Tras el hilo conductor de tomas de terrenos
La ocupación ilegal de terrenos destinados a viviendas regulares en Placilla y Quilpué exige realizar una investigación integral. Por otro lado, los revelaciones del juicio oral por el caso del homicidio de pueden dar importantes antecedentes sobre la orgánica que existe tras esas bien estructuradas tomas de terrenos.
Ignorar que las tomas de terreno son el resultado de la crónica crisis habitacional del país sería como intentar tapar el sol con un dedo. Pero desconocer que tras ese problema social hay una explotación, a veces con alcance criminal, sería una ingenuidad.
El caso del homicidio en Concón del empresario Alejandro Correa, propietario de un terreno ilegalmente ocupado, es una prueba lamentable de los ribetes delictuales que existen tras estas situaciones.
Es procedente insistir en lo señalado tras una nueva ocupación ilegal de un predio que se presenta en Placilla y que afecta directamente a un grupo que promueve la construcción de 160 viviendas sociales en ese terreno. Los afectados, agrupados en el comité Ñi Ruka Pewma, con el fin de llamar la atención sobre su problema y ante la espera de dos años en la solución a su demanda habitacional, han realizado manifestaciones y barricadas en la Ruta 68, que, lógicamente, alteran el tránsito en esa vía, una de las más importantes del país. El delegado presidencial, Jorge Martínez, ha rechazado esas manifestaciones, calificándolas de violentas, lo que fue desestimado por Cecilia Leiva, presidenta del mencionado comité.
Pero más allá de declaraciones y de acciones que afectan a terceros como es el corte de una ruta, el problema de las tomas se ha extendido, afectando a quienes por la vía legal luchan por la vivienda propia y digna. Así, al caso de Placilla, más notorio por el mencionado corte, se suma otro en Quilpué, donde grupos migrantes amenazan un predio destinado a soluciones habitacionales en curso.
La reiteración de esos casos, la sistematización de las acciones con la utilización incluso de maquinaria pesada y parcelación de los predios, evidencia organización y la destinación de recursos. ¿Son esos recursos, esos gastos en arriendo de equipos y contratación de profesionales una inversión, una especulación con un problema social?
En el caso de Placilla, donde se ocupó un terreno privado que sería adquirido por el Serviu para levantar las 160 viviendas señaladas, se hizo una denuncia ingresada el martes a la Fiscalía. Se informó al respecto que "la causa tiene ya diligencias decretadas, en concreto, una orden de investigar amplia a la Brigada de Investigación Criminal de la PDI de Valparaíso, por el plazo de 30 días".
Es oportuna esta investigación ante una denuncia concreta, pero tendría mejores resultados la designación de un fiscal con dedicación exclusiva para indagar la reiteración de estas tomas, buscando el hilo conductor de organización que las uniría.
Por otro lado, los revelaciones del juicio oral por el caso del homicidio de Concón, cuya causa basal parece estar también en una ocupación ilegal, pueden dar importantes antecedentes sobre la orgánica que existe tras esas bien estructuradas tomas de terrenos.