Cartas
Indignación
Indignación causa ver el balance de las acciones delictuales cometidas por quienes atacaron la propiedad pública y privada, realizaron saqueos y provocaron daños materiales. Incluso, la jornada del 18 de octubre terminó con el deceso de dos personas.
Indignación también causa oír el cruce de palabras entre autoridades gubernamentales y representantes de la oposición que justifican lo injustificable. Indignación causa que no se vea el mal causado.
Indignación causa que no abran los ojos para ver tanta maldad y caos, lo que impide que Chile viva en paz y progrese, factores que son responsabilidad de todos. Indignación causa ver los daños ocasionados a terceros de manera indolente por quienes se amparan en la oscuridad y la multitud.
Deseo tiempos mejores para nuestra patria.
René Adrián Zapata Valiente
Responsabilidad
Fuentes de trabajo perdidas, bienes ganados con esfuerzo perdidos e incluso vidas perdidas. Es la realidad con la que el 19 de octubre despertaron algunos chilenos por consecuencia de los hechos delictuales del 18-O. Pero ¿qué pasará cuando pregunten quiénes son los responsables?
Tal como dijo el subsecretario Galli, parte de esa ineludible responsabilidad es de políticos como Catalina Pérez (RD), con su llamado a quemarlo todo en febrero de este año; Yasna Provoste, que presentó un proyecto de indulto para avalar la delincuencia; Gabriel Boric, que apoya el indulto general, apoya las barricadas y visita a violentistas en la cárcel; o Fernando Atria, que romantiza la violencia diciendo que sin ella no habría habido proceso constituyente. Háganse cargo.
Pilar Riesco V.
Proyecto de indulto
Las múltiples imágenes que dejó el segundo aniversario del estallido social hacen regresar los fantasmas de un Chile destruido y gobernado por la violencia. Saqueos, incendios, vandalización e incluso personas fallecidas es el negativo saldo de una jornada que ha sacado lo peor de la sociedad.
Pero ¿qué hacen algunos políticos al respecto? Lamentablemente, candidatos presidenciales como Yasna Provoste y Gabriel Boric promueven una ley de indulto que no hace más que amparar la violencia con un "chipe libre" para los delincuentes.
Ahora, después de los hechos registrados el lunes, ¿seguirán promoviendo esta ley?
Martina Claro B.
Proceso constitucional
¿Por qué la Convención Constitucional vinculó el inicio del debate de los contenidos de la propuesta de texto constitucional con el aniversario de los hechos de violencia vandálica y de destrucción del metro de Santiago ocurridos el 18 de octubre de 2019? ¿Por qué los convencionales constituyentes eligieron para presidir la Convención a una figura que no es representativa de la gran mayoría de los connacionales y que viste un supuesto traje típico de su etnia? ¿Por qué en el plebiscito de salida para aprobar la propuesta de texto constitucional -de una Carta Fundamental que pretende ser "la casa de todos"- bastará una mayoría simple y no se exigirá una mayoría de dos tercios?
Adolfo Paúl Latorre Abogado
Única tarea encomendada
Cuando se postula a un cargo suele haber una evaluación previa al candidato respecto de sus competencias y acerca de sus antecedentes personales. De ser seleccionado, el candidato debe aceptar las características y condiciones de la responsabilidad del cargo que asumirá.
Los candidatos a la Convención, dada la improvisación que existió en ese proceso, no fueron evaluados ni respecto a sus competencias ni a sus antecedentes personales. La simulación de un cáncer para conquistar votos, ser elegido y ganar dinero realizada por el electo Rodrigo Rojas Vade es una evidencia vergonzosa e impresentable de esto. No sabemos cuántos casos similares existen de manera oculta entre los electos.
Respecto a la función del cargo de constituyente, todos los candidatos sabían que su función era redactar una nueva Constitución para Chile. Nunca se habló de plebiscitos parcializados durante el proceso de redacción (que requieren tiempos de reflexión y protocolos y tienen costos) ni menos con la intención de modificar de hecho el porcentaje de dos tercios requeridos para definir temas que requiriesen votaciones. Esas eran y son las condiciones.
Desconocer las "reglas del juego" que aceptaron al someterse a la elección no corresponde y cualquier modificación a dichas reglas debería considerarse nula y, posiblemente, demostraría la incompetencia que tienen algunos de los constituyentes electos para redactar un texto constitucional, que es la única tarea encomendada.
Nathan Novik
Mercado del gas domiciliario
Luego que se conociera el informe de la Fiscalía Nacional Económica acerca de las deficiencias que presenta el mercado de la distribución del gas licuado en cilindros, surgieron de inmediato dos reacciones: una de los sectores socialistas del Congreso Nacional presentando un proyecto de ley que permita a la empresa estatal Enap ingresar al mercado de la venta de gas domiciliario y otra del Gobierno que anuncia la presentación de un proyecto de ley para modificar el actual marco regulatorio de manera de superar las deficiencias señaladas por la FNE.
Como puede verse, se trata de dos repuestas muy diferentes frente a una misma situación que urge solucionar. La primera busca resolver el problema a través de la intervención directa del Estado en un mercado propio de los particulares y la otra con el ejercicio de las herramientas legales regulatorias propias de un Estado subsidiario.
Si bien el mercado del gas residencial es altamente sensible a los consumidores y debe asegurarse su recto funcionamiento para evitar monopolios y abusos que los perjudiquen, tal propósito debe alcanzarse con un adecuado marco regulatorio y no con la intervención estatal en dicha actividad comercial. Lo anterior implica una intervención indebida del Estado en materia económica y una competencia que los particulares no podrán resistir, terminando por ser desplazados.
Hoy se busca intervenir el mercado del gas domiciliario a excusas de haber deficiencias en su funcionamiento; mañana serán otros mercados y no faltarán las razones. Así, el Estado seguirá creciendo, haciéndose todopoderoso e imponiéndose sobre nosotros, los ciudadanos.
Francisco Bartolucci Johnston Abogado