Abandono y pobreza en adultos mayores
Estudio revela que junto aumentar el grupo de la tercera edad aparece también aumento en las carencias de ese sector. Para el director de Investigación de la Facultad de Gobierno de la UDD Mauricio Apablaza, los cálculos de pobreza tienen directa relación con los ingresos que perciben los adultos mayores.
El 20% de la población de la Quinta Región, sobre un total de 1.934.000 habitantes, está constituida por adultos mayores. Esta cifra sitúa a Valparaíso en el segundo lugar del país en cuanto a residentes que tienen sobre 60 años. Del porcentaje indicado, el 6.2% se encuentra en condiciones de pobreza, cifra inquietante si se considera que el año 2017 esa situación afectaba al 3.4% de ese grupo etario. En el plano nacional, cuando el país se acerca a los 20 millones de habitantes, la pobreza en 2021 castiga al 5,6% de los adultos mayores, aumento comparando el 4,5% de 2017.
Estas cifras son el resultado de un estudio realizado por la Universidad del Desarrollo, UDD, y la Caja Los Héroes y permiten conocer un cuadro general de la situación que vive un importante sector de la población del país. Lo primero que se debe tener en cuenta es que tras esos números hay seres humanos, familias que padecen diversos problemas que muchas veces no son adecuadamente resueltos.
Es un hecho que en los casos de vulnerabilidad esa situación se agrava cuando se trata de adultos mayores. Otros grupos de menor edad tienen, como sea, mayor capacidad de resistencia. Para el director de Investigación de la Facultad de Gobierno de la UDD Mauricio Apablaza, los cálculos de pobreza tienen directa relación con los ingresos que perciben los adultos mayores, ya sea mediante trabajos informales, formales o pensiones. Precisa que el 33,5% de los que viven en situación de pobreza son pobres extremos.
Lógicamente el tema de los ingresos afecta directamente la calidad de vida pues supone limitaciones en salud, vivienda, alimentación, vestuario, transporte o esparcimiento. Pero junto a esas carencias hay otras muchas veces ocultas como es el abandono y la marginación social debido a que el núcleo familiar o de relaciones ha ido desapareciendo. Este aspecto humano es difícil de reconstruir.
El informe además revela que el 15,8% del total de hogares del país está compuesto solo por personas de 60 años o más, lo que significa que más de 1,6 millones de adultos mayores no conviven en lo inmediato con otras personas, en circunstancias que hay enfermedades, incapacidades y dificultad para realizar operaciones normales que van desde el aseo personal hasta movilizarse y hacer compras. Y también está presente la tecnología que muchas veces, especialmente en trámites asistenciales, se da, erróneamente, por conocida.
El estudio mencionado y otras cifras ya conocidas revelan un envejecimiento de la población que merece mayor atención. Es cierto que hay un servicio focalizado y prestaciones económicas que, siendo importantes, no tocan aspectos humanos como es el caso concreto de la soledad en una sociedad cambiante, que pareciera olvidar que la vejez es una realidad ineludible.