Pamela Boltei

Un llamado a los concejales de Viña del Mar a que conozcan la realidad que se vive en ciudades turísticas de Europa, para que puedan decidir de mejor manera el destino de la ciudad, realizó el presidente de la Cámara de Comercio y Turismo local, Rodrigo Rozas, luego de la controversia que se generó por una de las normativas relacionadas a un cobro mensual de 0,3 UTM por metro cuadrado por el uso de los bienes nacionales de uso público para el comercio en la zona poniente de la ciudad.

Hace más de una semana, en la sesión ordinaria del Concejo Municipal, la alcaldía presentó un proyecto para la nueva Ordenanza de Derechos Municipales, la que fue puesta en votación. Los ediles Alejandro Aguilera (CS) y René Lues (DC) plantearon la idea de cobrar 0,3 UTM por el uso de terrazas en veredas, lo que fue aprobado. Sin embargo, el comercio alzó la voz reclamando que no se cobraba hace más de 15 años y que en esta época es difícil poder realizar dicho pago por metro cuadrado.

- ¿Cómo ha sido la recuperación económica estos meses?

- Estos meses de apertura hemos visto cómo se ha reactivado la economía, los consumidores tienen mayor poder de compra en cuanto a bienes, a servicios turísticos, al comercio, a la actividad hotelera. Hoteles que tuvieron que cerrar en tiempos de pandemia, hoy están abriendo con la consciencia de estas políticas de ingreso de turistas a nivel internacional.

- ¿Qué proyecciones hacen del impacto de no tener Festival?

- El Festival era un tremendo activador de la economía, recursos de caja frescos, y en la región llegaban sobre 150 mil personas y una ocupación hotelera sobre el 90%; y la alcaldía se ha preocupado de tener muy buenas negociaciones con los canales y pronto vamos a tener una parrilla turística que no solo va a concentrar a gente como siempre ha sucedido en la última semana del verano, sino que también durante enero y febrero con diferentes tipos de actividades, lo que va a permitir que todo el sector reciba beneficios directos.

- ¿Cómo evalúa estos primeros meses de la alcaldía?

- Se comprometieron a organizar y planificar todas las irregularidades que existían en el tema de las horas extra, que era un saco roto, y a solucionar los gastos ilícitos, pero ahora hay que preocuparse de todas las incivilidades que hay del comercio ambulante, que sabemos tiene una asociación ilícita que se prepara para delinquir, tienen organización, bodegas, un sistema de distribución de productos, hay violación de la propiedad intelectual, los libros falsificados, y tenemos la violación industrial, con la venta de zapatillas y la ropa falsificada.

- ¿Cuántos ambulantes hay?

- Son prácticamente 2 mil ambulantes en la avenida Perú, el borde costero, la Población Vergara, el sector poniente, calle Quillota, calle San Antonio y calle Valparaíso. Solicité a la alcaldesa controlar esto, porque creo que todos los viñamarinos quieren caminar por el bien nacional de uso público tranquilos, sin delincuencia, sin consumo de drogas. De estos 2 mil ambulantes tenemos una evasión de impuestos de 1.140 millones de pesos y lo que hace la alcaldía junto a la Cámara de Comercio es integrar una mesa que, creo, es histórica, porque anteriormente no estaban todos los actores y ahora están el Servicio de Impuestos Internos, el Servicio General de Aduanas, Carabineros, PDI, la Seremi de Salud, los jueces de Policía Local, y esto es muy importante, porque hay una ordenanza que multa al que compra que va hasta 5 UTM, pero muchas veces los jueces tenían el criterio de no sancionar y solo devolver la mercadería.

- ¿Son solo organizaciones criminales?

- El 80% de los ambulantes tiene relación directa con la delincuencia y no tiene ningún problema de vulnerabilidad; sin embargo, hay un 20% que sí los tiene y ya eso es un trabajo de la alcaldía, que creo que ya los tiene empadronados. Pero hay gente que trabaja en el comercio ilegal ambulante que gana más que un comercio establecido, pues no tienen que pagar arriendo, imposiciones, impuestos, gastos generales, y eso es una injusticia. Hay que formalizar a los ambulantes, pero eso significa que tienen que pagar impuestos, una patente, gastos asociados, que hagan los negocios lícitamente y que genere beneficios en la ciudad, con empleados a los que se les pueda pagar cotizaciones.

- ¿Qué le pareció la feria en el borde costero de este fin de semana?

- Es una muestra más de la incivilidad que está viviendo esta ciudad y el país. Viña es una ciudad con una industria turística, pero no podemos darnos el lujo de dar libre albedrío y sé que la alcaldía está muy preocupada de generar intervenciones para explicarle a esa gente que la calle no se puede tomar y que hay maneras de hacer las cosas bien, y vamos a apoyarlos en esa tarea. Esto es como un cáncer para la economía. Sin crecimiento económico no vamos a llegar muy lejos y va a ser imposible de satisfacer las demandas que todos necesitan. La economía no crece en base a vender productos falsificados en la calle. Hoy estamos transformándonos en países de Centroamérica donde se arriendan los lugares y los ambulantes son dueños de las calles.

- Habla de que los ambulantes no usen los bienes nacionales de uso público, pero el comercio formal también lo hace con terrazas, y la nueva ordenanza les va a cobrar desde enero, a menos que la modifiquen como algunos concejales se comprometieron...

- Es que cuando hay delitos en la calle está comprobado internacionalmente, y basta con viajar a Italia y muchos países de Europa, que las terrazas le dan vida y protegen el bien nacional de uso público. Vamos a exponer en la comisión del Concejo sobre esto, pero hoy cobrar por un bien nacional de uso público que está siendo utilizado por gran parte de este comercio ilegal sin pagar ningún tributo y a través de la violencia y no con permisos formales, a un sector que lo ha pasado mal, en el peor momento de la economía a nivel nacional y mundial, por el uso de terrazas que fueron la única manera de tener continuidad, no lo entendemos. En cada terraza trabajan en promedio más de seis personas y si multiplicamos por las cerca de 300 terrazas en Viña, son 1.800 empleos formales. Nuestra propuesta es que sí queremos regularizar las terrazas, sabemos que nos hemos desordenado...

- ¿Reconoce el desorden?

- Por supuesto. Y que eso no puede seguir así y hay que reorganizarlo. Podríamos llamar a un concurso para que arquitectos planteen la mejor manera de cómo Viña tiene que lucir sus terrazas. Cuando nosotros salimos a vender nuestra ciudad, no podemos salir a vender una ciudad dormitorio, tiene que haber terrazas porque Viña del Mar cambió hace más de 40 años. Entendemos que en un momento tiene que haber un cobro, pero estacional.

- ¿Qué le pareció lo que ocurrió en el Concejo?

- Hay muchos concejales nuevos que no conocían la realidad, pensaban que nosotros pagábamos 0,6 UTM, pero hace más de 16 años eso no pasa. Ellos acogieron que había un error y estamos en un buen momento para mejorar.

- ¿Y la postura de algunos ediles de que las terrazas están ancladas y tapan el pasto?

- Me encantaría invitarlos a Italia, a Barcelona, a Europa, para que vean cómo funcionan las terrazas y cuánto espacio la gente tiene para caminar. Primero tenemos que ir a lugares realmente turísticos, y si ellos piensan que Viña no es turística, creo que se equivocaron de lugar, debieron postular a otra ciudad como concejales. El edil que está preocupado de quitar terrazas está viviendo en otro país. Hay que preocuparse por el ordenamiento, los invito a viajar, yo les pago el pasaje.

- ¿Qué opina que los vecinos del sector "Casino" pidan congelar los permisos de alcohol?

- La presidenta de la junta de vecinos, a quien no conozco, pero le tengo mucho respeto, creo que está viviendo en otra ciudad, Viña ya no es ciudad dormitorio. Entendemos que hay problemáticas con la basura y la alcaldía está trabajando en eso, porque la administración anterior no prestaba servicios para retiro de basura. Es un tema delicado, pero si generamos cesantía vamos a ver en qué lugares va a poder trabajar esta cantidad de personas importantísima. ¿Cómo vamos a tener turismo si no tenemos terrazas? En las ciudades turísticas hay terrazas. El ruido y las incivilidades son problemas que tenemos que coordinar con Carabineros, esto ocurre en las ciudades turísticas más grandes del mundo, hay que tener sonómetros y ponerse de acuerdo con cada empresario para la bulla. Pero no podemos pensar en generar desempleo al prohibir las terrazas y la música agradable. Tal vez hubo una mala planificación histórica de la ciudad, donde no se supo planificar dónde iba a estar el sector de la entretención y el sector dormitorio, pero ya no se hizo. A todas las personas que reclaman los invitaría, con toda humildad, a que busquen otro destino y se cambien de ciudad, porque Viña del Mar genera más de 40 mil empleos por el turismo.

"Sí queremos regularizar las terrazas, sabemos que nos hemos desordenado, podríamos llamar a un concurso para que arquitectos planteen la mejor manera".

"A todas las personas que reclaman, los invitaría con toda humildad a que busquen otro destino y se cambien de ciudad, porque Viña del Mar genera más de 40 mil empleos por el turismo".

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