Enfrentar el delito, la tarea prioritaria
La opinión regional señala en una encuesta que frenar la delincuencia debe estar en el primer lugar de la agenda del Gobierno. Gonzalo García, investigador de Piensa, sostiene que "estos datos podrían sugerir que mientras no se tomen medidas para enfrentar decididamente la violencia y los casos de corrupción, difícilmente encontraremos paz social en el corto plazo".
El último estudio de la Fundación Piensa señala que la principal inquietud de la población de la Quinta Región es la delincuencia. Ese problema debería ser prioritario para el Gobierno, para el que ahora termina y para los que vienen.
El trabajo, finalizado en terreno el 13 de septiembre, muestra el tema del delito con 44% de las menciones de los entrevistados, alza de 12 puntos en relación al año anterior.
En segundo lugar está la educación, con un 36% de las menciones, marcando una baja en relación a 2020, y en tercer lugar aparece la corrupción política, con un 35% de menciones. Se podría afirmar, sin equivocarse, que la corrupción política es también una forma de delincuencia.
En cuanto al punto prioritario la opinión de la gente refleja situaciones personales y hechos que son conocidos a través de los medios de comunicación, especialmente la televisión, que muchas veces llega al morbo para "ilustrar" dolorosos casos delictivos.
En cuanto a números, el Centro de Estudios y Análisis del Delito (CEAD) informa que en lo que va corrido de 2021 se han registrado 14.362 delitos de mayor connotación social en la Región de Valparaíso. De esos, los más graves son los homicidios, en inquietante aumento en Valparaíso y Viña del Mar. Están además las lesiones, violaciones, robos con fuerza y robos con violencia. En cuanto a lugares más amagados por estas situaciones, el primer puesto lo tiene Valparaíso, con 2.909 casos, seguido de Viña del Mar, con 2.832.
Analizando el panorama general, Gonzalo García, investigador de Piensa, sostiene que "en un contexto social y político tan delicado como el que atraviesa el país, estos datos podrían sugerir que mientras no se tomen medidas para enfrentar decididamente la violencia y los casos de corrupción, difícilmente encontraremos paz social en el corto plazo".
Acertada afirmación. La paz social será solo una aspiración mientras no se frene la violencia en todas sus expresiones, incluso aquella que se cubre con el manto generoso de "manifestación democrática".
La tarea de frenar la delincuencia que debería acometer la autoridad de acuerdo al resultado de la encuesta, parte por una voluntad política de acción acompañada de condenas tajantes a la violencia, sin cómodas reservas.
Hay que tener en cuenta que la delincuencia, la inseguridad, son un freno a la inversión, al desarrollo, a la creación de nuevas fuentes de trabajo. Significa también para los hogares comunes y corrientes un gasto en seguridad tan gravoso como una cuenta más de servicios. Rejas, nuevas cerraduras, luces, alarmas para casas y vehículos…
Aciertan los encuestados cuando fijan como tarea prioritaria del Gobierno el freno a la delincuencia. Las promesas han existido y son reiteradas, pero se ahogan en un clima de inseguridad que ya es parte de nuestra vida diaria.