Aunque la fonoaudióloga Pía Villanueva Bianchini, magíster en Ciencias Odontológicas, doctora en Ciencias de la Cognición y Psicología, y profesora titular de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, ha recibido muchas distinciones durante su trayectoria académica -como la Medalla Mejor Investigadora de esa casa de estudios en 2009 y 2011 por sus destacadas investigaciones y artículos científicos-, tal vez el Premio Mujer Impacta 2009 sea una de las que más atesora porque lo motivó uno de sus proyectos más queridos, que ha encabezado por dos décadas, literalmente contra viento y marea, en el lejano archipiélago de Juan Fernández.

Fue el verano de 1999 el que la ancló a la isla Robison Crusoe, donde estaba de vacaciones con su marido y amigos. Le pidieron que ayudara a una niña de 15 años que no podía pronunciar bien su nombre, y decidió hacerlo al día siguiente, muy temprano, para después dedicarse al buceo. Pero cuando llegó al punto de encuentro, una fila de personas estaba esperando atención gratuita de la primera fonoaudióloga que atendería a sus hijos e hijas. La noticia se había difundido velozmente.

De modo que la experta, que trabaja desde hace 29 años en su consulta particular -hoy exclusivamente por telepráctica- y ejerce desde hace 25 como docente e investigadora en la Universidad de Chile, no dudó en atender a todos los pacientes que pudiera durante la semana que duró su estadía, sin dejar de sincerar que muchas de las patologías del habla y del lenguaje se resuelven en meses o años. Y se comprometió a realizar un operativo fonoaudiológico completo con evaluaciones formales de habla, lenguaje, audición y motricidad orofacial a quienes requirieran tratamientos largos.

El operativo heroico

"Algunos pensaron que era una forma elegante de salir del paso y que no me volverían a ver. Luego, cuando realmente fuimos, muchas mamás nos confesaban que siempre les prometían ayudas que no llegaban", recuerda la especialista, cuyo trabajo se puede conocer en @pia_villanueva_fonoaudiologa. Y rememora también cómo armó el primer operativo a pulso, "moviendo, cateteando, motivando a agentes, personas, instituciones…busqué respaldo en la Universidad de Chile, donde nos apoyaron con todos los materiales de evaluación, equipos de audiometrías y material lúdico para las terapias".

La Municipalidad de Juan Fernández se hizo cargo de los pasajes aéreos y de difundir objetivos y metas del operativo. La dentista de la Isla, doctora Mónica Quevedo, a quien considera pilar fundamental del proyecto, coordinó el alojamiento de los tres fonoaudiólogos que viajaron en casas de la comunidad; la posta facilitó durante 10 días box de atención y apoyo logístico para las evaluaciones; la escuela rural isleña puso a disposición salas para realizar charlas de estimulación de habla, lenguaje y eliminación de hábitos orales; la radio local difundió los avisos de citaciones.

"Fue una actividad para toda la Isla, pero lo más importante, organizada por toda la Isla. Eso no se olvida y en cierta medida marcó para siempre mi vínculo con Robinson Crusoe, sus niñas y niños, sus familias y ese nexo no se cortó nunca más", relata.

La hora de la cosecha

Luego de más de dos décadas de desarrollo de sus programas y proyectos, tanto de atención y prevención hacia los niños con problemas en el habla, como de investigación sobre Trastorno Específico de Lenguaje, en los que han participado más de 146 fonoaudiólogos, médicos, dentistas, profesoras, instructores deportivos, biólogos y estudiantes universitarios, Pía piensa que el primer gran logro ha sido "atender a toda la comunidad isleña que así lo solicitara, ya que pese a que el proyecto estaba orientado a niñas y niños, en ocasiones acogimos solicitudes de adultos mayores postrados con dificultades de alimentación, buzos con alteraciones de audición por inmersiones submarinas frecuentes, profesores con disfonía, madres con problemas de lactancia".

"En el ámbito del habla y lenguaje abordamos a la totalidad de los escolares y preescolares isleños, y como eso fue hace 20 años, hay dos generaciones que han sido atendidas; padres, madres y educadores que han sido formados en estimulación temprana, fomento de la lectura y hábitos adecuados de la boca", detalla, a la vez que siente que una de las metas más relevantes ha sido desarrollar la conciencia comunitaria de la importancia de la estimulación del lenguaje en niños pequeños.

"Otro gran logro es que implementamos un programa de estimulación de lenguaje oral y de lectura en la totalidad de las niñas y niños de la Isla a quienes sus padres autorizaran a participar, en que las fonoaudiólogas atendían todos los días de la semana. Este hecho: atención personalizada, diaria, garantizada, es la primera comunidad que lo recibe y forma parte de otro sueño, que es poder extrapolarlo a otras comunidades aisladas chilenas", refiere.

Una constatación concreta y a la vez simbólica del valor de esta entrega es que uno de los niños con que empezó esta historia entró a estudiar fonoaudiología y luego de culminar vuelve a la Isla a ejercer su profesión.

A pesar de las malas jugadas meteorológicas que suele deparar Juan Fernández, que se traducen en suspensión de embarques o vuelos una y otra vez, a Pía y su equipo los ha acompañado la buena estrella y nunca han experimentado una emergencia a la hora de viajar.

"Con mis colegas las profesoras Zulema De Barbieri y María Angélica Fernández, ambas fonoaudiólogas, constituimos el grupo nuclear que ha permanecido durante todos estos años en este proyecto. Yo siempre lo explico porque somos 'monos porfiados' no aceptamos un 'no' por respuesta… y esa filosofía de trabajo nos ha mantenido firmes en el tiempo".

Pía fue distinguida en 2019 con el Premio Mujer Impacta, otorgado por la Fundación del mismo nombre para reconocer a mujeres que impulsan el desarrollo social y cultural de otras personas, se hacen cargo de temas país, y que con su labor transforman realidades. Historias como la suya pueden ser postuladas al premio en www.mujerimpacta.cl. El plazo vence el martes 9 de este mes. 2

Rosa Zamora Cabrera

rosa.zamora@mercuriovalpo.cl