Elizabeth Strout: "Siempre me interesó la gente normal"
La escritora norteamericana, ganadora del Premio Pulitzer el 2009, revive a Lucy Barton. Esta vez, en "Ay, William", el exmarido de la protagonista vuelve a contarle un secreto que no lo deja vivir.
La talentosa narradora estadounidense Elizabeth Strout se asomará a nuestras librerías el próximo abril con "Ay, William", una breve novela que nuevamente tiene como protagonista a su personaje Lucy Barton.
Elizabeth Strout fue ganadora de un Pulitzer el año 2009 por la novela "Olive Kitteridge", pieza que además se convirtió en serie de televisión para HBO, protagonizada por Frances McDormand. Strout maneja con soltura las voces de sus criaturas, una galería de seres que desde sus primeras impresiones nos disponen a una lectura que tiene mucho de escucha por el nivel de emociones y la intimidad que pone a flote entre frases cotidianas y silencios.
La madre de Strout jugó un rol fundamental en su camino a la literatura: "Yo sabía que era escritora, y mi madre también lo comprendió y se esforzó para animarme desde muy pequeña. Me dejaba escribir frases, y luego me hacía leérselas. Después empezó a darme libros ya más complejos", recuerda con emoción.
Lucy barton
La nueva novela, protagonizada por Lucy Barton, arranca así: "Me gustaría decir unas cuantas cosas sobre mi primer marido, William", y el gancho que nos atrapa es el uso de la primera persona, un recurso que ya se atrevió a usar en "Me llamo Lucy Barton", el primer volumen de esta saga donde la protagonista es una mujer treintañera que, convaleciente de una apendicitis, pasa un par de días con su vigilante y parca madre en el hospital, mientras sus hijas pequeñas y su marido esperan su regreso.
Esta vez, en "Ay, William", Lucy tiene un poco más de 60 años, está viuda de un segundo marido que tuvo y mantiene una relación muy compenetrada con William, atentos a las hijas ya casadas y treintañeras. Su "ex" vive con una esposa más joven y una hija entrando a la pubertad, aunque sigue confidenciando su intimidad a Lucy. Pronto le revela un secreto que lo atormenta sobre su madre, una mujer compleja que ha muerto hace décadas y a quien Lucy quiso mucho. Ese es el hilo que teje un ir y venir amoroso y acongojado, conflictivo y tierno, como el de todas las relaciones humanas.
"era su voz la que oía"
Actualmente Strout vive entre Nueva York y Portland y desde allí, via Zoom habla de su oficio y de cómo construye a sus personajes.
-¿La literatura ayuda a develar el misterio de la condición humana o lo ahonda?
-Pasan ambas cosas. Los misterios de la condición humana nunca pueden ser resueltos, pero creo que nos sentimos menos solos en estos misterios cuando nos decimos, "bueno, está bien, es la vida y todos estamos en el mismo barco".
-¿Por qué usó la primera persona en esta última novela?
-Es que realmente es así cómo yo escuchaba a Lucy Barton. Era su voz lo que yo oía, y era muy potente así que así es cómo tenía que escribirla.
Sobre sus personajes y cómo evolucionan, cuenta que le pasa algo extraño. "No sé muy bien hacia dónde va mi personaje, así que lo dejo ir. Cuando trabajo en mis personajes estoy con ellos. Siento que los entiendo y observo", afirma sin precisar más.
La autora prefiere centrarse en personas comunes y corrientes, por sobre sucesos y personajes extraordinarios.
"Siempre, desde muy joven, he estado muy interesada en la vida de todos los días, en la gente promedio, normal, en el día a día de aquellas personas que veo en la acera caminando, haciendo compras. He sido toda mi vida muy curiosa sobre ese tipo de personas, me pregunto cómo son, cuál es su vida interior. Eso es el mundo real".
Si Lucy Barton se parece a ella, concede que "es similar a mí, y esto va a sonar muy extraño, pero es similar a mí de la misma forma en que todos mis personajes son parecidos a mí. Sé que, al igual que yo, ella es una escritora pero yo no soy Lucy Barton. La entiendo de la misma forma en la que entiendo a todos mis personajes", zanja.
En cuanto su posición dentro del mundo de las letras y su condición de mujer, Strout dice que no le ha prestado mucha atención a esas circunstancias: "No me centro en eso. Soy una mujer y escribo en un momento de la Historia en que las mujeres estamos avanzando, tratando de avanzar, y creo que lo estamos logrando. Mi energía se centra en mi trabajo, no en preocuparme si los escritores masculinos publican más o les hacen más caso. Me centro en escribir lo mejor que sé sobre los temas que quiero: la gente normal y corriente", cierra.
Elizabeth Strout ganó el premio Pulitzer por "olive kitteridge", historia que fue convertida en serie para hbo.
Por Amelia Carvallo
"Siempre, desde muy joven, he estado interesada en la vida de todos los días, en la gente promedio, normal".