"Antes que llegara Castrilli como jefe de los árbitros, me ofrecieron cosas incorrectas"
"Estoy cansado", parte diciendo Reinaldo Sánchez. El presidente de Santiago Wanderers reconoce que por las noches, cuando le cuesta dormir, repasa en su cabeza todos sus problemas. Y el principal, hoy por hoy, es el arbitraje en el fútbol chileno.
"Cuando yo estuve en la ANFP, a los árbitros malos los hacía bajar al Ascenso. Si a los jugadores los castigan, por qué no se puede castigar también a los árbitros", dice el extimonel del fútbol chileno, quien hoy sufre por los cobros del lunes en contra del Decano, los que considera injustos.
"Es complicado que nos echen a dos jugadores y nos anulen un gol… En Inglaterra ya no le hacen caso a esa tontera de los milímetros para cobrar el off side", dispara el empresario microbusero, quien también apunta al encargado de la video asistencia arbitral en La Pintana.
"Yo no sé si Gustavo Ahumada, que estaba en el VAR durante el partido de Wanderers con Melipilla, ha dirigido muchos partidos antes", reflexiona.
- Más allá de su molestia con el arbitraje, ¿cómo ha visto jugar al equipo?
- Los veo jugando con mucho corazón, tenemos suerte, porque en el equipo hay muchos cabros wanderinos. No todos los clubes tienen esa posibilidad, porque el futbolista profesional no siempre se identifica con su camiseta, yo he visto identificación en Wanderers. Se nota por el empeño que le ponen, pero lamentablemente nos castigaron a dos importantes en el equipo como Ronnie Fernández y Matías Marín.
- ¿Usted cree que Wanderers fue perjudicado en el partido con Melipilla?
- Fuimos absolutamente perjudicados, la falta de Marín no es para expulsión, si uno lo ve con detención es cierto que roza al rival, pero no es mala intención, va en el aire. Para qué hablar del gol que le anulan a Canelón… Y piense que antes ya nos habían anulado un gol legítimo contra Cobresal. Por eso uno se pone a pensar cosas, yo creo que por eso ando cansado, de pensar tanta tontera.
- ¿Piensa que no han sido justos con su equipo?
- Mira, antes que llegara (Javier) Castrilli como jefe de los árbitros, una persona me vino a ver a mi casa acá en La Cruz. Me ofreció cosas incorrectas.
- ¿Quién era? ¿Qué le ofreció?
- Yo jamás lo voy a decir, pero desde ese momento quedé muy pensativo sobre ciertas cosas.
- ¿Cuál fue la propuesta de esta persona?
- Fue antes que llegara Castrilli, capaz que por esa misma razón cambiaron todo. No sé, pienso y pienso y me cuesta asumir que pasan estas cosas en el fútbol. Lo único que te puedo decir es que me ofrecieron cosas incorrectas, no quiero meterme en honduras.
- Usted no es una persona que llegó ayer al fútbol, me imagino que este tipo de episodios no debieran afectarle tanto.
- Me afecta porque el mundo está así, cualquier tipo te amenaza, te escribe en las redes sociales, yo creo que estos tipos saben los teléfonos de todos los árbitros. Está todo tan complicado, no sé si los árbitros ganan lo suficiente. Pero vuelvo a Wanderers y me molesta que una persona que está sola en el VAR va a decidir todo, prácticamente decide que un club baje de división. Hubo dos jugadores expulsados, un gol anulado, claramente además nos perjudica en los próximos partidos. No vamos a estar en las mismas condiciones que el resto, porque perdemos a uno de nuestros líderes, que es el cabro Fernández, eso me tiene molesto y amargado.
- Más allá del tema del arbitraje, ¿a qué atribuye la levantada en las últimas fechas?
- Al corazón de los jugadores, tienen un líder que es Ronnie Fernández. Cuando existe un líder positivo, las cosas andan bien.
- Da la impresión que coincide con la partida de jugadores que eran considerados una mala influencia.
- Yo no quisiera hablar de eso, porque no es bueno, eran compañeros de los cabros que están en el equipo. Prefiero atribuir el alza al nuevo liderazgo que hay hoy día no más. Además, al corazón que le ponen los jugadores por amor a la camiseta. Lo otro es una cosa conversable, pero no publicable.
- ¿Pesa también el incentivo económico que le ofreció al plantel por mantener la categoría?
- Tampoco lo puedo decir, algo tendrá que ver, pero no lo puedo decir.
- Hace poco conversé con su hijo Andrés Sánchez, presidente de la comisión fútbol, y me dijo que había representantes de jugadores que querían perjudicar al club.
- Yo sé que la otra vez uno lo amenazó. Algo así me dijo Andrés, fue porque estaba haciendo gestiones junto a (Rafael) González sin intermediarios. Sé que un representante lo amenazó con palabras que no deben usarse.
- ¿Qué opina acerca de la presencia de este tipo de actores en la propiedad de los clubes?
- Eso es lo más nefasto que hay y la ANFP no le ha puesto el atajo correspondiente. Es nefasto, se lo decía el otro día a Hernán Cortés, no sacamos nada con gastar cuatrocientos diez millones anuales en cadetes si al final los dueños de los pases van a ser los representantes. Y los cabros más encima le hacen caso en todo a los manejadores.
-Yo sé que existe un contrato de confidencialidad, pero qué puede decir sobre la forma en que usted asumió el control accionario de la sociedad anónima. ¿Rafael González ganó algo con la venta de sus acciones?
- Muy poco. Wanderers tenía una máquina administrativa muy cara, casi 300 millones de pesos mensuales. Imagínate si no podemos mantenernos en Primera, el ingreso (por televisión) se reduce a 80 millones de pesos, quién va a poner los 220 que faltaban… Eso también me tiene un poquito enfermo. Pero he tomado hartas medidas.
- Más allá de todo lo institucional y sus preocupaciones, ¿sigue teniendo fe en que el equipo se salva?
- Hay que hacerle empeño hasta el último, hasta cuando sea razonable, todavía estamos en esos parámetros. Y si no pasa, hay que darles minutos a todos los cabros jóvenes, que son con los que vamos a tener que jugar el próximo año, porque el presupuesto no nos va a dar para realizar contrataciones ridículas. Antes las cosas eran diferentes, porque cuando Wanderers estaba en el Ascenso, en el tiempo mío, nuestras entradas eran superiores a las del resto, como Curicó, Ñublense o Rangers, todos esos que desfilaron por Segunda División. Nosotros teníamos la mejor publicidad, el mejor sponsor, pero hoy día todos están nivelados porque la ANFP les entrega a todos lo mismo. Los únicos que tienen ventaja son Colo Colo, Universidad de Chile y la Católica, entonces las cosas están muy diferentes.
- Esta nueva situación también es una prueba para la gestión dirigencial.
- Hay que tratar de hacerlo bien, pero eso es lo que me pasa en la noche. Tú no tienes mi edad, pero cuando tienes mis años empiezas a repasar la película. Es jodido.
- Y en qué quedó su pasión por la hípica…
- Ahora está todo diferente, las cosas cambiaron. Tampoco fui un gran gran gran apasionado por la hípica, lo hacía porque tenía que dedicarme a otra cosa, como ya no estaba en el fútbol. Mi pasión siempre ha sido el Wanderers, en mi familia eran todos wanderinos. Yo jugaba en el Bandera de Chile, donde partió el cabro Marín, allá en Recreo.
"No sacamos nada con gastar cuatrocientos diez millones anuales en cadetes si al final los dueños de los pases van a ser los representantes".
"Me molesta que una persona que está sola en el VAR prácticamente decide que un club baje de división. Hubo dos jugadores expulsados, un gol anulado, claramente nos perjudica".
"Hay que hacerle empeño hasta el último, hasta cuando sea razonable, todavía estamos en esos parámetros. Y si no pasa, hay que darles minutos a todos los cabros jóvenes".
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