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Los grupos y sus agendas
- Ustedes plantean que la amenaza de Al Qaeda nunca se ha ido, entre otras cosas porque el grupo acuñó una ideología, una forma de pensamiento. ¿En qué se centra esa ideología?
Gonzalo Montaner: - La clave para entender estos fenómenos de seguridad internacional es la ideología. En el fondo estos grupos, entre los cuales no solamente está Al Qaeda, sino también otros como Estado Islámico, Boko Haram en Nigeria o Al Shabab en Somalia, adscriben al salafismo yihadista. Nosotros consideramos que, más complejo que las operaciones terroristas de estos grupos, es la instalación de una ideología que les permite actuar desde Filipinas hasta Burkina Faso en África, Irak o Afganistán.
-¿Cuáles son los grupos más importantes que adscriben con mayor o menor intensidad a esa forma de pensamiento?
Andrea Arístegui: -Nosotros hacemos una diferenciación de lo que son grupos filiales de Al Qaeda, donde existe una alianza explícita desde el punto de vista territorial con la presencia de Al Qaeda en distintas partes del mundo, y grupos que son afiliados más bien por el tema ideológico. Hacemos un recorrido por varios de esos grupos, algunos de ellos ya mencionados, y otros que han ido surgiendo en el último tiempo, de los cuales el que más ha llamado la atención es Estado Islámico (EI), que nació como una escisión de Al Qaeda por diferencias internas y acapara la atención a nivel mediático porque va más allá de las acciones terroristas de este último, con una forma de atentar muchísimo más mediática y que ellos utilizan para presentarse ante el mundo como si fueran el gran grupo que lidera esta yihad global.
-¿Cuál es en esencia la principal diferencia entre EI y Al Qaeda?
GM: - Siendo grupos terroristas, lo más relevante es que Al Qaeda tiene una agenda más política, ocupa una estrategia de vinculación dentro de las comunidades musulmanas, y EI lleva a una visión más extremista, en la línea del takfirismo, que está dentro del salafismo yihadista, pero que considera que no solamente los no musulmanes son apóstatas e infieles y que hay que combatirlos, sino también lo son otras ramas del Islam, sean niños, jóvenes o ancianos. Es decir, hay una radicalización, lo cual lo coloca como un grupo altamente peligroso y beligerante.
CAMBIO DE MÉTODO
-¿Se puede decir entonces que la permanencia y la expansión de Al Qaeda por otras partes del mundo se produce tanto a través suyo como de estos otros grupos que militan en su objetivo globalizador?
GM: - Absolutamente, ahí está la clave. Cuando llega el 11 S y uno ve esos ataques deleznables que fueron las Torres Gemelas y el tema del Pentágono, se observa que fue una operación militar absolutamente exitosa en suelo estadounidense con una inmediatez impresionante. Pero lo que se instala en esa semana es el discurso de Osama Bin Laden y la ideología que se propaga a nivel global. Y eso es lo que permite hacer un cambio de switch a ciertas comunidades musulmanas, minoritarias por cierto, pero que abrazan líneas mucho más extremistas, mucho más radicales. La instalación de esas ideas dentro de un concepto espacio temporal distinto a lo occidental es lo que hace que hoy por hoy -y esa es nuestra tesis central- la amenaza de Al Qaeda continúe. Han pasado 20 años, pero dentro de la cosmovisión musulmana y política de estos grupos, es nada. Ellos dicen que la lucha va a durar mil años.
AA:- Yo creo también que hay algo interesante que tiene que ver con el cambio de método de la acción terrorista en Al Qaeda. El 11 de septiembre fue una acción muy exitosa desde el punto de vista militar, que tuvo un impacto en la cobertura mediática, fue un hito demasiado significativo, que hizo que la historia cambiara para el mundo entero. Pero después del 11S quedó la sensación de que Al Qaeda podía seguir operando de la misma manera, con grandes acciones terroristas, y lo que se ha visto en los últimos 20 años es que ya no se requieren atentados con ese nivel de planificación o financiamiento, sino acciones menos planificadas, que no exigen una estructura desde el punto de vista organizacional y que pueden ser perpetradas incluso por una sola persona, sin conexión con la organización como tal, pero que está inspirada por esa ideología. Y en ese sentido las plataformas digitales, las redes sociales, pueden tener un impacto muy fuerte en los probables futuros reclutas de organizaciones como Al Qaeda.
-¿Qué alcances le ven a esta transformación en los métodos?
-Lo que ha ocurrido en el último tiempo es que una persona en un auto puede transformar eso en un arma cuando atropella a un grupo en Niza, o alguien con un cuchillo cocinero puede salir y decapitar a alguien y convertirlo en una acción terrorista. El tema de los llamados lobos solitarios se ha transformado en algo bien frecuente porque además es muy difícil de detectar. Cuando hay una planificación de un atentado entre muchas personas en una organización es más fácil que haya alguna manera de detectar esos movimientos que lo que puede estar pensando una persona en su fuero interno y que de un día para otro decida concretarlo en una acción de esas características. Es poco probable que se repita un 11S, porque además subieron las alertas antiterroristas en el mundo. Pero lo que no se ha podido enfrentar de manera clara es la acción de grupos más pequeños o de lobos solitarios que permanentemente están actuando y siendo una amenaza.
Panorama de la seguridad mundial
-20 años después del atentado a las Torres Gemelas, ustedes plantean que la situación de la seguridad mundial es mucho peor que la que existía antes. ¿Por qué?
GM: - La respuesta más directa es Afganistán. Estados Unidos tenía la idea y el objetivo de retirarse por lo menos hace 10 años, tenía que hacerlo, pero no en la forma en que lo llevó a cabo. ¿Qué ocurrió en Afganistán, que quedó totalmente en manos de los grupos talibanes y hubo un retroceso de seguridad importantísimo? Hay un fracaso de la comunidad internacional, no solamente de EE.UU., frente a un tema que tiene que ver con estrategias y políticas de seguridad. Fracasó porque la forma de ver esa problemática fue una visión occidental, no acorde con la realidad de un pueblo como Afganistán, con su etnia, con su historia, con su misma realidad.
- ¿Se vuelve a incrementar el riesgo de acciones terroristas entonces?
- Afganistán ahora está en una situación en que va a aumentar el riesgo y la peligrosidad. Siria nuevamente se empezó a incendiar. Los grupos comenzaron a activarse, aunque nunca dejaron de operar; en Irak y África la situación es bastante compleja, pero no tiene la cobertura mediática de una acción que pudiera ocurrir en Londres o París. Entonces uno va sumando y la situación está más deteriorada. Eso nos hace ver que debe cambiar la forma en que pensamos la seguridad internacional desde el punto de vista de la academia, las estrategias políticas, los gobiernos y el sistema internacional. Afganistán nos está dando una gran lección, que es que hay que repensar cómo avanzamos en estos temas, cómo evitamos la propagación de estos grupos y que permanentemente estén amenazando a otros estados.
El regreso del talibán
- ¿Qué creen que se puede esperar del talibán en Afganistán? ¿Esta vez volvió para quedarse?
AA:- Volvió para quedarse y regresó igual como gobernó entre 1996 y 2001. Cuando regresan a tomar el poder, que era algo que venían planificando hacía mucho tiempo, los talibanes sabían que venía el retiro de EE.UU. De hecho, era algo que se venía trabajando desde el gobierno de Donald Trump, donde hubo conversaciones, donde se transó en ciertas cosas, donde acordaron sin ningún tipo de consideración del efecto que podría significar la liberación de muchos presos de organizaciones terroristas. Los talibanes sabían que esto tenía que ocurrir tarde o temprano. Quizás no había tanta certeza de la velocidad que iba a tener la toma de Kabul y del país, pero iba a ocurrir de todas maneras.
- ¿Cuál fue su estrategia de entrada?
- Lo que hicieron muy inteligentemente fue plantear una estrategia comunicacional distinta a la que habíamos visto el 96. Ellos llegan con una actitud colaborativa con los medios de comunicación internacionales, no así con los locales, donde hubo violencia inmediatamente apenas empezaron a gobernar, cuando plantearon que iban a ser respetuosos de los derechos humanos, de las mujeres, de las minorías étnicas. Y en la práctica lo que ha ocurrido es lo que todos sabían que iba a pasar: que iban a volver a hacer lo mismo que habían hecho antes. No había razones para creer que iba a haber una transformación real, porque ellos condicionan en el fondo ese respeto a lo que tiene que ver con la ley islámica, la implementación de la sharia. Entonces dicen "nosotros vamos a respetar a la mujer en relación a lo que dice la ley islámica". Bueno, es su interpretación de la ley islámica. En ninguna parte el Corán dice de manera explícita que las mujeres no pueden ir al colegio…
- Están tomando las mismas medidas que antes.
-Lo que hemos visto en el último tiempo es que las mujeres mayores de 12 años ya no están yendo al colegio, las pocas que están asistiendo van a ciertos lugares donde probablemente esto se va a terminar prohibiendo. Han sido sacadas de todas las esferas públicas, medios de comunicación, en fin. Los talibanes nunca tuvieron la intención de cambiar y nadie tendría por qué creerles sus buenas intenciones si nunca cumplieron ningún compromiso. Dentro de lo que fue el Acuerdo de Doha, cuando hablaron con Donald Trump y se sentaron a negociar, eso tenía que ver con garantizar que ellos iban a romper el vínculo con Al Qaeda y está demostrado que eso nunca ocurrió, ellos siempre siguieron vinculados con Al Qaeda. De hecho, cuando llegan al poder se ve ya cómo vuelven personas vinculadas con esa organización. Así es que la situación de Afganistán va a seguir en un proceso de deterioro en términos de sus problemas de estabilidad y gobernabilidad, y lo más terrible es que ni siquiera nos vamos a enterar porque la posibilidad de que haya cobertura de medios de comunicación es cada vez más baja. 2
¿Qué ocurrió en Afganistán, que quedó en manos de los grupos talibanes y hubo un retroceso de seguridad importantísimo? Fracasó la comunidad internacional, porque esa problemática se abordó con una visión occidental, no acorde con la realidad de un pueblo como Afganistán, con su etnia, con su historia, con su misma realidad".
Lo que se ha visto en los últimos 20 años es que ya no se requieren atentados con el nivel de organización o financiamiento del 11S, sino acciones menos planificadas, que pueden ser perpetradas incluso por una sola persona.El tema de los llamados lobos solitarios se ha transformado en algo bien frecuente porque además es muy difícil de detectar".
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