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Educación preescolar
Probablemente, a muchos parlamentarios, políticos y líderes de opinión les parecerá una obviedad abordar el tema de la asistencia de los niños al kínder y también intrascendente si este es o no obligatorio. Si no, me cuesta entender el rechazo al proyecto de ley sobre la materia.
Efectivamente, los estratos más educados y con mayores ingresos no se pierden respecto de la importancia de esta etapa educativa: lo más probable es que sus hijos y nietos estén asistiendo a la educación preescolar.
El problema no está allí. Está en las poblaciones, en el campo, en las familias más pobres de Chile. En el percentil 25, por ejemplo, solo un 50% envía a sus niños al colegio. Y, según la encuesta Casen, el 73% de quienes no llevan a sus niños al jardín infantil considera que no es necesario porque "los cuidan mejor en casa". Esto, pese a que la cobertura llega al 97%.
Entonces, hay un tema cultural, educativo e, incluso, una tremenda desazón en los hogares de los niños más vulnerables que los deja fuera de la educación inicial, precisamente en una etapa sustantiva para su futuro.
Por ello, el rechazo al kínder obligatorio no es una derrota política ni un golpe "al lucro". Es una herida enorme al corazón de niños y mujeres más vulnerables. Así lo entendemos quienes día a día estamos en las calles y en las comunas más desposeídas de Chile intentando frenar la llamada "condena de cuna", trabajo que hoy retrocede con la lamentable decisión de nuestros parlamentarios.
Anne Traub Directora de Fundación Niños Primero y Círculo Mujeres Power
Retiro del 10%
Partiendo de la base que cada cotizante es dueño de retirar o no su 10% de su AFP y usar ese dinero como quiera, considero que el argumento del señor Sichel no es muy sólido al indicar que el dinero lo traspasó a otra cuenta para incrementar su futura pensión. Se supone que sus ahorros no deben ser pocos y que $4.300.000 le ayudaran algo, pero no tanto.
Jorge Valenzuela Araya
Sistemas previsionales
Las administradoras de fondos de pensiones (AFP) han cumplido acertadamente su función, pues los fondos de sus afiliados han tenido una excelente rentabilidad. Sin embargo, ellas no pueden hacer milagros.
En el actual sistema de AFP solo se cotiza el 10% y la esperanza de vida ha aumentado significativamente con posterioridad al año 1980. Diversos estudios técnicos -entre ellos los de las comisiones Bravo y Marcel- concluían que para mejorar las pensiones era necesario aumentar la tasa de cotización y la edad de jubilación. No obstante, actuando irresponsablemente, los legisladores nunca efectuaron las modificaciones legales que la situación exigía.
Por otra parte, nada se dice en relación con el antiguo sistema de pensiones en que cada trabajador cotizaba el 20% o más de su sueldo y que para recibir una pensión debía haber cotizado durante al menos quince años, por lo que algunas personas no recibían pensión, aun habiendo aportado parte de su sueldo durante sus años trabajados. Aproximadamente un 50% de las personas terminaba sin recibir pensión. Lo ahorrado por el trabajador durante su vida laboral no era de su propiedad y, por lo tanto, no era heredable a diferencia del sistema de AFP de capitalización individual.
Adolfo Paúl Latorre Abogado
Innovación y aprendizaje
Los docentes han innovado en sus clases impulsados por la pandemia. En promedio, trabajan tres horas extras diarias cuando dan clases online o híbridas y el 91% asegura que usó nuevas metodologías. El problema es atribuir garantías de innovación a las tecnologías, sin contar con la evidencia científica de respaldo. Una cosa es innovar y otra es que realmente la forma en que hago mis clases sea efectiva.
Veo profesores que usan YouTube y aplicaciones interactivas y están lejos de lograr un aprendizaje efectivo en sus estudiantes. Existe un amplio consenso en atribuirle un valor especial a la lectura, al debate basado en el pensamiento crítico, al trabajo colaborativo, al esfuerzo individual y la escritura. Las nuevas metodologías se refieren en iguales términos a tutorías basadas en inteligencia artificial y, a su vez, a un debate donde se enseña vocabulario, argumentación, búsqueda de información, oratoria, etc. ¿Cuál es más efectiva e innovadora? Ambas, pero no necesariamente tienen igual efectividad.
Dejemos de pensar que la educación debe innovar mediante la tecnología para mejorar sus resultados. Lo único que garantiza el éxito del aprendizaje es un docente con avanzados conocimientos efectivos para liderar su clase. No le demos a la tecnología un mérito que a veces no tiene y enfoquemos las políticas públicas en los actores más relevantes del proceso de aprendizaje: los profesores. Eso sería innovar.
Soledad Garcés Académica Escuela de Administración de Servicios U. de los Andes