Javiera Quiroz

Las ilustraciones del siglo XX se han transformado en un patrimonio de la historia del país, con diferentes artistas y publicaciones que desde sus trincheras identificaron los problemas, la idiosincrasia y el valor socializador de estos dibujos. Es por esto que la Corporación Cultural de Viña del Mar, en conjunto con el municipio, organizaron la muestra "Antología de la caricatura chilena".

Se trata de una oportunidad única que reúne los trabajos originales de 33 importantes caricaturistas chilenos, además de cuatro de las revistas más trascendentales de la historia nacional del género. La exposición ya está abierta en la Sala Viña del Mar (Arlegui 683), con entrada liberada.

Algunos destacados

La muestra está dividida en dos secciones. En el primer nivel, la antesala, se presentarán las colecciones más representativas de cuatro publicaciones: "Topaze", revista que hizo de la sátira política un arte; "El peneca" y "Mampato", que destacaron en el ámbito de la entretención y la educación infantil; y "ZigZag", reconocida por ser la publicación precursora de la categoría miscelánea en Latinoamérica.

La segunda parte de la exposición se encuentra en el segundo nivel y es allí donde se despliegan las obras más relevantes de los caricaturistas seleccionados. Entre ellos se encuentran representantes locales, como Eduardo Armstrong, fundador y primer director de la revista "Mampato", en la cual se hizo conocido Themo Lobos -quien pasó sus últimos años radicado en Concón- gracias a sus icónicos personajes como Ogú y Rena.

La muestra también incluye a dos artistas que trabajaron para este Diario, como son Renzo Pecchenino, Lukas, que dedicó gran parte de su trabajo a observar a Valparaíso y Viña del Mar; y Rubén Bastías, un agudo intérprete de la realidad local.

También estará presente el trabajo de Elena Poirier, una de las primeras mujeres en incursionar en el género, comenzando su carrera a los 14 años como ilustradora de cuentos infantiles para la Editorial Zig-Zag, entonces a cargo de Elvira Santa Cruz (Roxanne), gracias a Mario Silva Ossa (Coré), quien también es parte de esta muestra.

Se suman los nombres de René Ríos, Pepo, creador de "Condorito"; Percy Ramos, autor de "Pepe Antártico", y el icónico Jorge Délano, Coke, quien recibió el premio Nacional de Periodismo en 1964.

La exposición reúne también parte de la colección de José Peret, chileno radicado en Noruega. Su relación con las caricaturas se remonta cuando comenzó a leer historietas en el diario "La Unión" de Valparaíso cuando tenía 5 años. Más tarde, cuando llegó al país nórdico, empezó a coleccionar revistas que encargaba desde España, a lo que se fueron sumando ilustraciones, sellos postales y portadas que evocan a su niñez.

A pesar de haber dejado el país, mantuvo comunicación con muchos de los caricaturistas de la exhibición, por lo que hay varios trabajos con dedicatorias personales que dan cuenta del vínculo formado.

Panorama familiar

La Corporación destaca esta muestra como un valioso panorama que coincide con el inicio de la temporada estudiantil. De esta forma intenta ser un viaje al pasado tanto para alumnos y docentes de la ciudad y el resto de la Región.

"Con ello, seguimos aportando con el sello de la Corporación Cultural en beneficio de la comunidad", comentó Luis Bork, presidente de la Corporación Cultural de Viña del Mar. Y agregó: "Los invitamos a disfrutar de esta oportunidad para compartir y para incorporar a sus familias y amigos en esta mirada retrospectiva que tributa a la ilustración y caricatura de nuestro país".

La exposición permanecerá abierta hasta el 15 de marzo, con posibilidad de extenderse, y se podrá visitar de lunes a sábado, de 10 a 19 horas, exceptuando los martes, que se cierra a las 16 horas para sanitización. También habrá visitas mediadas para todo el público los lunes, miércoles y viernes, entre 15.30 y 18 horas.

"Los invitamos a disfrutar de esta oportunidad para compartir e incorporar a sus familias y amigos".

Luis Bork, Presidente de la Corporación Cultural de Viña del Mar

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En octubre, el que fuera el director de "Bienvenidos", Jorge López, cayó en la UTI producto del coronavirus. En ese momento su esposa, Susana Durán, contó que al momento de la internación llevaba "12 días botado en la cama y, como no somos de ir al doctor, además solo te dicen que hagas cuarentena y tomes paracetamol, Jorge se quedó en casa esperando que pasara".

Pero no pasó y estuvo hospitalizado por varias semanas, con un compromiso pulmonar del 97 por ciento. "Estuve grave, en riesgo vital, perdí mucha masa muscular", contó a LUN el director, asegurando que bajó 17 kilos en el proceso.

Un factor clave para su gravedad fue no contar con ninguna dosis de vacuna. Según dijo Durán en su oportunidad, "fue varias veces, hacía filas para vacunarse, pero como es acelerado, se iba porque tenía que esperar mucho y no quería estar tanto rato fuera del matinal. Así se le fue pasando el tiempo".

"Me criticaron con justa razón, aunque jamás he sido antivacuna, fue de dejado", comentó López ahora, asegurando que finalmente recibió la primera dosis en noviembre y la segunda en diciembre.

"No debería haber pospuesto (la vacunación). Me pude haber muerto", expresó el director, consignando que "le hice el quite. Fue irresponsabilidad mía".

El director, apodado "Rambo", también relató que "el tercer día sentí que me iba a morir". "Uno siente cuando se está yendo. Sentí un vacío enorme, inexplicable, un silencio y una oscuridad absoluta. Es muy difícil de transmitir", finalizó.

A pocas horas de enfrentar al público que asistió al Carnaval Elquino de Vicuña, Dino Gordillo se enteró de la muerte de su hijo mayor, Aldo Guzmán. Sin que nadie más que el alcalde Rafael Vera supiera, el humorista realizó su show. Culminada la presentación, Gordillo se desahogó: "Este show lo hice dedicado a mi hijo que hoy en la tarde perdió la vida… mi hijo, de 41 años", soltó entre sollozos, mientras recibía una botella de agua, para luego despedirse. El jefe comunal reveló más tarde que le ofreció suspender su presentación para que pudiera viajar a Concepción, pero él se negó porque su hijo habría querido que continuase.