"Que más mujeres se atrevan"
Joven ingeniera venezolana dejó su currículum en EFE durante una feria laboral, sin muchas expectativas y sin sospechar que iba a conducir trenes. "Creo en la magia, los momentos y las personas indicadas, y pienso que mi destino era estar acá".
La ingeniera electricista Oriana Tovar (27) todavía recuerda su primer viaje como única mujer maquinista de EFE Valparaíso, y una de las dos que desempeñan ese rol en el país. Fue con el tren 05, un Xtrapolis 100, entre Limache y Puerto, un día en la tarde.
"Al principio sentí nervios porque, a pesar de haber cumplido con las horas prácticas para la certificación, estaba sola por primera vez", relata la joven venezolana residente en Chile hace cuatro años. "Lo que más me preocupaba era no pasarme de estación", se ríe. Hasta ahora no ha tenido ningún inconveniente "y ya se convirtió en algo natural como comer o vestirse".
Por la forma en que se incorporó a este trabajo parecería que el mundo ferroviario la estaba esperando. "Buscaba una oportunidad de trabajo estable y en una feria laboral dejé mi CV en EFE sin mayor expectativa. Pero de inmediato, la chica que lo revisó me dijo: 'te van a llamar'. Dicho y hecho, a los pocos días me invitaron a postular como operadora".
En su país por operadora se entiende el trabajo de limpieza, y como venía recién llegando se declaró interesada. En la entrevista le dijeron que iba a ser operadora de trenes, por su calificación profesional. Miró a su alrededor buscando la cámara indiscreta, cuenta divertida. Hasta que le explicaron el proceso de capacitación teórica y práctica de varios meses, y aceptó el desafío.
Tren del recuerdo y antiguo automotor
Recuerda que ese periodo se le hizo cuesta arriba, "porque me dedicaba exclusivamente al curso y era un año difícil. Pero dije: ya estoy aquí y vamos adelante porque este es un buen trabajo y un trabajo para el futuro. Así que terminé el curso, pasé las certificaciones y comencé a trabajar acá y a familiarizarme con los trenes".
Tuvo como monitor a Cristián Páez, por quien declara su admiración y respeto. "Primero me explicó todo el tren y después pasamos a la conducción. Me fue enseñando, explicando, guiando hacia una conducción y un frenado adecuados, cómo hacer un viaje cómodo y placentero para los pasajeros. Cada día fui avanzando, con nuevas preguntas y desafíos. Mi formación como ingeniera electricista me ayudó mucho para entender este sistema ferroviario".
Para Oriana, lo mejor de su trabajo es "la experiencia de poder aprender de los trenes, del mundo ferroviario, de otras áreas, viajar y conocer lugares que no habría imaginado". Por ejemplo, estuvo en el Tren del Recuerdo a San Antonio y recorrió la ruta Santiago-Limache con el antiguo automotor AES. La conmovió la emoción de las personas al ver que ese tren, que fue tan importante para esta región, volvía a la Estación Puerto. "Fue maravilloso". También ha conocido los nuevos trenes que llegaron a Chile para Biobío y La Araucanía. "Me bajé del AES patrimonial y subí a la nueva tecnología. Es otra dimensión, sus características son sorprendentes".
Lluvia de saludos y felicitaciones
Su sistema de trabajo como maquinista part-time considera dos tipos de jornada. Los días cortos llega a las 6:00 de la mañana y sale a las 9:45. Los largos son los fines de semana. "Me pasan a buscar a las 6:45 y comienzo a conducir a las 8:00. Llevo desayuno y algo para comer, porque ese turno es de 8 a 15 ó 15:30. Me gusta este trabajo porque con esos horarios tienes tiempo para ti, te queda la tarde".
En el día a día, una de las cosas que más le gusta es la reacción de los pasajeros, ya que, comenta, "las personas no están acostumbradas a ver a una mujer manejando el tren". Como es la única en la región, "cada vez que me ven me preguntan cómo entré, me saludan y eso me agrada mucho. Los niños y las personas de tercera edad son las que más se asombran y me felicitan, tanto hombres como mujeres. Especialmente ellas, pero los hombres quedan sorprendidos de que exista una mujer maquinista en este mundo ferroviario".
Explorar las áreas consideradas "masculinas"
La ingeniera concede que le impactó saber que solo hay dos maquinistas ferroviarias en el país. "¿Cómo dos? Es muy poco y creo que hay muchas chicas interesadas en aprender este oficio o trabajar aquí y que eso sería importante y significativo".
Eso porque tiene la convicción de que las mujeres son tan capaces como los hombres. "Para mí somos lo mismo, somos personas", y si bien los hombres pueden desarrollar más fuerza y las mujeres pueden tener más destreza social, "para mí es parejo". Entonces, le parece excelente o "chévere" que una mujer sea piloto, que sea maquinista, que esté en la Nasa. "Pero es más un tema de percepción de cada quien, porque yo me siento una más" en un trabajo que disfruta y donde aprende.
Respecto de su relación con los compañeros de labores, Oriana siente que para ellos es una persona más del equipo y no existen diferencias. "Pero si bien para ellos soy una más, para el campo laboral no es así. Deberíamos ser más, que más mujeres se atrevan y tengan la oportunidad. Ahora hay una chica que se está uniendo como ayudante de maquinista en Santiago", ejemplifica, en relación a la incorporación femenina al mundo de los trenes.
Espera que si hay nuevos cursos, como el que pudo seguir ella, la mitad de los seleccionados sean mujeres, "que nos esforcemos por buscarlas porque hay mucho potencial. Nosotras mismas debemos ampliar nuestro campo visual y no enfocarnos solamente en carreras administrativas o carreras de servicio, por decirlo de alguna manera, sino experimentar mecánica, electrónica, electricidad, otras áreas que hoy son mayormente de hombres".
Oriana se siente agradecida por la posibilidad de ingresar a la Empresa de Ferrocarriles del Estado. "Creo que ningún inmigrante venezolano ha tenido las oportunidades que yo he tenido y eso lo tengo que agradecer. Creo en la magia, el destino, los momentos y las personas indicadas, y pienso que mi destino era estar acá". 2
Rosa Zamora Cabrera
rosa.zamora@mercuriovalpo.cl