Refugio de Cristo trabaja a contrarreloj para cumplir la meta de su colecta solidaria
En un año que ha sido complejo desde lo sanitario, la fundación que lidera el padre Enrique Opaso busca mantener su incansable labor, con una recolección de fondos de una ambiciosa meta. Eso sí, el párroco hace énfasis en la cantidad de gente que aporta en esta cruzada.
Pese a las dificultades que ha impuesto la pandemia, en el Refugio de Cristo no han bajado los brazos y continúan con su ardua labor, trabajando con cerca de 180 niños y niñas en situación de vulnerabilidad, derivados a los seis hogares con los que cuenta la fundación. Este año, además, se sumó el Establecimiento de Larga Estadía para Personas Mayores (ELEAM) de Playa Ancha, inaugurado en julio y que cuenta con el apoyo de la institución.
Con estos dos focos de trabajo, durante el mes de septiembre se ha estado realizando la tradicional colecta de la entidad, uno de los ítems más importantes para solventar los gastos de las residencias, y cuya meta para 2021 se fijó en 20 millones de pesos. La actividad cobra mayor importancia porque otra de las vías para recepcionar fondos, como es la Cena Solidaria, lleva dos años sin hacerse, golpeando fuertemente las arcas del organismo.
Respecto de los cambios que han tenido que hacer para esta nueva edición de la colecta, el asesor eclesiástico del Refugio, padre Enrique Opaso, explica que "esto de salir con los niños a la calle, cada vez se hacía más impresentable. La cultura en que vivimos ahora no está adecuada a eso, entonces, teníamos ganas de hacerlo de otra manera y la pandemia nos ayudó a tomar de decisión de hacerlo de forma virtual (www.rcristo.cl)".
"necesitamos de la luca"
Aun cuando la institución necesita de cuantiosos recursos para realizar su labor, que contempla el trabajo de un amplio equipo multidisciplinario de profesionales tanto para las residencias de jóvenes como del ELEAM, Opaso pone énfasis en la cantidad de personas que donan a la causa, más allá de la ambiciosa meta que se impusieron. Cabe mencionar que al jueves de esta semana, se llevaban recolectados casi nueve millones y medio de pesos, lo que representa un 47,43% del total.
"Uno siempre busca metas altas, quiere mirar para allá, pero cada peso que entra en una rifa, va a la caja del Refugio y va a los niños y niñas que necesitan de nuestra ayuda, y ahora los adultos mayores. Yo, al menos, no me preocupo tanto de la meta como del número de personas que están aportando en esto y han sido bastantes los que han colaborado", subraya el presbítero de la Parroquia San Miguel -Capuchinos- del sector de Recreo, en Viña del Mar.
En la misma línea, el religioso asevera que la institución requiere "las grandes donaciones, que también existen, pero sobre todo estas (más pequeñas), porque necesitamos la luca. Nos queda una semana todavía y ojalá podamos llegar a la meta, pero cuando tienes cientos de personas que donan una o cinco lucas, eso me llena el corazón de esperanza".
Eso sí, Opaso detalla que cuentan con otras fuentes de financiamiento, como son el sistema de socios y el apadrinamiento, por medio del cual empresas y personas entregan un aporte mensual cercano a los 350 mil pesos para asistir la educación, la vida y alimentación de los niños. "Tenemos estas dos fuentes permanentes y después tenemos mucha gente que hace donaciones, que han dejado legados en sus testamentos para ayudar a la fundación. Cuando a final de año se van sumando estas cosas, gracias a Dios salimos en azul y seguimos para adelante para el otro año", indica.
Sobrellevando la pandemia
Cuando llevamos poco más de un año y medio conviviendo con el covid-19, siempre es bueno hacer balances y en ese sentido, el timonel del Refugio valora que en sus residencias no han sufrido con los contagios de los jóvenes, destacando que tanto el Sename como el Servicio Nacional de Salud "han hecho un plan muy interesante para llevarnos todo lo necesario para mantener a los niños y nosotros, como siempre, complementamos con las ayudas que la gente nos da para lograr los fines que queremos con los niños de las residencias. Por eso son tan importantes las colectas, las campañas y actividades que hacemos durante el año para reunir recursos".
En lo que respecta al ELEAM, el director general indica si bien tienen capacidad para 70 adultos mayores, por ahora tienen 33, debido a las estrictas normas sanitarias que rigen su ingreso: "Pueden entrar tres personas a la semana, que tienen que hacer primero un aislamiento de siete días, para incorporarse después a la comunidad y luego de hacerse el PCR, llegan otros tres. Calculamos que antes de fin de año debiéramos tener a los 70 con nosotros".
Por esto mismo, asume que "ha sido un poco difícil" trabajar con las personas de tercera edad, considerando que su recibimiento no ha sido tan fluido como podría ser en otras circunstancias, lo que "nos ha impedido que invitemos a la gente a conocer el ELEAM, a tomar contacto con ellos, eso todavía no lo podemos hacer de forma presencial, pero lo hemos hecho virtualmente". Eso sí, remarca que "cuando salgamos de la cuarta fase a la libertad absoluta, vamos a tener en primera línea al hogar de adultos mayores". 2
Cuando tienes cientos de personas que donan una o cinco lucas, eso me llena el corazón de esperanza".
Nicolás Reyes Acevedo
reportajes@mercuriovalpo.cl
"
opaso espera que pronto puedan completar cupos delEleam.