"Al Qaeda nunca desapareció, solamente estuvo replegado"
Los autores de "11S. La amenaza de Al Qaeda continúa" plantean que ese y otros grupos que adscriben a la guerra santa han logrado permanecer y expandirse, más allá de sus acciones terroristas, por su militancia en el salafismo yihadista, que aboga por un califato donde impere la ley islámica. Dicen que 20 años después de aquel atentado, la seguridad mundial está peor que antes.
La ideología que inspiró al proyecto del grupo de Osama bin Laden -el salafismo yihadista- sigue más viva que nunca. En rigor Al Qaeda nunca desapareció de Afganistán: solo estuvo replegado esperando su momento, y ahora, con los talibanes fortalecidos tras su victoria sobre Estados Unidos, podría volver a tomar protagonismo desde Asia Central en el contexto de la yihad global.
Esa es la inquietante tesis de 11S. La amenaza de Al Qaeda continúa, el ensayo periodístico de Andrea Arístegui y Gonzalo Montaner que busca analizar y proyectar para un público no especializado la compleja trama de la acción islámica radical -que adscribe a la yihad o guerra santa-, al cumplirse dos décadas del atentado a las Torres Gemelas, cuya publicación coincidió con la salida de Estados Unidos de Afganistán y la toma del poder por los talibanes.
Así las cosas, el libro de la periodista y conductora de Meganoticias y Radio Infinita, y de su colega y cónyuge Gonzalo Montaner, también doctor en Estudios Internacionales, saltó en septiembre, apenas publicado, al número uno de los libros más vendidos en el ranking dominical de El Mercurio, donde se mantuvo más de un mes en los diez primeros lugares.
Una acogida más que gratificante para la pareja, que vuelca en estas páginas parte importante del conocimiento y la experiencia que ha adquirido en estudios en Chile y el extranjero, como también en una amplia cobertura periodística de temas internacionales para la televisión, incluidas zonas de conflicto.
Plantean que la persistencia de una ideología torna más compleja y confiere sustento a la expansión de Al Qaeda -aliado histórico de los talibanes- y grupos afines. Más aún cuando el salafismo yihadista "busca crear un califato donde impere la sharia -ley islámica- mediante todos los medios posibles y disponibles, y eso se está llevando a cabo".
"Sentíamos la necesidad de volver a visibilizar lo que es Al Qaeda porque existía la percepción generalizada de que, tras la muerte de Bin Laden, se había producido una especie de disolución de sus bases y eso no es así", señalan los autores, quienes atribuyen esa idea al hecho de que los lugares donde el grupo tiene su principal campo de acción no concitan tanta cobertura en los medios de comunicación como podrían ser acciones en Estados Unidos o en Europa, donde serían mucho más visibles.
"Por eso a nosotros nos interesó hacer un recuento de lo que ha sucedido en estos últimos 20 años, recordando algunos hechos que tuvieron mucho impacto mediático y otros que no lo registraron, pero que son muy relevantes para demostrar la tesis de por qué Al Qaeda sigue presente", subrayan.
Así, por lo demás, lo reafirman hacia las páginas finales de su libro, donde sostienen que "desde el punto de vista militar y estratégico, para los yihadistas puede haber avances y retrocesos, pero siempre están en expansión".