Mesa de la Convención ingresó caso de Rojas Vade a la Comisión de Ética
SANCIONES. Deberá definir qué castigos puede enfrentar el exintegrante de la Lista del Pueblo que fingió padecer cáncer y que es investigado por la Fiscalía.
Cerrando su semana más crítica desde que existe, la mesa de la Convención Constitucional ingresó los antecedentes del caso Rodrigo Rojas Vade a la Comisión de Ética para definir las posibles sanciones que se pueden aplicar en su contra luego de que se descubrió que no tiene cáncer, algo que él mismo debió reconocer.
Dicha instancia deberá definir sanciones en virtud del reglamento provisorio del órgano constituyente, equivalente al que es utilizado en la Cámara de Diputados y que contempla sanciones de censura y una multa del 15% de la dieta.
Este jueves Rojas Vade rompió el silencio luego de confesar haber fingido tener cáncer y señaló estar dispuesto a asumir las sanciones del reglamento provisorio. Sin embargo, dijo no ser un delincuente, insistió en que cometió un error, no se pronunció sobre renunciar a la Convención y afirmó que se defenderá en tribunales. Paralelamente, la Fiscalía tomó declaraciones a la presidenta Elisa Loncon y el vicepresidente Jaime Bassa.
De esta forma se cerró la semana más compleja para este órgano desde que asumieron los 155 representantes elegidos por la ciudadanía para elaborar la nueva Constitución. Al caso Rojas Vade se sumaron los desencuentros evidenciados el jueves, cuando un grupo de constituyentes de pueblos indígenas interrumpió la sesión del pleno para expresar su desacuerdo con la norma que impone un quorum de dos tercios para tomar decisiones, lo que obligó a la presidenta Loncon a suspender la discusión.
Ayer el constituyente de Apruebo Dignidad, Fernando Atria, entró al debate sobre la permanencia de Rojas Vade en la Convención y subrayó que pese a que está de acuerdo en que debería renunciar a ella, no se le puede pedir que deje su escaño.
En Radio Universo, Atria explicó que "él es convencional tal cual como yo. Tengo el mismo derecho que él tiene. Yo no tengo más derecho o menos derecho: todos los convencionales somos iguales. ¿Esto qué quiere decir? Que los convencionales no pueden acordar entre ellos la continuidad de un convencional".
Según el abogado, "se supone que no se le puede obligar a renunciar. Él podría renunciar, pero eso no es trivial, por eso no está previsto. No puede la Convención arrogarse la facultad de expulsar a uno de sus miembros, bajo ninguna circunstancia en mi opinión".
"Un órgano que está compuesto por representantes elegidos no puede por mayoría decidir expulsar a uno de sus miembros. Imaginen el potencial abuso de eso. Basta que haya una mayoría para expulsar a los miembros de la minoría", añadió y recordó que "hoy existe una calificada causal de renuncia aceptable que es: motivo de enfermedad que le impida desempeñar el cargo. Pero incluso en este caso, la regla dice que no basta que un convencional diga que está enfermo, eso debe ser calificado por el Tribunal Constitucional".
A modo de otras posibles salidas, Atria planteó que "algunos han dicho que esa causal de renuncia por motivos que impidan desempeñar el cargo se amplíe y que dijera, por ejemplo, 'por cualquier motivo grave que le impida desempeñar el cargo'. Yo creo que eso es una solución que me parece incómoda, pero dentro de todas las posibilidades, es aceptable".
"La tercera posibilidad es por la vía judicial, porque está la denuncia de perjurio que hizo la mesa y puede haber otras cosas vinculadas con su conducta. Para que esa investigación avance tiene que ser desaforado por la Corte de Apelaciones y, si es desaforado, quedaría suspendido y después de condenado sería removido", concluyó el convencional.