LA PALABRA EFÍMERA
POR MARY MAC-MILLAN, DOCTORA EN FILOSOFÍA Y LETRAS, ACADÉMICA UAI
Pan con queso derretido al microondas
Todo lo que viene es personal… y al mismo tiempo no. A lo largo de los años, El Mercurio de Valparaíso ha tenido la generosidad de publicar textos míos en su espacio de columnas de opinión.
Una columna de opinión es casi un género, en la medida en que tiene sus requisitos: debe ser breve y estar relacionada con la contingencia nacional o internacional. Y ya que se trata de El Mercurio de Valparaíso, de preferencia con la contingencia regional.
Es por eso que he titulado esta recopilación de columnas como La Palabra Efímera*, ya que toda contingencia lo es. ¿Qué tiene que decir una profesora de literatura sobre la contingencia en cualquiera de sus modalidades? A lo largo de los años, de vez en cuando, algunas personas del todo desconocidas, me han contactado para decirme que se han sentido tocadas, que algo de esas líneas les ha generado sentido o que, simplemente, se han sentido identificadas.
Un par de veces, debo reconocerlo, me han buscado para reclamar y decirme que se han sentido ofendidos. Pero como dice el bolero, "odio quiero más que indiferencia" y también acogí esas señales.
Una columna de opinión, tal como lo entiendo desde mi disciplina, es una botella al mar. Flota a la deriva y puede que alguien la recoja como puede que no. Dos requisitos de la columna me han sido siempre complejas de asumir: la contingencia y la brevedad. Muchas veces se trata de temas que el medio periodístico dicta, o circunstancias locales que van y vienen.
¿Qué puede decir una persona ligada al ámbito literario sobre la caída de las acciones, sobre las votaciones de alcaldes o sobre el uso de los parquímetros? Y la brevedad se me presentó también como una restricción, ya que es necesario profundizar en muchos aspectos para desarrollar una idea.
Y sin embargo, una y otra vez la contingencia me apelaba a escribir unas líneas, me sentía tocada a dar forma a un sentir, idea o molestia desde una pluma humanista. Si alguna de estas columnas llegó a otra persona, entonces hay algo mágico que ha valido la pena.
¿Por qué publicarlas ahora en formato de libro?, ¿por qué no dejar que ese rasgo de efímero haga lo que tenga que hacer? Tengo que reconocer que la pandemia nos ha puesto a muchos frente a la posibilidad cierta de la muerte. Y ya en esta situación cada uno busca en su historia aquello que es y que ha sido. Me imagino que ni los grados académicos ni los artículos de investigación me servirán como moneda de pago para cruzar el Aqueronte en la barca de Carón. Pero quizás una palabra que haya llegado a otra persona, quizás sí…. quizás no.
Por eso, en un gesto vano y vanidoso, esta recopilación es un intento por trascender una soledad y alcanzar a otros mediante mi instrumento de trabajo: la lectura y la escritura.
Muy en el fondo, en la hora de la verdad, nunca he dejado de ser una niña que lee pierna arriba en un sillón desvencijado, con un gato en el regazo y comiendo un pan con queso derretido al microondas. Con los años, esas lecturas se convirtieron en clases, en formulaciones un poco más complejas si se quiere… pero las columnas de opinión me parecen, en su rasgo de efímeras, más honestas, más simples y por lo mismo, más vitales.
Y de eso se trata todo esto, de retrasar un poco ese día inevitable.
Título: "La Palabra Efímera: columnas de opinión".
Autora: Mary Mac-Millan.
Editorial: El Mercurio de Valparaíso.
Extensión: 142 páginas.
Precio: gratuito con suscripción al diario El Mercurio de Valparaíso en la Feria del Libro.
* El libro La Palabra Efímera será presentado este lunes 24, a las 19 horas, en la 40ª Feria del Libro de Viña del Mar por su autora Mary Mac-Millan y el director de El Mercurio de Valparaíso, Carlos Vergara. La edición será un obsequio a las primeras 150 personas que se suscriban al periódico en el stand dispuesto en la misma Feria del Libro.