Calidad del servicio y seguridad en rodoviario
La grave agresión a una mujer que llegaba al terminal viñamarino evidencia la urgencia de cambiar las condiciones de operación del recinto y su entorno. La calidad del servicio del terminal es un tema clave para el prestigio de Viña del Mar y su condición de polo turístico. Es la gran puerta de entrada a la ciudad y en esa condición debe dar garantía a los usuarios.
El gravísimo ataque del que fue víctima una mujer en el exterior del terminal rodoviario de Viña del Mar deja a la vista dos graves problemas que afectan a ese lugar en particular y al sector en general. El primero de ellos es que después de cierta hora el terminal queda cerrado y los pasajeros deben dejar el bus en el exterior, esperando que alguien los venga a buscar. En otras palabras, las personas, sin alguien que las acompañe o las espere, quedan expuestas al segundo problema que afecta al lugar.
Y ese segundo problema es la inseguridad general del sector centro oriente de la comuna, especialmente en horas de la noche y madrugada.
Esto se acentúa cuando cierra el comercio y disminuye el movimiento de buses tanto de los servicios locales como aquellos que utilizan el terminal rodoviario.
Pero insistiendo en el tema del terminal, piden concejales y parlamentarios acelerar el llamado a una nueva concesión. La actual, que termina en marzo próximo, estaría presentando "incumplimientos contractuales", afirma la alcaldesa Macarena Ripamonti.
Sobre la concesión misma, la Fiscalía Nacional Económica determinó las condiciones para un nuevo llamado a licitación con bases que protejan la libre competencia y mejoren el estándar del recinto, hoy en deplorables condiciones en su interior y exterior.
Indica la Fiscalía que "la municipalidad deberá elaborar un Reglamento Interno, someterlo a consulta pública en forma previa a su aprobación e incluir la versión final de dicho reglamento en las nuevas bases". Oportuna instrucción que entrega una ruta para elaborar las bases de la nueva licitación, transparente y beneficiosa para la ciudad, los pasajeros y, por cierto, para las líneas de buses que lo utilizan. En cuanto a ese punto, es fundamental que el terminal esté abierto a nuevos operadores de transporte, asegurando así mayor competencia con la aparición de otros actores.
Una materia en la cual se debe insistir es en la seguridad de los pasajeros, no solo en el interior, sino que también en el entorno, aspecto en el que es urgente una permanente coordinación con las policías. El control policial es un punto básico, ya que la delincuencia, con la droga como ingrediente, está siempre presente en estos recintos de gran concentración de público.
Por su parte, la Contraloría de la municipalidad debe estar atenta al cumplimiento del futuro contrato de concesión.
La calidad del servicio del terminal es un tema clave para el prestigio de Viña del Mar y su condición de polo turístico nacional e internacional. Mientras no exista un servicio ferroviario de pasajeros entre la capital y Valparaíso y Viña del Mar, este terminal es la gran puerta de entrada a la ciudad y en esa condición debe dar garantía a los usuarios y a los servicios de transporte público que allí operan.