"Lamentablemente la adicción al videojuego es a temprana edad, cuando el cerebro está en formación"
Hace poco más de una semana, la Organización Mundial de la Salud publicó su más reciente actualización de la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11), donde se incluyó por primera vez la adicción a los videojuegos en su lista de trastornos mentales.
Una medida que para la académica de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Playa Ancha (UPLA) y directora nacional del Colegio de Psicólogos de Chile, Lillian Pérez, iría en la línea correcta, aunque aclara que "se llame videojuego o como sea, el concepto base es la adicción, es decir, esta impulsividad que no puedo controlar, que me secuestra a nivel cerebral".
La doctora en Neurociencia Cognitiva Aplicada subraya que junto con tomar conciencia de esta problemática se hace necesario abordar "la posibilidad al menos de que se hagan programas y propuestas de manera precoz y que se tome en consideración el videojuego, para poner algunas normas y reglas que regulen su venta y el tiempo de exposición, porque esta no es una adicción inmediata como pasa con la cocaína, sino que se va incrementando, en la medida en que voy participando de esta práctica y voy ganando".
-Uno de los objetivos de la OMS con esta clasificación es estandarizar mejor los estudios sobre la adicción a los videojuegos, ya que las anteriores mediciones marcan una prevalencia de este trastorno, que oscila entre 1% y 50%. ¿A qué pueden deberse estas importantes variaciones?
-El visibilizarlo permite, de partida, generar fondos para la investigación, porque yo postulo a fondos públicos para investigación que son reducidos y si no hay una patología definida, ¿por qué vas a investigar sobre videojuegos? Casi es un dato freak, pero cuando estamos hablando de una patología inserta en un documento, reconocida internacionalmente, ya hay una documentación pesada dentro del mundo científico, que permite abrir el espacio de una investigación formal. Por eso ese rango del que hablas es horrible y pasa porque, lamentablemente, para investigar de una manera consensuada, necesitamos fondos públicos y para poder postular, uno de los requisitos es que sea una información científica. Lamentablemente, la adicción al videojuego es de edad temprana, cuando el cerebro está en formación. De ahí lo nocivo que es.
Daño en el metabolismo
-¿Qué impacto tiene la adicción a los videojuegos en el aprendizaje de niños y jóvenes, dada la falta de sueño que habitualmente conlleva?
- El hecho de una adicción, estamos hablando de que te secuestra el cerebro, por lo tanto, de alguna manera estás buscando complacer y pierdes las nociones de autorregulación asociados al ritmo circadiano, que tiene que ver con nuestro metabolismo. Entonces, estamos hablando de que alteras el sueño vigilia, que es importantísimo para el desarrollo de los niños; también modificas la parte alimentaria, porque muchas veces, al estar secuestrado en ese juego, dejas de comer a las horas que corresponde o te sientas y empiezas a jugar y comes, y no tienes conciencia con qué te alimentas, produciendo una enfermedad a la base que es la obesidad, que a su vez trae la diabetes, hipertensión arterial. Estamos hablando de una enfermedad que es multicausal, o sea, esto que puede ser algo entretenido, termina siendo un descalabro en muchas áreas para el niño, como el cambio en el aprendizaje, porque necesita tener gratificación inmediata.
- El hecho de que algunos niños pasen más tiempo con videojuegos que no corresponden a su edad, ¿resulta aún más perjudicial que si desarrollan adicción a uno que es aceptado para su rango etario?
- De partida, la temática es fundamental, pero también tiene que ver con la carga lumínica y auditiva, ahí también hay una alteración cerebral electroquímica y por lo tanto, puede gatillar epilepsias; de hecho, hay muchas epilepsias que se descubren a partir de estos juegos y se gatillan, justamente, por la carga eléctrica a nivel lumínico, porque es un cerebro que está explorando y desarrollando nuevas redes neuronales. Ahí entran las figuras paternas, porque si el niño pasa toda la noche jugando, es que se perdió la relación con el hijo.
Supliendo la felicidad
El psicólogo Nicolás Núñez advirtió en conversación con radio ADN que "cuando se utiliza el juego para evitar cumplir responsabilidades, eso va configurando una personalidad adictiva". ¿Podría replicarse incluso una adicción a las drogas?
- Por supuesto, una personalidad adictiva necesita de un gratificador externo. ¿Cuál es la característica principal de una persona que presenta una adicción? Es alguien dependiente, pero de algo externo a él, es decir, a quien le entrego la responsabilidad de la felicidad es al otro, que puede ser videojuego, tabaco, alcohol, lo que sea, porque es lo que me da felicidad. Yo no autogestiono mi felicidad, entonces, no soy independiente. El rasgo principal que tiene un adicto, es la dependencia: dependo de un otro -llámese persona, cosa o sustancia-, que me haga ser feliz.
- ¿Qué tipo de actitudes o comportamientos deberían alertar a padres o tutores sobre esta adicción en niños o adolescentes?
- Lo primero es el cambio en el sueño vigilia. Lo segundo, es que se empieza a aislar y no desea participar en las cosas que hacía cotidianamente, como las cenas, los desayunos o el salir a pasear y prefiere quedarse encerrado, ir a sitios con internet, se desespera si no le quedan datos en el móvil. Esas son alertas gráficas, es decir, si mi hijo no quiere salir a un paseo porque se quiere quedar en casa, la lógica es preguntarle por qué quiere hacer eso y comenzar a escudriñar, porque lo natural es querer compartir con la familia. Entonces, ahí uno debe entrar a supervisar cuánto rato permanece frente a la pantalla y tiene que monitorear, porque uno tiene que enseñarles a los niños. El niño solo no se autorregula, solo va a buscar gratificación.
Alcanzar autonomía
- Las personas, en su mayoría jóvenes, que toman este tipo de entretenciones de modo profesional o como una forma de ganarse la vida, ¿también podrían caer en la categoría de adictos?
- Una persona que necesita pasar varias horas y que no puede dormir tranquilo o no tiene una vida saludable, porque nuestra vida se ocupa en el aspecto laboral, la parte lúdica, mi familia, mis intereses, mis amigos, pero cuando mi foco es solo uno y domina a los demás, es decir, si yo por jugar dejo de almorzar, compartir con mi familia o hacer tal o cual cosa, estoy hablando de una adicción.
- ¿Cuán posible es revertir este tipo de trastornos en adultos? ¿Qué tipo de tratamientos o terapias se pueden llevar a cabo?
- El objetivo es el logro de la autonomía y el cuidado, porque una personalidad dependiente siempre va a tender a buscar eso, a depender de un otro. Entonces, se tiene que automonitorear y autorregular muchísimo, y negarse a muchas cosas: una persona que tiene tendencia al alcoholismo y no regula cuánto bebe, que no se meta con el tabaco u otras cosas, porque le va a pasar algo parecido. Hay que trabajar en esas conductas, qué le pasa a él que necesita que un otro le entregue la responsabilidad de la felicidad y se trabaja la madurez, porque no está dada por los años, sino por los niveles de autonomía que tienes en la toma de decisiones.