberto Espina. En RN están muchos amigos, gente que me representa, como el senador Francisco Chahuán y la nueva directiva que me motivaron muchísimo a volver.
- Está claro que en la interna es chahuanista, no desbordista…
- A ver, no me voy a correr, soy chahuanista. Como decía, creo que la nueva directiva a mí me impulsó a regresar y asumir este desafío. Y en el caso del senador Chahuán, creo que es un excelente parlamentario, muy cercano a la gente, muy trabajador y eso también me inspiró mucho.
- ¿Cuáles son sus motivaciones para aspirar a un escaño parlamentario por el distrito 6?
- Esta es mi región, la quiero mucho y creo que puedo aportar desde acá. Cuando a mí me lo ofrecieron, la verdad es que inmediatamente empecé a convencerme por la gente de la zona y porque me doy cuenta de que ella necesita que la escuchen. Como decía, siempre fui muy cercana y muy social, yo no trabajaba para las puras campañas y después me iba, no. Y cuando me fui lo hice para darle tiraje a la chimenea, para que llegaran las nuevas generaciones. Mi hijo Joaquín Godoy fue diputado 12 años, le pusieron grandes candidatos al lado y nunca lo ganaron, porque también fue un parlamentario responsable y cercano. Él hizo una linda carrera, fue presidente de la Comisión de Hacienda, vicepresidente de la Cámara. Partió desde muy joven, conmigo, en este desafío que emprendimos el 2001. No olvidemos que era muy difícil ganar porque había que competir con Francisco Bartolucci que había sido alcalde y diputado muchos años y nosotros éramos nuevos…
- ¿Qué opina sobre las críticas que desató entre aspirantes locales excluidos la decisión del nivel nacional de privilegiar su inclusión en la lista, contra el acuerdo electoral regional?
- Lamento mucho y me apena. Yo creo que hoy día como sector debemos estar más unidos que nunca, y mientras más candidatos potentes llevemos, mejor. No olvidemos que los resultados de las últimas elecciones no fueron buenos para nosotros y que tenemos que potenciarnos lo más posible. Yo me alegro de que vayan mujeres, Evelyn Mansilla, por ejemplo; creo que tenemos que hacer buena dupla con ella, con el diputado Andrés Celis y también por supuesto con nuestros otros compañeros de coalición que van por la UDI y Evópoli. Nunca me van a escuchar un mal comentario sobre ninguno de ellos porque hoy día lo que hay que privilegiar sobre todo es la unidad, que es lo que va a hacer que Chile y nuestra región crezcan y que logremos salir adelante.
- Se dice que el apoyo del presidente nacional de RN fue decisivo en su inclusión.
- Francisco fue fundamental para convencerme de que regresara a mi región. Él siempre me lo dijo, incluso cuando lo entrevistaba para el programa que tengo desde hace 22 años en Radio Agricultura. Siento que influyó en el sentido de convencerme, porque aquí hay una coalición que toma esas decisiones y yo tengo entendido que analizó a todos los candidatos. No dependía de una sola persona.
Diputación: "con toda la energía para lograrla"
- ¿Cree que puede reconquistar el capital político de 32.113 votos que la llevó a la Cámara en 2001, ya que perdió las dos elecciones siguientes?
- Sí, lo que pasó fue que en ese momento fui a trabajar por la coalición, a la zona de sacrificio, como decían antiguamente. Ahora voy a hacer todo lo que esté a mi alcance, vengo con todas las ganas, con toda la energía, voy a luchar por lograrlo y la gente es la que tiene que decidir. Soy muy positiva y espero que nos vaya bien. Por algo se dio esta posibilidad, siempre las cosas pasan para mejor, así que lo tomo con mucho entusiasmo y positividad.
Me parece absurdo que quieran cambiar el término República de Chile. Siendo embajadora en ese país, me tocó correr en la maratón por los 3 mil años de Grecia con la bandera de Chile. ¡Qué orgullosa me sentí! Así que a mí no me vengan a decir que mi bandera no es mi bandera".
La política ha cambiado muchísimo. Yo creo que está muy polarizada, siento que hay mucha agresividad, poco respeto y poca tolerancia, y eso de verdad me apena, porque creo mucho en los pactos, en llegar a acuerdos, cosa que se podía lograr a comienzos de los años 2000".
"
"