LA PELOTA NO SE MANCHA El Partido de la Muerte
POR WINSTON POR WINSTON
El reciente relato trasmitido por un medio ucraniano es dramático. Un grupo de 13 soldados fronterizos, después de escuchar el llamado de una nave de guerra enemiga que los amenaza con bombardearlos si es que no aceptaban la rendición, respondió con una contundente frase: "buque de guerra ruso, vete a la mierda"; sentencia que terminó costándoles la vida.
Luego de conocer la noticia, el presidente de Ucrania, Volodimyr Zelensky, anunció que los soldados murieron "heroicamente" y "no se rindieron", por lo que se les otorgó póstumamente medallas de Héroe de Ucrania.
La valentía de los ucranianos no es de este siglo. El incidente de la isla me llevó a recordar una de mis películas preferidas: "Fuga a la Victoria", dirigida por el legendario John Huston en 1981 y que durante mucho tiempo me marcó por varios motivos.
El primero y más obvio, me gusta todo lo relacionado con el fútbol. Segundo, sabía que ni Estados Unidos ni Hollywood eran muy asiduos al "soccer" y cada vez que hacían algo eran bodrios como "El Perro Futbolista", que nadie arrendaba en el videoclub.
Asimismo, ver en una película al rey Pelé y a Silvester Stallone juntos era una mezcla tan extraña como atractiva. A ellos se sumaban Michael Caine y Osvaldo Ardiles, Max von Sydow y Bobby More. Entre actores consagrados y jugadores profesionales, Huston armó un elenco que resultaba fascinante para los amantes del cine y el fútbol.
Como si esto no fuera suficiente, la historia, basada supuestamente en un acontecimiento verídico, resultaba tan increíble como conmovedora. Un grupo de presos en un campo de concentración alemán rompe la monotonía jugando fútbol hasta que reciben la invitación para enfrentar a una temible selección de las tropas de elite nazi. Para la resistencia, el encuentro es la oportunidad ideal para escapar en el entretiempo. Por esta razón, incluyen al capitán Robert Hatch (Stallone) en el equipo, conscientes de que sin guantes de box y metralletas es un cero a la izquierda. Después de varios abusos referiles en el primer tiempo y con un estadio abarrotado de civiles que buscaban consuelo en una revancha deportiva contra los alemanes, los jugadores se dividen entre quienes querían escapar y quienes quieren dar vuelta el resultado: ¿Fuga o Victoria?
No obstante, lo relevante de todo esto, es que la historia, sin Pelé, Ardiles, Stallone ni Caine, habría ocurrido de verdad durante la segunda guerra y el equipo de la resistencia estaba compuesto, en su mayoría, por jugadores del Dínamo de Kiev, el club más popular de la hoy noticiosa Ucrania.
El equipo ucraniano, que formaba parte de la Unión Soviética, fue desmantelado durante la segunda guerra hasta que un panadero local checo comenzó a reunir a los jugadores del Dínamo ofreciéndoles trabajo. Si en la madrugada preparaban pampushkas para los vecinos, en la tarde le pegaban a la pelota por el recién inaugurado FC Star. En eso estaban cuando les llegó la invitación para enfrentar a los nazis. El resto de la historia transcurre de forma similar a la película, los ucranianos dieron vuelta el encuentro y humillaron a los alemanes, conscientes de que algunos terminarían fusilados o en campos de concentración.
Algunos han cuestionado el relato, denominado más tarde como "El Partido de la Muerte" y aseguran que nunca existió la presión de los nazis por que los ucranianos se dejaran perder, que la relación entre alemanes y los de Kiev era cordial, y que las muertes posteriores fueron producto de la vinculación de los jugadores del Dínamo con la resistencia comunista.
En tiempos de guerra y de un futuro incierto, me quedo con la historia que me hizo soñar cuando niño: la de la bicicleta de Ardiles, la chilena de Pelé y con Stallone estirando su brazo para atajar un penal. Fútbol y cine, qué mejor combinación para evadir la dura realidad de estos días.