"Lo clave es juntarme con el alcalde y los vecinos y convencerlos de las bondades del proyecto"
Hace una semana, la Corte Suprema invalidó el decreto alcaldicio que dejaba sin efecto el permiso de edificación del proyecto inmobiliario y comercial del Parque Pümpin en el barrio O'Higgins, en Valparaíso. La determinación del máximo tribunal abrió la incógnita sobre qué pasará con este valioso paño y pulmón verde de la ciudad.
Entre las opciones está que el empresario Nicolás Ibáñez, dueño del predio, lo venda. Uno de los interesados es el exlíder de Socovesa y actual inversor inmobiliario, Cristián Hartwig. En entrevista con este Diario, reconoció que está en negociaciones con Ibáñez.
Afirma que la clave no es una negociación con el privado, sino que convencer al alcalde Jorge Sharp y al Concejo Municipal, que rechazó por unanimidad el proceso de conciliación en la Suprema para realizar el proyecto de la Inmobiliaria del Puerto SpA, y a los vecinos, respecto a que la nueva iniciativa que plantea Hartwig, de construir solo en el 20% del terreno y ceder gran parte al municipio para un parque es -según él- rentable.
- ¿Cómo nace el interés por el terreno Pümpin y cómo ve el fallo de la Suprema respecto al paño?
- El fallo de la Corte Suprema es una condición muy fundamental para avanzar en el proyecto, pero de ninguna manera basta con el fallo de la Suprema. Para que un proyecto sea exitoso tiene que haber apoyo municipal y tiene que haber apoyo comunal. Tiene que haber apoyo de los vecinos de la zona, que sientan que este es un proyecto legítimo y que le aporta a ellos y a la ciudad. Y el alcalde, naturalmente, tiene que estar de acuerdo con esto. Si no es así, no funciona, en lo que a mí respecta, y no hay proyecto con mi participación. Creo, con alguna experiencia del tema, que es un buen proyecto, pero creo que el desafío es convencernos todos que sí es un buen proyecto. Creo que hay una buena oportunidad de juntar un buen terreno con un buen proyecto en una condición donde -a mi entender- el señor Ibáñez está en otros negocios, otros países, creo que él no va a desarrollar esto, creo que abandonó este proyecto y hoy día lo que hay es una posibilidad de hacerlo.
- ¿Cuál es su propuesta?
- Es un terreno de 10 hectáreas y la idea es emplazar los edificios en una parte que es bastante pequeña, cercana al 10% de eso, y en el resto que quede un parque para la comunidad y lo administre el municipio. ¿De qué forma? Habrá que ver qué recursos tiene el municipio, cómo lo quieren hacer. Esto de que la gente quiere un parque y se opone al desarrollo a mí me parece que es una conclusión errada. En un terreno tan grande como este, perfectamente se pueden hacer las dos cosas. Yo entiendo que hay gente que está opuesta a que se haga cualquier cosa y ahí es más difícil.
"en conversaciones"
- ¿Ha conversado con Ibáñez? ¿Hay posibilidad de compra?
- Absolutamente, hemos conversado y tenemos un acuerdo, en principio, para comprar el terreno, pero el acuerdo está condicionado, naturalmente, a que haya algún grado de buena voluntad por parte del municipio y de la comunidad para desarrollarlo. El señor Ibáñez es un señor muy rico a diferencia mía, él puede tener este terreno por los próximos, no sé, cincuenta o sesenta años, no es el caso mío. Si yo lo compro es para usarlo y desarrollarlo en forma relativamente sucinta.
- ¿Han acordado algún monto de venta o todavía están en negociación respecto al precio?
- No, no. Es verdad que los temas de precios dependen un poco de la constructibilidad, es un acuerdo que todavía está en borrador, así que no es el minuto para ahondar en esto. No tengo ninguna duda de que el acuerdo con el señor Ibáñez está claro para él y para mí, lo que no tengo muy claro es que si el municipio va a estar en este minuto de acuerdo en el desarrollo y si nosotros los logramos convencer con la comunidad de las bondades del proyectos, que para mí son muchas, en vez de dejar un sitio eriazo con todos los peligros y molestias que eso conlleva.
- ¿Su decisión de compra depende de la reunión con el alcalde?
- Del alcalde y de los vecinos. Soy un gran creyente que los proyectos inmobiliarios hoy día en este país no pasan solo por lo que diga el Plan Regulador. Hoy día los vecinos tienen mucho que hacer y creo que parte del trabajo de los inmobiliarios es reunirse con los vecinos y lograr un entendimiento de lo bueno y lo malo. No hay ningún proyecto inmobiliario que yo conozca que no tenga algunas desventajas para los vecinos, siempre hay un poco más de tráfico, siempre hay un poco más de ruido, pero las ventajas es que se desarrolla, que hay más opciones de trabajo en la misma zona y que la ciudad crece y va mejorando. Aquí vamos a hacer un proyecto que, yo creo, va a ser muy buen aporte para la zona.
-¿Cuándo va a pedir la reunión con el alcalde? ¿Ha tenido algún tipo de acercamiento?
- No. Yo pretendo pedirla la semana que viene.
- ¿Esa semana sería clave?
- Para mí lo clave es juntarme con el alcalde y convencer al alcalde, pero también al Concejo y a los vecinos de las bondades del proyecto. Los tiempos a veces se demoran más o se demoran menos, se demorará lo que tenga que demorarse. El negocio inmobiliario, para que funcione, hay que estarlo mirando con mucha flexibilidad y con mucha atención en forma prácticamente diaria.
Características
- ¿Cuáles son las características de su proyecto?
- Doce torres es algo que no está totalmente definido, pero sí que están emplazadas en algo parecido al 20% o 25%, y el resto del paño que sí queda como área verde, que habrá que hacer un acuerdo con el municipio de cómo se desarrolla y cómo se opera. Hay una ganancia clarísima para la zona en razón de tener un área verde.
- ¿Está por mantener las 750 unidades que se planteaban en departamentos?
- Es que me parece que si no es redifícil hacerlo que sea rentable. En un paño de 100 mil metros cuadrados, 750 departamentos es poco si quedan bien emplazados, que es la apuesta que se quiere hacer, no va a molestar a nadie.
- ¿Son más bajos en altura que lo propuesto por la Inmobiliaria del Puerto SpA?
- Pienso en 10 pisos, que me parece una altura media. Sería una inversión de $ 50 a $ 60 millones de dólares a lo largo de seis o siete años.
"Para que un proyecto sea exitoso tiene que haber apoyo municipal y tiene que haber apoyo comunal. Tiene que haber apoyo de los vecinos de la zona".
"El negocio inmobiliario, para que funcione, hay que estarlo mirando con mucha flexibilidad y con mucha atención en forma prácticamente diaria".