Cómo afecta el calzado la salud de nuestros pies
ACADÉMICO DE ESCUELA DE KINESIOLOGÍA PUCV EXPLICA QUE DE CADA 1.000 PERSONAS, 20 O 30 SUFREN ESGUINCES DE TOBILLO POR EL USO DE ZAPATOS TRADICIONALES.
El esguince de tobillo es la lesión musculoesquelética más frecuente a nivel mundial y la mayoría de las personas que la padece -entre 20 y 30 de cada 1.000- no busca tratamiento oportuno. Óscar Achiardi, académico de la Escuela de Kinesiología PUCV, señala que ello desencadena "alteraciones estructurales de la articulación que establecen la manifestación de inestabilidad crónica de tobillo (ICT), caracterizada por esguinces recurrentes y por la sensación persistente de que el pie y el tobillo 'ceden' repentinamente al caminar o hacer ejercicio, la que puede llevar incluso a la aparición de osteoartritis".
El profesional detalla que "aproximadamente 2/3 de las personas con ICT no buscaron atención médica tras sufrir su primer esguince, los que a su vez experimentaron un mayor número y frecuencia de esguinces recurrentes". Esto no permite una reparación de los tejidos ni un correcto restablecimiento del movimiento y control motor del pie y tobillo
Aunque parezca extraño, los zapatos tradicionales atrofian y reducen la estimulación de los elementos que fortalecen y mejoran el funcionamiento de los tobillos. Achiardi explica que el calzado "usualmente está construido con materiales firmes y una suela gruesa y rígida, con refuerzos en el talón y el arco longitudinal medial que sostienen y protegen la estructura del pie, reemplazando así la función de esta parte del cuerpo".
Hay tres componentes que le permiten al pie actuar como una estructura flexible para adaptarnos al terreno o amortiguar de forma rígida nuestro cuerpo en movimiento:
• Uno pasivo, que corresponde especialmente a la fascia plantar, tejido elástico de la planta del pie que colabora en la mantención de los arcos plantares.
• Uno activo, que corresponde primordialmente a una serie de pequeños músculos encargados de aumentar la estabilidad con su contracción.
• Uno neural, que es una serie de órganos sensoriales en la piel de la planta del pie, músculos y cápsulas articulares que informan al sistema nervioso central sobre cuándo se requiere mayor estabilidad o mayor movilidad.
Es importante estimular esos elementos con ejercicios focalizados que activen y fortalezcan la musculatura del pie, promoviendo la mantención de los arcos plantares a través de sistemas pasivos y activos.
El docente PUCV recomienda usar un "calzado minimalista construido con materiales flexibles, con una parte anterior ancha para permitir la forma normal de los dedos del pie y sin refuerzos extra sobre el talón ni los arcos plantares" para promover la correcta estimulación y utilización de los elementos esenciales para la salud de pie y tobillo".