Coordinación ante la arremetida delictual
La reiteración de los ilícitos en el sector poniente afecta la seguridad de las personas y de las actividades comerciales. Esta realidad se debe analizar considerando varios hechos a partir del aumento de la población en verano, la proliferación del comercio ambulante en lugares centrales y las corrientes de migrantes.
El foco delictual está apuntando a Viña del Mar, con ataques a la población en general y al comercio en particular. Esta afirmación se confirma con dos hechos ocurridos el sábado pasado, a plena luz del día y en el eje mismo de la actividad turística de la ciudad.
El primer caso fue la acción de dos motoristas -conocidos como motoclock- que interceptaron a un peatón en la avenida Perú, a quien le robaron un reloj avaluado en 7 millones de pesos. Luego, un hecho similar se registró en el exterior de una pizzería de 8 Norte: delincuentes motorizados asaltaron a clientes del local robando el reloj de uno de ellos.
En ambos casos es posible que los atacantes hayan intimidado con armas de fuego y en el ilícito de la avenida Perú la víctima informó que los delincuentes tenían acento extranjero y, aparentemente, tenida de alguna aplicación de delivery.
Es posible que existan registros de estos asaltos en cámaras de seguridad, pero en cualquier caso ante las denuncias Carabineros aseguró que mantiene puntos de control en el sector los que serán reforzados.
Ante estos hechos se puede afirmar que los delincuentes están aplicando en la zona los mismos modos de actuar que se han extendido en la capital; por tanto, procede recoger experiencias y aplicar procedimientos preventivos, como es el control de los numerosos motoristas que circulan por las calles de la ciudad. Hay que controlar licencias y la efectividad de su pertenencia a sistemas de delivery, materia en cual tienen responsabilidad las aplicaciones en la clara identificación de los antecedentes de su personal.
Es posible, además, ejercer controles en los lugares de entrega de productos, para ir descartando suplantación de identidades y funciones y, a la vez, estableciendo si los conductores de motocicletas tienen licencia y permiso de circulación. Esta tarea de control se puede hacer en coordinación con el sistema de seguridad de la municipalidad, tal como se hace en comunas de Santiago.
Ampliando la mirada ante la acción criminal, hay que atender a que el sector poniente de la Población Vergara, cercano a la costa, está siendo objeto frecuente de la arremetida delictual, incluso con homicidios. Esto afecta a vecinos y a la actividad turística y, en lo general, a la imagen de toda la ciudad.
Esta realidad se debe analizar considerando varios hechos a partir del aumento de la población en verano, la proliferación del comercio ambulante en lugares centrales y las corrientes de migrantes, donde es muy complejo separar la paja del trigo.
Ante esta realidad es fundamental una coordinación permanente, con ánimo propositivo, de Carabineros, Investigaciones, Seguridad Municipal, Fiscalía y las agrupaciones de comerciantes y vecinos. El enemigo es uno, la delincuencia, y el objetivo común es la seguridad. Buscando ese objetivo, es indispensable un trabajo coordinado y sin reservas.