Auge y caída de un fabricante de autos
Netflix estrenó la docuserie "John DeLorean: Un magnate de leyenda". Es la historia del empresario que deslumbró al mundo con su vehículo antes de caer en desgracia.
A Netflix le interesa mostrar el lado B de líderes espirituales y millonarios. Y le gusta también, por supuesto, la cultura pop. La docuserie original "Joh DeLorean: Un magnate de leyenda" pareciera sostenerse sobre esos dos pilares, ya que el retratado fue uno de los más célebres fabricantes de autos de Estados Unidos y, además, inspiró la famosa máquina del tiempo móvil de "Volver al futuro".
Con el estilo ya instalado de las producciones de la plataforma -resumen inicial de todo lo que veremos, montaje rápido, testimonios, archivos y saltos temporales-, la serie presenta a John DeLorean como una suerte de rockstar corporativo en el Nueva York de 1980. Está casado con una modelo (Cristina Ferrare), se codea con gente de Hollywood, vive en un departamento lujoso y está a punto de lanzar a la venta un auto que ha asombrado a la opinión pública. Éste lleva su apellido y parece una nave espacial con sus puertas de alas de gaviota y paneles de acero inoxidable sin pintura.
Saltando hacia atrás en el tiempo, vemos a un John DeLorean físicamente distinto que, por su pericia en la ingeniería, ha escalado al interior de General Motors, en tiempos en que el automóvil era el gran emblema del Sueño Americano. Su misma historia parece una parábola auspiciada por el Tío Sam. Hijo de un inmigrante rumano alcohólico y una madre austro-húngara, creció sin privilegios en un hogar de Detroit marcado por la violencia. Su buen rendimiento escolar fue la puerta de salida. DeLorean estudió en el Instituto de Tecnología de Lawrence, peleó en la Segunda Guerra Mundial, vendió seguros, se especializó en ingeniería automotriz en el Chrysler Institute of Engineering e inició una exitosa carrera en la industria de vehículos.
Tras alcanzar la superación de la pobreza y el reconocimiento corporativo, en la escala de ambiciones de DeLorean faltaba una última estación: la celebridad. Es así como, tras dejar General Motors en 1973, comenzó a idear su propio modelo de automóvil. El objetivo fue acompañado de una cirugía plástica facial, largas horas en el gimnasio y elegantes apariciones en eventos sociales. El lujo artificial de la era Reagan lo amparaba. Pero John DeLorean parecía en los medios más millonario de lo que era. De hecho, las limitaciones económicas lo llevaron a instalar la planta de producción en Irlanda, justo en medio de los años de plomo de la IRA. A pesar de que todos los días explotaban bombas, el empresario minimizaba el peligro señalando que la inseguridad era mucho mayor en Detroit.
Todos los años de esfuerzo, planificación y trabajo confluyeron en la presentación oficial del auto en el año 1981. A pesar del impacto, las ventas cayeron rápidamente. Las cosas empeoraron cuando el magnate fue arrestado por tráfico de drogas y su mujer lo dejó. El estreno de "Volver al futuro" en 1985 -un hito que la docuserie curiosamente pasa por alto- fue un reconocimiento inesperado en tiempos oscuros. La leyenda asegura que un derrotado John DeLorean llamó al productor del filme para agradecerle.
John DeLorean se sometió a cirugías plásticas y a un duro entrenamiento físico antes de promocionar su vehículo.
Por Andrés Nazarala R.
Fotograma de la película