Básquetbol porteño recupera un valioso trofeo robado hace dos años
BÁSQUETBOL. Copa Carlos Ibáñez del Campo, donada por el expresidente en 1929, fue sustraída junto a otros tesoros históricos desde el Fortín Prat. La estaban vendiendo en una feria libre.
Mientras Valparaíso se encontraba en medio de una estricta cuarentena por la pandemia de covid-19, que involucraba incluso toque de queda en la ciudad, la Asociación de Básquetbol porteña sufrió un millonario robo en sus dependencias de calle Rawson, frente al Congreso Nacional.
La noche del 2 de abril de 2020, delincuentes ingresaron al Fortín Prat, desde donde sustrajeron diversos objetos. De acuerdo a la denuncia realizada por los dirigentes cesteros, perdieron pantallas y un sistema de proyección, además de invaluables artículos históricos de la organización deportiva, que formaban parte de un pequeño museo que se estaba tratando de implementar.
Prácticamente dos años pasaron del episodio y según relatan desde la institución nunca se enteraron de alguna diligencia realizada por las policías ni por el Ministerio Público para investigar los hechos.
Cuando ya daban todo por perdido, el domingo pasado el presidente del club New Crusaders, Mario Pizarro, recibió el llamado telefónico de un conocido que alertó a la dirigencia porteña: en la "feria de las pulgas" que se instala en el sector del Almendral, estaban vendiendo un trofeo que tenía una placa donde se alcanzaba a leer la palabra Federación de Básquetbol.
Rápidamente el mandamás del equipo del cerro Alegre se puso en contacto con Luis Pacheco, secretario de la Asociación. Juntos llegaron hasta el sector de calle Victoria, donde estaba instalado el vendedor que ofrecía el artículo en cincuenta mil pesos.
"Revisé el objeto, vi la placa, lo comparé con una foto que teníamos de antes del robo y me di cuenta que era la Copa Carlos Ibáñez del Campo. La última confirmación me la otorgó un sello transparente muy chiquitito que decía TRO-0011, que estaba al interior del trofeo. Era el número de registro de inventario que realizó un equipo de la Universidad de Valparaíso hace unos años, cuando pusimos en valor nuestro patrimonio histórico", relata Pacheco.
Cuando los dirigentes le hicieron ver al vendedor que estaba ofreciendo un producto robado se inició una tensa conversación, que involucró a otros ambulantes del sector. A regañadientes, y ante la amenaza de denunciarlo por receptación, el sujeto aceptó entregar la copa.
Además del trofeo donado por el expresidente Ibáñez, en el robo al Fortín Prat ocurrido el 2020 la Asociación también perdió una valiosa estatuilla Capodimonte, que desde hace medio siglo estaba en las vitrinas de la organización deportiva y posee un gran valor económico e histórico para el básquetbol porteño.
Pacheco sospecha que esta pieza fue "encargada" por algún coleccionista que hoy la tiene en su colección privada y que el resto del botín no aparecía como el objetivo inicial de los delincuentes.
La académica de la Universidad de Valparaíso, Ángela Herrera, fue la encargada del proyecto Fondart de 2016 que ordenó la colección de artículos patrimoniales de la Asociación.
"Este tipo de objetos dan cuenta del proceso de las instituciones, por eso son valiosos, más allá de su materialidad o que hayan sido regalados por un Presidente", dice la profesora de la carrera de Diseño, quien es Magíster en Gestión de Patrimonio Cultural de la Universidad Complutense de Madrid.
Uno de los aspectos relevantes de la copa recuperada, explica Herrera, es su manufactura, pues la forma de confeccionarla ya no se utiliza.
"A partir de los años 80 los trofeos se comienzan a fabricar en aleaciones muy malas o simplemente en plástico. Todos los trofeos anteriores a esa época, además, van dando cuenta de los estilos artísticos, hay algunos con reminiscencias de art nouveau o art déco", enseña.
La profesora de la UV coincide con la teoría de Pacheco respecto a que el robo de 2020 fue por encargo, para sustraer la estatuilla Capodimonte.
"Ese objeto estaba a la vista y de seguro lo tenían identificado, creo que la Copa Carlos Ibáñez se la llevaron porque les impresionó su tamaño", indica.
"Estamos trabajando con el municipio de Valparaíso para instalar un pequeño museo en el Fortín Prat".
Luis Pacheco, Secretario Asociación de Básquetbol
"Este tipo de objetos dan cuenta del proceso de las instituciones, por eso son valiosos, más allá de su materialidad".
Angela Herrera, Académica U. Valparaíso
1929 es el año en que fue donada al básquetbol la Copa Carlos Ibáñez del Campo, que se recuperó esta semana.
1947 es la data de origen de la estatuilla Capodimonte, que fue robada desde el Fortín Prat hace dos años.
"