Valparaíso Profundo y su conjunción de disciplinas
Como idea comenzó siendo sólo un teatro -que hace poco comenzó con presentaciones presenciales-, sin embargo actualmente cuenta con una perspectiva patrimonial de rescate tanto del recinto como de su historia; y también incluye una biblioteca.
Alejandra Jiménez Cid tiene una dilatada trayectoria en el mundo de las artes escénicas regionales y, al igual que muchas personas dedicadas a esta área, uno de sus grandes problemas era hallar el lugar adecuado tanto para presentarse como para ensayar. El destino quiso que justo al lado de su casa encontrara el sitio perfecto: así nació hace cinco años Valparaíso Profundo, un recinto que actualmente es mucho más que un teatro, ya que cuenta con una biblioteca y un café, además de trabajar en un proyecto de rescate patrimonial de la Escalera Fischer, donde se encuentra emplazado.
"Era una bodega. La bodega del maestro Pedro, que todo el mundo lo conocía acá (...) y se fue, porque además cambiaron al dueño de esta gran propiedad", cuenta. Fue en la primera visita que hizo en terreno el propietario, que la actriz le comentó que estaba interesada en el recinto para hacer un teatro, idea que fue inmediatamente aceptada y le fue entregado el lugar a puertas cerradas, lo que implicó sacar "once camiones de cuestiones que no servían". Ello, a pesar de que muchas de las puertas y ventanas que allí hallaron "están puestas. Las ocupamos en el baño, en la cocina, en lo que separa la casa del café, en la entrada", relata.
Valor Patrimonial
Fue un trabajo que demoró cerca de un año y medio, pues trabajaba junto a su marido sólo los fines de semana, primero en lo que fue despejar y luego en recuperar, ya que debajo de una gran capa de suciedad se encontraba un suelo de baldosas. En medio de esta labor se apareció por el lugar Antonio Parra -Hijo Ilustre de Valparaíso, narrador de historias, bombero, locutor, guía turístico, y profesor-, y dice simplemente que en ese lugar estaban los Baños del Almendro. "Él nos contó que donde estamos se ubicaba el baño de las mujeres, que él se acordaba, ya que venía con su mamá y lo dejaban entrar porque era niño; y al frente nuestro, donde ahora hay un hostal, era el baño de hombres", dice.
Es así como lo que en un principio iba a ser sólo un teatro, poco a poco comenzó a convertirse en un proyecto de rescate patrimonial. "Uno de los colegas que trabaja con nosotros está haciendo un magister en Patrimonio y Cultura, y él basó su tesis en justamente en el rescate de los Baños del Almendro, porque no se conocían", afirma.
"Nosotros quisimos hacer un rescate total: las baldosas se ven completamente y la estructura en general, la patrimonial, está. En el espacio más grande, pusimos el teatro que tiene una capacidad para 50 personas -con la nueva modalidad para 20-; al frente está lo que es la cafetería y las únicas cosas nuevas que hay ahí es la pequeña cocina y los baños. Rescatamos paredes, vigas, lo que más pudimos", describe Alejandra Jiménez.
"Lo último que hicimos, ahora en pandemia, es que habilitamos una biblioteca. Teníamos guardados los libros de la biblioteca de mi familia, una muy especial porque mis padres eran profesores, entonces, hay mucha información de cuestiones pedagógicas, pero también de filosofía, de política, etc. y muchas cosas en francés, porque mi madre era profesora de francés. Vinieron unas chicas de bibliotecología de la UPLA a hacer su práctica profesional, y ahora estamos insertos en la Red de Bibliotecas Populares, y nuestra biblioteca se llama Norma Cid Parra en homenaje a mi madre", detalla sobre el nuevo espacio, emplazado en el segundo piso del lugar, donde también se puede encontrar algunos textos de teatro y literatura general.
Sin decaer
Cerca de dos años estuvo abierto Valparaíso Profundo con funciones de diversas disciplinas y su café. Pero primero el estallido, y luego la pandemia, provocó el cierre inesperado del centro cultural y la readecuación del proyecto de intermediación por el que habían ganado fondos del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio.
"Nos reestructuramos de tal manera que hicimos el año 2020, un programa diario de diferentes cosas", comenta. Es así como los lunes había un espacio dedicado al emprendimiento femenino; los martes, teatro; los miércoles, entrevistas a diversos artistas; los jueves, había un programa de radio; los viernes, música; el sábado nuevamente teatro: y el domingo un programa para niños, todo en formato online.
Al mismo tiempo, comenzaron el proceso para postular a un nuevo fondo ministerial que le dará una estabilidad mayor de funcionamiento como es el Programa de Apoyo a Organizaciones Culturales Colaboradoras (PAOCC), el cual ganaron. "Eso ha significado que en estos tiempos -también raros, en este 2021 no necesariamente volvimos de inmediato, qué sé yo-, hemos podido pagar a las personas su sueldo. Y dentro de este PAOCC, que tiene una parte de intermediación, poder entregarle un pago mínimo que sea a nuestros colegas, que sabemos que lo han pasado todos muy mal".
Actualmente Valparaíso Profundo ya se encuentra con programación presencial y mantiene la virtual, pues como dice su directora "nunca nos fuimos para abajo, siempre hacia arriba". 2
Flor Arbulú Aguilera
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