"Sería muy importante que Boric traicione al PC y que la derecha traicione a Libertad y Desarrollo"
De la mano del excandidato presidencial de Renovación Nacional, Mario Desbordes, el académico de la Universidad Diego Portales, Hugo Herrera, se posicionó como el referente intelectual a la hora de correr el cerco en la derecha, intentando que ésta se parezca un poco más a la derecha europea. Ellos llamaron a su proyecto "Republicanismo popular", que no tiene parentesco con el partido de Kast y que buscará disputar en los próximos años un lugar al interior de la oposición.
Este intelectual también es de los que asume, estando adentro de la derecha, que es "necesario distinguir con nitidez a los violentistas de las millones de personas que legítimamente salieron a las calles a expresarse en 2019". A todas ellas hay que responderles y para eso plantea que "no bastan los pequeños triunfos de trinchera".
- ¿Qué tiene de republicano el Partido Republicano y qué rol ocupará en lo que viene?
- El Partido Republicano, sinceramente, no tiene calado político. No me imagino a Johannes Kaiser persuadiendo a grandes grupos de gente, porque es un partido tosco. Si bien la política chilena perdió peso intelectual, el Partido Republicano es como lo peorcito.
- ¿Qué pasará entonces con José Antonio Kast?
- Diría que perdió relevancia. Por supuesto que habrá un Partido Republicano de extrema derecha, pero que es chico en el Parlamento, y que Kast, probablemente, quiera seguir intentando llegar a la Presidencia de la República. El problema es que no suma y, seguramente, la derecha repare que con él no va a ganar nunca.
- De todas formas, sacó una votación interesante.
- O sea, mucha gente de derecha votó por él, pero no porque le gustara, sino porque era lo que había para enfrentar a Boric. Kast no tiene arraigo ideológico en la derecha, más allá de su grupo más radical, y en ese sentido, veo difícil que sea el eje de la centroderecha de los próximos años. Se va a caer. De hecho, el millón de votos que levantó Boric en segunda vuelta se explica como rechazo a sus posiciones.
- ¿Cree que le acomodó a Mario Desbordes apostar por el proyecto presidencial de Kast?
- Lo que me dijo Mario es que su apoyo lo dio pensando en dos cosas. Primero, honrar los compromisos como miembro de una alianza y militante de RN. Eso sí, no creo que haya sido el más feliz siguiendo ese compromiso y tampoco comparto la pocas condiciones que la directiva de Chahuán le puso a Kast. Pero el giro, me parece, es explicable para enfrentar a la izquierda más radical.
- Pero hay una segunda explicación en el apoyo de Desbordes a Kast.
- Sí, que mientras estés más cerca de alguien, aunque no compartas sus ideas, puedes moderarlo. Me daba muchas más garantías un gobierno de Kast con Desbordes poniéndole límites que sin él.
- De sus palabras de antes se desprende que no confía en el Gabriel Boric de la segunda vuelta.
- Es cierto que se fue moderando, pero, por una parte, va con el Partido Comunista, que no es un partido a la altura de una democracia republicana contemporánea, cuando tienes a un Jadue queriendo instalar un consejo popular mordaza de los medios de comunicación o a Camila Vallejo elogiando a Lenin. También hay un ala frenteamplista que es muy dura con el mercado.
- Pero también ha reconocido que hay dos Boric e, incluso, ve buenos atributos en uno de ellos.
- Es verdad que hay uno dirigente estudiantil y de pensamiento más radical, tipo Atria, que condena duramente al mercado, que se saca fotos con la polera de Jaime Guzmán atravesado o que visita a un terrorista. Mientras que, efectivamente, hay otro Boric al que vimos tan claramente en su discurso de triunfo, que tiene consciencia histórica y habla como si él mismo se estuviese mirando desde 100 años más y en retrospectiva.
-¿Ese le parece más seductor?
-Por supuesto, porque ese es republicano y creo que tiene la posibilidad de hacer un gran gobierno. Si bien es importante recuperarnos de la crisis económica-sanitaria y Boric tiene que dar señales en ese sentido con el equipo económico que va a montar, también hay que reparar en el papel simbólico que tiene la política, con una fractura que no se da solo entre partidos, sino entre la situación de abandono entre las élites y el pueblo.
-¿Qué rol le asigna al Presidente electo considerando el cierre de esa grieta?
-Le pido que reponga ese vínculo y creo que Boric tiene talento para hacerlo. Por supuesto que distanciándose del Boric radical, porque ese nos conduciría al fracaso. Pero tengo la esperanza, a partir de sus gestos, de que prevalecerá el segundo Boric. Aun así, será difícil, porque además de sus demonios internos, deberá lidiar con el Partido Comunista, que tiene el diente largo, por decirlo así, con una dirigencia que no creo que esté muy dispuesta para llegar a grandes acuerdos.
- La derecha también tiene demonios internos que debe conciliar. ¿Cómo proyecta el trabajo de la oposición?
- Igual como pasa en la izquierda, veo, al menos, dos derechas operando. Una más dura y de oposición frontal, de mucha denuncia, junto con otra derecha más colaborativa, de llegar a acuerdos razonados.
- ¿Imagina acuerdos entre algún sector de Chile Podemos Más y el nuevo Gobierno?
- El Boric estadista y republicano no es tan distante del esfuerzo fundamental del republicanismo popular, que es combinar los principios liberales con la idea de integración social. En ese sentido, tanto Boric como Desbordes pueden conversar bastante bien.
- ¿No será que Mario Desbordes tampoco es tan distante de cierta ala liberal cercana al Frente Amplio?
- Claro que existen coincidencias, por ejemplo, con el Partido Liberal, con la posición de un Agustín Squella o un Benito Baranda. Creo que hay todo un mundo que se está quedando al centro que no asume posiciones radicales ni descarta a gente al momento de discutir y que entiende que de esta crisis no salimos si no se recupera la legitimidad de las instituciones.
- ¿Qué le pide al futuro gobierno y, en general, a la política?
- Que acá no estamos para triunfos partidistas menores, de imponer la agenda de Libertad y Desarrollo o la del Partido Comunista, sino la de aquellas posiciones dialogantes. Sería muy importante que Boric traicione al PC y que la derecha traicione a Libertad y Desarrollo. Que traicionen, en el fondo, al pequeño mundo de la trinchera partisana banal.
"Tengo la esperanza, a partir de sus gestos, de que prevalecerá el segundo Boric. Aun así, será difícil por sus demonios internos y por el Partido Comunista".
"El Boric estadista no es tan distante del esfuerzo de combinar el liberalismo con la integración social. Tanto Boric como Desbordes pueden conversar bastante bien".