Flor Arbulú

Ha pasado cerca de un mes desde que este Diario publicó una carta firmada por David Dahma Bertelet en la que se despedía de su cargo como director de las Radioemisoras y Temporada Artística de la Universidad Técnica Federico Santa María. Fue un tiempo de descanso y de estar con su familia, y quizás también para intentar sopesar lo que pasó: "Yo diría que ha sido una decisión de la autoridad sorprendente, porque a los ciclos exitosos no se les pone término, sino por el contrario", comenta desde su casa en Viña del Mar en esta primera entrevista que da luego de lo sucedido.

Y agrega: "Cuando también se asocia una decisión de este tipo a la edad… Yo he tenido la fortuna, la suerte, de visitar universidades en muchísimos países de Europa, Asia, Medio Oriente y América, y hasta donde sé y he visto el conocimiento, el saber, la experiencia se cuidan, se protegen y se mantienen. Por lo tanto, no lo logro entender".

Sello de la radio

El impacto no fue sólo para él, sino también para todo el medio cultural de la región. No por nada Dahma, que este 2022 cumple 69 años, ha estado vinculado al medio casi medio siglo. Trabajo por el que se ha hecho conocido desde que en 1973 entró como alumno ayudante a las radioemisoras, para poco después asumir la dirección de las mismas en 1981, bajo la rectoría de Ismael Huerta Díaz (1977-1984), y en los '90 la de la Temporada Artística, cuando en 1996 asumió como director de Difusión Cultural y Radioemisoras AM y FM de la casa de estudios.

Es precisamente esta trayectoria la que quiere destacar. Sobre todo, porque es una historia que lo llena de orgullo: "En el caso particular de la radio, me correspondió un trabajo maravilloso cual fue desarrollarlas, dado que estas transmitían muy pocas horas al día, y teníamos una estación de radio que tenía solamente 1000 watts de potencia, y con programaciones que iban de cuatro a ocho horas diarias", comenta.

Es así que en los últimos 40 años "fuimos desarrollándolas tecnológicamente para que éstas, por una parte, pudiesen aumentar sus horas de transmisión y posteriormente también la potencia. Fue así que obtuvimos la concesión para una estación de 10 mil kilowatts, lo que significó que teníamos que sacar la estación de la Universidad", detalla.

Recuerda que el transmisor "estaba puesto en la Casa Central, muy mal puesto, porque un transmisor FM no puede estar ahí, y nos fuimos a Nueva Aurora, y al poco andar, gracias a una donación (…) logramos tener el transmisor de 10 mil kilowatts y también logramos la concesión para esa potencia".

"Posteriormente a eso vino todo un desarrollo tecnológico asociado a la internet y logramos que nuestras estaciones no solamente transmitieran 16 horas al día, sino también fuimos a las 24 horas y con una programación que fuera global. O sea, cuando nosotros estábamos acá en horario nocturno en el huso horario de otros continentes nos pudiesen escuchar con una programación muy atractiva", sigue.

Con la pandemia, dice, "nos tuvimos que reinventar. Comprar equipos, licencias y otros para poder hacer un trabajo vía online, y mantener las estaciones de radio sin mayores inconvenientes. Eso fue un placer hacerlo y ver cómo resultó, y los resultados fueron extraordinarios".

"Hoy día transmitir para el mundo solamente con el financiamiento básico que da la universidad -lo cual es pagar las remuneraciones del personal y algunos gastos comunes-, pero todo el desarrollo del medio ha sido un trabajo muy fuerte con ingresos propios", manifiesta.

En cuanto a la audiencia, Dahma dice que "tiene que ver con la calidad y lo digo con mucho orgullo de consolidación de la programación de esta radio". "La Radio Universidad Santa María es un referente internacional. Yo participo en muchísimas redes de radios universitarias, he creado muchas redes con otros colegas tanto en México, como en Argentina, Colombia y Chile, y hoy en día redes creadas en Europa también, donde están las principales redes de radios universitarias de España, Italia, Francia y Portugal. Y eso da cuenta de que esta estación de radio ha sido un símbolo del bien hacer de las radios universitarias a nivel global".

"Es por eso que ha recibido innumerables reconocimientos, y no solamente de los medios de comunicación, sino también de instituciones como la Unesco, organizaciones nacionales e internacionales por lo que ella significa", sostiene el hasta hace poco director de la radio.

Nada lo hizo decaer. Ni siquiera cuando en los tiempos de la dictadura rompieron los transmisores AM y FM; o los problemas internos, cuando los estudiantes se tomaban la Universidad, por lo que seguían con la radio.

Respecto a esto último, "hemos vivido años muy críticos por temas estudiantiles, por temas de revueltas, tomas, paros, y todo. Pero la relación de este director ha sido siempre muy, muy buena con las federaciones y ellos entendieron siempre que la radio es un medio de comunicación inviolable, y que por lo tanto había que permitir que siguiera funcionando o de lo contrario iba en contra de la libertad de expresión, la libertad de prensa", sostiene.

"Así que ellos toda vez que iban a hacer un paro, iban a tomarse la universidad oportunamente me avisaban para que yo también tomara las medidas, obviamente en la reserva de caballeros, palabra de un árabe, es palabra de honor en cuanto a que ellos iban a respetar todo también, que no iban a hacer ningún daño, que iban a permitir el acceso a trabajar. Así que no hubo inconvenientes", relata.

La temporada

En cuanto a la Temporada Artística, que este año cumple 82 años -mientras que la radio celebrará 85-, dice que cuando tuvo la oportunidad de visitar

" Yo diría que ha sido una decisión de la autoridad sorprendente, porque a los ciclos exitosos no se les pone término, sino por el contrario (...) He visto que el conocimiento, el saber, la experiencia se cuidan, se protegen y se mantienen. Por lo tanto, no lo logro entender".