El cambio tranquilo de Gabriel Aldoney
Exintendente socialista de Valparaíso, coordinador de la campaña de Yasna Provoste, valora la experiencia en la conducción política. Hay en sus palabras miradas al esquivo centro político, que representaría un 34% del electorado, cifra que se debe barajar con ese 50% de indefinidos electoralmente que aparece en la encuesta CEP, donde Yasna Provoste muestra un 6% de las preferencias
La señal política es importante, un socialista histórico como coordinador regional de la campaña presidencial de Yasna Provoste. Es Gabriel Aldoney, exintendente de Valparaíso, quien asume ese cargo con un mensaje claro de cambios, pero sin olvidar el valor de la experiencia. Es un tema, pues de un lado y de otro advierten que Gabriel Boric, postulante que en estos momentos encabeza las encuestas, carecería de ese atributo.
A propósito de encuestas, la gente de Yasna Provoste debe asumir, sin que se trate de un oráculo, que la expresidenta del Senado está en tercer lugar en los estudios de opinión.
Aldoney, en entrevista con este Diario, recalca una cuestión de fondo, la recuperación de la confianza de la gente en la política. "Una confianza en la institucionalidad pública implica diversos cambios para responder a las falencias", señala y recuerda, a la vez, que "está muy cercano el tema de la desigualdad, de los privilegios, y ahí debemos trabajar".
Para hoy, jueves, iniciada formalmente la campaña para la elección presidencial del 21 de noviembre, se anuncia la inauguración del comando nacional de la postulación de Yasna Provoste, que tendrá lugar en Valparaíso, signo de compromiso con la regionalización. En la reunión se consulta un encuentro con los comités de vivienda, poniendo así en primer plano un tema que impacta al mundo social.
Como ejes centrales de la postulación, Aldoney considera "lograr un cambio en la sociedad chilena que dé cuenta de las necesidades que se han expresado en los últimos años, sin generar una situación de desequilibrio de lo que el país ha ido alcanzando". Y agrega una concepto que puede ser convocante: "Un cambio tranquilo, lo que no significa que sea un cambio lento, sino que un cambio que saque lo mejor que hemos sido capaces de construir y seamos capaces de reconocer los defectos y cómo el nuevo proceso va generando nuevas condiciones para que el país siga creciendo".
El mensaje de Gabriel Aldoney tiene la valentía de no sepultar lo ganado en gobiernos de la transición a la democracia, actitud desafiante ante los entusiastas y lapidarios jueces de "los 30 años". Hay en sus palabras miradas al esquivo centro político, que representaría un 34% del electorado, cifra que se debe barajar con ese 50% de indefinidos electoralmente que también aparece en la encuesta CEP, donde Yasna Provoste resulta con un 6% de las preferencias. Claro está, téngase presente, estas cifras son volátiles y están condicionadas más que por convicciones por la contingencia.
Y dentro de esa contingencia para la primera vuelta electoral del 21 de noviembre tenemos factores que van desde el cuarto retiro de los fondos previsionales hasta la pandemia que sigue siendo una amenaza presente que, más allá de sus fatales efectos, también puede tener coletazos electorales.