Las caras de los jugadores de Wanderers cuando Angelo Hermosilla decretó el final del partido frente a Antofagasta ahorraban comentarios.

Juan Soto se llevó las manos al rostro, Mauricio Viana caminó cabizbajo a camarines y Luis García se demoró un par de minutos en abandonar la cancha, mirando al horizonte, manos en jarra, buscando una explicación o tal vez un consuelo.

El partido contra los Pumas -como todos los de la recta final del torneo- era de vida o muerte para los caturros. Sobre todo considerando el empate de Huachipato ante Audax y la victoria de Melipilla sobre la "U".

Por eso la derrota pegó fuerte en los experimentados del plantel, quienes intuyen que el desenlace de esta historia no será feliz.

Pese a que Ronnie Fernández se reunió con sus compañeros en el camarín tras la brega, arengándolos para que no bajen los brazos pensando en que el viernes tienen un nuevo desafío en casa frente a Palestino, el peso de la realidad parece haber caído con toda su fuerza sobre los hombros de los wanderinos.

Cuando quedan apenas seis partidos por disputarse, los de Valparaíso están seis puntos abajo del cuadro acerero, penúltimo en la clasificación y que también perdería la categoría.

Pese a la ilusión que generó el alza del juego del Decano, los resultados mandan: en los últimos cinco encuentros han empatado uno, ganado otro y perdido tres.

Gol fortuito

Todo partió mal ayer en Playa Ancha para los locales. Cuando se jugaba el segundo minuto del encuentro, Byron Nieto lanzó un centro desde la derecha, buscando el cabezazo de Tobías Figueroa. El centrodelantero del equipo nortino no alcanzó a conectar el balón, que dio un bote y desorientó al portero wanderino. Un gol inesperado.

La historia no continuó mejor para los verdes, que mediante el oportunismo de Sebastián Ubilla estuvo a punto de empatar en dos oportunidades. Arce y Marín también probaron las manos de González desde fuera del área.

Por eso no fue extraño que mientras rondaba cerca del pórtico antofagastino, el "Conejo" fuera víctima de un claro penal que el discreto juez del encuentro tuvo que ratificar mediante el VAR a los 36'.

Durante la semana de entrenamientos en Mantagua, el plantel practicó lanzamiento de penales y el más efectivo fue Arce. Por eso no extrañó que fuera el designado para cobrar la falta, considerando además que Fernández había desperdiciado uno frente a la "U".

Con lo que no contaban en Valparaíso era con la estirada de González, quien rozó el balón, que se terminó estrellando con el vertical.

Fue tan grande el golpe para Wanderers que después de ese minuto solo volvió a llegar con peligro una vez.

Pese a tener un completo dominio del juego en el complemento, el equipo de Emiliano Astorga no alcanzó a inquietar demasiado a los Pumas.

Solo Ubilla, a los 77', asustó con un tiro desde el borde del área.

¿El resto? Centros desmedidos, intentonas individuales infructuosas, repetir el libreto de buscar ya casi sin convicción el pivoteo de Ronnie para ganar la segunda pelota.

El desgaste físico y también emocional parece estar pegándole fuerte a un plantel que supo tomar un segundo aire cuando se sumaron incorporaciones clave y salieron elementos negativos.

Pero hoy todo indica que la micro se está quedando sin bencina.

"Hemos soportado harto, el equipo ha sido fuerte, porque con todo lo que ha pasado para atrás debería estar muerto, pero la entrega es al máximo, la actitud de cada jugador es buenísima, y eso es admirable".

Emiliano Astorga, DT de Wanderers

"

Pese a su mensaje de optimismo, el tono de voz de Emiliano Astorga revelaba el abatimiento del entrenador wanderino tras la derrota frente a Antofagasta.

El exzaguero repitió muchas veces la palabra dolor para describir lo que sintió el equipo por no poder sumar tres puntos, situación que los acerca cada vez más al precipicio.

"A los tres minutos nos encontramos con un gol desafortunado, el jugador de Antofagasta tiró un centro y la pelota se metió en el segundo palo. No estaba en los planes comenzar perdiendo inmediatamente, tuvimos varias posibilidades en su área, el penal, y lamentablemente no convertimos. En este tipo de partidos no podemos darnos el lujo de perder un penal, por la situación que estamos viviendo", reflexionó el DT porteño.

Para el técnico, el golpe que recibieron ayer en Playa Ancha les pegó duro por muchos factores, uno de los cuales es la edad de sus jugadores.

"Nosotros tenemos un plantel joven, que siente mucho estos golpes, son todos del club, hoy (ayer) había 16 jugadores nacidos acá, pero la tarea nuestra y de los más experimentados es levantarlos, remecernos, conversar y dar vuelta la hoja", dice.

Astorga hace un repaso de la historia del Decano en el torneo y concluye que "con todo lo que ha pasado para atrás debería estar muerto este equipo, pero la entrega es al máximo, la actitud de cada jugador es buenísima, y eso es admirable".

Y por último avisa que pese a todo, no van a bajar los brazos.

"Tenemos que tratar de sobreponernos, hay jugadores líderes y deben evitar que caigan otros que también son experimentados. Nos quedan muchos partidos, enfrentándolos de las mejor forma, ponerle el pecho a las balas. Hay que entregar todo lo que tenemos hasta el final, hay que recuperarse física y mentalmente para los partidos que nos quedan", señala.