A 30 años, una oportunidad vigente
Se han cumplido 30 años de la valiente idea del norteamericano secretario de Estado de ese entonces, James Baker, de poder reunir en torno a una mesa a árabes e israelíes para poder conversar como nunca antes de los principales temas que se necesitaban tratar.
Cabe destacar que esta idea de Baker contó rápidamente con el apoyo del presidente George H. W. Bush, quien gozaba de su mejor momento político, ya que venía de tener sendos éxitos en materia internacional, como la caída del muro de Berlín y el inminente declive de la Unión Soviética. Por si esto no fuera poco, logró liderar, junto a 34 países, la liberación de Kuwait, a través de la operación "Tormenta del Desierto", que encabezó el general Norman Schwarzkopf, supervisado por el también extinto Colin Powell.
Bush convenció rápidamente a Mijail Gorbachov de acompañarlo en esta cruzada. Además de la excelente relación que gozaban ambos líderes, Gorbachov era un convencido de que el multilateralismo implicaba la realización de grandes gestos, aunque fueran dolorosos para muchos.
En el caso de la Conferencia de Paz de Madrid se extendió una "invitación voluntaria" a Israel y los Estados Árabes de Siria, Líbano y Jordania. Egipto fue invitado como participante. Mientras tanto, Estados Unidos y la URSS tuvieron el carácter de "padrinos", dejando a España como anfitriona.
La primera complicación existió en que Israel manifestó que Palestina no era un Estado y que la ONU no había reconocido dicho carácter, por lo que no podía participar en esa condición. No obstante, la jugada de Baker, y que aceptaron los israelíes, era que los palestinos fueran incluidos en la delegación jordana. Lo anterior no estuvo exento de polémica, ya que los no palestinos trataron de crear un grupo aparte dentro de la delegación de Jordania, lo que fue advertido por todos rápidamente, además de ser conminados a no perseverar en ese intento.
Al ser la primera reunión, donde se encontraban personas en posiciones tan antagonistas, era difícil lograr la fotografía del apretón de manos, pero sí se logró una foto de familia que graficó realmente lo que ocurría.
Si bien es cierto los miembros de la Organización para la Liberación Palestina (OLP) no concurrieron a Madrid, tuvieron comunicación telefónica permanente desde Túnez, lugar donde se encontraban sus, siguiendo con detención estos encuentros.
Madrid es el inicio de un camino difícil, pero al menos se graficó que había un problema y ese problema debía tratarse. No era menor que las dos principales potencias mundiales dieran cabida a este encuentro. Para quienes dicen que la cita en la capital española no sirvió de nada, se equivocan, más bien es todo lo contrario. Sin Madrid no hubiera existido Oslo ni Camp David. En este encuentro se utilizó la frase "Paz por territorios", término que ocupó el ex primer ministro israelí Ariel Sharon el año 1994, cuando de manera unilateral se retira de Gaza, después de 37 años de estar ahí.
Para poner en contexto, George H. W. Bush era el principal líder mundial, su contraparte, Mijail Gorbachov, estaba viviendo la decadencia de la Unión Soviética y dos meses después de la Cumbre de Paz de Madrid se termina la URSS, el 25 de diciembre, entregándole el poder a la Federación Rusa, liderada por Boris Yeltsin.
El Medio Oriente venía saliendo de la invasión por parte de Irak a Kuwait, hecho que contó con el apoyo de Yasir Arafat a Saddam Hussein. Muchos simpatizantes de la causa palestina consideraron que ese apoyo era un error, ya que además les traería muchos problemas con países simpatizantes, que manifestaron su rechazo al apoyo de la OLP a Irak.
Destaquemos que el año 2004 Mahmud Abbas concurrió a Kuwait para disculparse oficialmente ante el error histórico cometido en 1990.
Además de lo anterior, se vivía la primera Intifada, también conocida como la "Revuelta de las piedras", luego de que un camión militar de Israel embistiera a un taxi que transportaba trabajadores palestinos. Según el ministro de Defensa de ese entonces, Isaac Rabin, se debió a que el camión de la armada había perdido el control; sin embargo, los dirigentes árabes acusaron que fue un acto premeditado, en venganza por la muerte de un israelí que había sido acuchillado días antes.
Desde la ocupación de Kuwait, la comunidad internacional pudo apreciar con detención y detalle que ocurría en esa zona, especialmente la situación de vulnerabilidad de Israel en la región.
Nadie puede negar que la principal solución pasa por el reconocimiento de dos estados y el respeto a ambos, pero también acompañado por seguridad y, por qué no decirlo, cooperación y colaboración.
La región del Medio Oriente y el mundo están expectantes desde hace décadas que ocurra una situación de paz en la zona. Tras el liderazgo de Bill Clinton se pudo dar cierre a los Acuerdos de Oslo con el apretón de manos entre Isaac Rabin y Yasir Arafat. "Basta de sangre y lágrimas, basta", dijo el premier israelí, a lo que el líder palestino respondió: "gracias, gracias y gracias".
Es importante que el nuevo gobierno israelí muestre señales de querer avanzar en la paz con sus vecinos palestinos, cosa impensada con Netanyahu, pero a la vez es importante que la Autoridad Nacional Palestina pueda contener el avance de Hamás en la vida política de los palestinos y que Fatah se presente de manera firme para poder liderar un proceso de paz con sus vecinos.
En definitiva, Madrid nos mostró el camino y éste debe servir como modelo futuro para construir puentes, entendimiento, en los cuales el multilateralismo es tan necesario.
por gianni rivera foo,
magíster en relaciones internacionales pucv