En resumen
HBO Max tiene una amplia oferta de películas y series sobre el superhéroe.
HBO Max tiene una amplia oferta de películas y series sobre el superhéroe.
Con "La biblioteca de París" (Salamandra), Janet Skeslien Charles se interna en el período de la ocupación alemana de Francia y los entretelones de una institución que sobrellevó esos oscuros días siendo un lugar de resistencia: la Biblioteca Americana de París, que el año 2020 celebró 100 años de vida.
1-¿Cómo empezó tu amor por los libros?
-Crecí en un pueblo cerca de la frontera con Canadá. Los destellos del mundo exterior vinieron de mi vecina, una novia de guerra francesa, y de los rompecabezas de castillos de mi abuela. Mi madre y mi abuela leían, y gracias a ellas me encantan los libros y me convertí en escritora. Recuerdo la sensación de felicidad al mirar los libros de mi primera biblioteca. En la secundaria la biblioteca era un refugio, un lugar silencioso donde descansar la frente en una mesa fresca y seca. La bibliotecaria era muy amable y su apellido -Swoboda- significaba "libertad" en ruso.
2¿Cómo llegaste a trabajar a la Biblioteca Americana de París?
La primera vez que fui andaba nostálgica y sola. El bibliotecario con el que hablé no fue muy amable, así que no regresé por un tiempo. Este es un recordatorio para dar segundas oportunidades, nunca se sabe lo que sucederá a continuación. Luego fui voluntaria, di algunos talleres de escritura creativa para adolescentes y luego solicité trabajo. La última vez que estuve allí fue en primavera. Debido al Covid, no voy tan a menudo como solía hacerlo. Después de dieciocho meses de precaución y quedarme en casa, será difícil volver a la vida normal.
3¿Cómo te metiste en el París de los años 30? Leer libros sobre la guerra fue fascinante. Leí memorias de mujeres que vivían en París, desde una periodista que estaba en la Resistencia hasta una señora de una casa de prostitución. Cada persona tiene su propia perspectiva sobre la guerra. Quería mostrar varias de ellas. Mientras escribía el libro, disfruté tanto escuchando música francesa que creé una lista de reproducción. Cuando vivía en Montana, anhelaba Francia y veía películas francesas y leía novelas francesas. Ahora que he vivido en París durante 20 años, anhelo mi hogar y leo en inglés.
Janet Skeslien Charles trabajó en la biblioteca americana de parís para escribir su historia.
3 preguntas
Janet Skeslien Charles, autora de "La biblioteca de París"
cedida
La relación entre superhéroes y política se remonta a tiempos remotos. En 1945, el educador jesuita Walter Ong calificó a Superman de "héroe fascista" a la luz de los hechos del mundo. Más tarde, en 1954, el psiquiatra Fredric Wertham concluyó que el personaje respondía al ideal nacionalsocialista del superhombre que Hitler tomó de Nietzsche. En 1986, en su sombrío cómic "El caballero oscuro", el escritor y dibujante Frank Miller trasladó a Superman y Batman al contexto de la Guerra Fría, retratando al primero como un servidor de los intereses de Ronald Reagan y al segundo, como un marginal que opera desde las sombras. Hay otros ejemplos de historietas politizadas -y debates en torno a estas figuras de la cultura popular-, pero lo que nos interesa ahora es "Superman: Hijo Rojo", serie lanzada por DC Comics en 2003 en la que Mark Millar se hace una pequeña pregunta ucrónica: ¿qué pasaría si, en vez de aterrizar en Kansas como dicta la historia oficial, el pequeño Superman hubiese caído en una granja de Ucrania durante la Unión Soviética?
La llegada de HBO Max a Chile entrega las respuestas a quienes no hayan leído el cómic. "Superman: Hijo Rojo", la película, es una adaptación animada fiel al trazo original sobre un universo paralelo que funciona más allá de la broma inicial.
Tras una introducción que nos muestra la infancia del niño kryptoniano en los hermosos campos de la Europa del Este, saltamos al Moscú de los 50. Ahora trabaja para Stalin y está completamente dedicado a la causa comunista. Superman pelea en batallas, divulga los principios soviéticos por el mundo y participa en actos oficiales que son transmitidos en blanco y negro por la televisión propagandística. Hasta que, con dolor y vergüenza, se entera de las ocultas violaciones a los derechos humanos cometidas por el régimen y decide enfrentar a su mentor.
Mientras tanto en Estados Unidos, el gobierno construye otro Superman para enfrentar a su bloque rival en la Guerra Fría. Este es diseñado por Lex Luthor quien, en este plano alternativo tiene pelo y está casado con Lois Lane, la que sigue siendo una ambiciosa periodista de diario, defensora de la libertad de expresión versus la censura del régimen opositor. La tensión sexual de Superman no será con ella, como es costumbre, sino con la Mujer Maravilla, una embajadora de la paz soviética que se une a él en contra de la adversidad estadounidense. Por ahí aparecerá también Batman como una suerte de asesino anarquista que busca destruir sistemas políticos desde las penumbras.
"Superman: Hijo Rojo" reemplaza piezas que conocemos en el tablero de la cultura popular con menos suspicacia que vocación de reconstrucción. Digamos que no está hecha desde la sátira, sino que posee cierta ingenuidad que, a pesar de todo, no le juega en contra. Los trazos visuales, con reminiscencias gráficas a la estética de propaganda soviética, son también un plus. Es un divertimento que en Rusia fue considerado como parte de una "guerra informativa" de Estados Unidos en contra del país. Los perjuicios de la sobreinterpretación.
"Superman: Hijo rojo" es una adaptación de la obra en papel lanzada por DC Comics.
Por Andrés Nazarala R.
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