Rey emérito Juan Carlos I: "Aquí no molesto a la corona"
REALEZA. Renunciado monarca español habló incluso sobre su rutina con la escritora francesa Laurence Debray para un libro cuyo contenido adelantó Paris Match.
El rey emérito Juan Carlos I que eligió Emiratos Árabes Unidos para instalarse porque desde allí no molesta a la corona española.
Así se desprende de extractos de Mi rey depuesto, un libro sobre el monarca escrito por la francesa Laurence Debray, divulgados en la más reciente edición de la revista Paris Match.
Quien abdicara del trono en favor de su hijo en junio de 2014 se encuentra en Asia desde agosto de 2020, tras ser investigado por la Fiscalía del Tribunal Supremo por presuntos negocios irregulares en el extranjero.
Son pocos los detalles que filtra la revista del libro que saldrá a las librerías francesas el próximo 6 de octubre, en el cual Debray asegura haber mantenido conversaciones telefónicas con el emérito a finales de 2020 y haber intercambiado algunos mensajes por WhatsApp durante el confinamiento, antes de visitarlo a Abu Dabi la pasada primavera boreal.
últimas fotos
París Match publica, sin embargo, un retrato de Juan Carlos del martes último, con camisa blanca, chaqueta azul y la bandera de España en la solapa, además de fotos de la mansión en la que vive en una de las islas del emirato.
La escritora, hija del filósofo Regis Debray -amigo de Fidel Castro y de François Mitterrand, que fue detenido junto al Che Guevara-, asegura que Juan Carlos está asistido por cuatro guardaespaldas españoles y una pareja de filipinos que se ocupa del servicio y la cocina.
Se acuesta temprano y cada día se levanta a las 07:00, hace algo de gimnasia para cuidar su cuerpo de 83 años, sometido a una veintena de operaciones, incluido el triple "by pass" de 2019, y lee todos los diarios españoles con su teléfono o tablet.
"No se queja, camina con ayuda de muletas y pasea su silueta adelgazada de paria en una casa sin pretensiones al borde del mar, fría y kitsch", escribió Debray.
Según el diario El Mundo de España, lo describe como "un jubilado americano: zapatillas, jeans y polera".
A veces, uno de los guardaespaldas lo acompaña a la piscina para proseguir su rehabilitación.
El resto del tiempo, cuenta la escritora, lo ocupa en conversaciones largas con sus abogados o con los pocos amigos que no le han dado la espalda.
Añora la comida
A la pregunta de Debray sobre si piensa regresar, el emérito se limita a responder: "Bastaría con tomar el avión".
Juan Carlos confiesa que lo que más añora de España es "la comida", aunque confiesa que un amigo le hace llegar jamón serrano.
Debray lo invita a pelear para salvar su legado y el emérito responde: "Las instituciones que dejé deberán bastar".
"Hablan por sí solas, pero es cierto que es más fácil destruirlas que construirlas", afirma.
Indagaciones abiertas
La Fiscalía mantiene abiertas varias indagaciones sobre Juan Carlos I.
La principal se centra en el cobro de 77 millones de dólares por presuntas comisiones de las obras del tren de alta velocidad Medina-La Meca (Arabia Saudí), de las que se hizo cargo un consorcio de empresas españolas, y que en 2012 donó a Corinna Larsen, quien fue su amiga íntima.
La Fiscalía también tiene puesta la lupa en si recibió donaciones no declaradas y si eventualmente pudo ocultar parte de sus fondos en paraísos fiscales.
Simultáneamente, las autoridades tributarias españolas inspecciona si dos regularizaciones fiscales cumplimentadas por el rey Juan Carlos se ajustan a la legalidad.