"El tren Santiago - Valparaíso es un proyecto difícil, pero tenemos que ver si la responsabilidad social da"
El ingeniero civil industrial Juan Carlos Muñoz dejó 25 años de trabajo académico en la Pontificia Universidad Católica para hacerse cargo del Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones. Ha pasado poco más de un mes desde que asumió y, tal como hacía antes, sigue moviéndose por Santiago en bicicleta y transporte público, como ha quedado registrado en notas de prensa y redes sociales.
Dice que nueve de 10 viajes los hace ya sea sobre dos ruedas o en micro o metro, y que la decisión depende de la hora, o de si va acompañado o necesita hacer algún trámite. El décimo lo hace en auto: "Un problema grave que tenemos no sólo en Santiago, sino que en todo el resto del país, es que han aumentado mucho los autos", acotando que "es una dificultad grande que tenemos que abordar, porque la gente aspira a usar sus vehículos y nosotros tenemos como autoridad que poder velar porque los sistemas funcionen de una forma que sean eficientes, sustentables; debemos velar por el bien común y tenemos que buscar la forma de que las alternativas, que son principalmente el transporte público, y también que la bicicleta y la caminata puedan hacerse de modo efectivo".
- ¿Cómo ha sido su primer mes?
- Se nos ha pasado el tiempo poniendo las primeras líneas de lo que uno quiere ir haciendo, pero uno de los mandatos grandes del Presidente Boric fue poner el foco bien en regiones y eso hay que destacarlo. En estas cinco semanas ya he estado cinco veces en visitas en regiones. Hay una estrategia muy marcada de tener presencia regional de modo de poder hacernos cargo de los dolores y cerrar la brecha en el sistema de transporte, sobre todo entre las regiones y Santiago, y también en el ámbito de telecomunicaciones. Además, buscamos un contacto muy estrecho con la agenda legislativa, porque tenemos varios proyectos que nos interesa avanzar que son fundamentales para ir llevando los sistemas de ambas áreas a ese nivel de conectividad, de accesibilidad, de mejor calidad, equitativo, más inclusivo y eficiente al que queremos avanzar.
- Parece que la brecha más grande se da en trasporte, ¿no?
- Sí. En telecomunicaciones estamos llegando con fibra óptica nacional a distintas grandes ciudades de Chile. En este caso la brecha es más grande entre el mundo urbano y el rural, en que hay zonas en las cuales la calidad de servicio no es la misma que en la ciudad; incluso hay zonas dentro de la ciudad que por distintas razones no cuentan con un buen servicio y, por lo tanto, es menos marcada la brecha. En cuanto al transporte urbano, sobre todo el colectivo, es Santiago, por sus dimensiones, la población la que ha traído el mayor nivel de inversiones. Tenemos en Santiago un metro con una cobertura y amplitud que se la quisieran muchas grandes ciudades del mundo.
- Desde regiones se ve cómo se invierte en metro, buses eléctricos, sistemas integrados de pago. ¿Qué tiene pensado para ellas?
- En regiones estamos un paso más atrás. No en todas, pero hasta hace poco en la mayoría no teníamos la capacidad ni las competencias del Estado de regular adecuadamente el servicio que se da. Es decir, el Estado tenía poco diente para exigir ciertas trayectorias, frecuencias, horarios de operación y, más bien el sistema de transporte público en muchas regiones del país funcionan con un operador que tiene un bus que define cuál es la tarifa que va a dar, que elige los horarios en los cuales va a operar, y donde él verá si se coordina con los otros buses que hacen el mismo trayecto. Ahí el Estado tiene poca capacidad para fiscalizar que las condiciones básicas se den. Hemos avanzado en los últimos años y hemos habilitado 20 perímetros de exclusión, que es una figura de regulación en que el Ministerio sí puede exigir, por ejemplo, cosas tan básicas como que los buses tengan un GPS y la autoridad pueda ver dónde están y en base a esa información poder determinar que la oferta, la frecuencia que se da, es la que se ha acordado, en que la tarifa que se cobra es la correspondiente. Son medidas bastante básicas, pero nosotros como autoridad no contamos con esas atribuciones en todas las ciudades del país.
- ¿Qué falta para que se extienda este control a todo el país?
- Hay varias cosas, hay un proceso que toma tiempo. Hay que definir cuál es el nivel de servicio que se va a exigir, hay una conversación también con los operadores locales y ver si estos están o no interesados, y si no lo están hay que hacer una licitación. Hay una conversación también con las autoridades locales de modo de identificar cuáles son las condiciones más razonables para que esa operación se dé y lo otro que considerar es que cuando uno les exige a estos operadores que ya no podrán trabajar a la hora y con el nivel de servicio que quieran, sino que tienen que ceñirse a ciertas condiciones, que los vehículos deben ser de cierto estándar, que la frecuencia tiene que cumplirse, que el período de operación es más largo, eso cuesta más caro que decirle haga usted lo que quiera. Por lo tanto, hay un subsidio de operación que tiene que darse y eso nos abre un espacio de conversación con el Estado para saber si contamos o no con los recursos para ir avanzando a la velocidad que quisiéramos. Ahí hay un tema que debemos ir trabajando de que la mayor cantidad de ciudades puedan tener resta regulación y nosotros los recursos para poder financiar la calidad de servicio que quisiéramos.
- Antiguamente llegaban a regiones las micros que se daban de baja en Santiago.
- Eso ya no ocurre. Hoy con el "subsidio espejo" del Transantiago llegan otros buses. Es cierto que no son el mismo estándar de Santiago, son más chicos. Pero eso está bien, porque ¿qué prefieres?, ¿tener buses grandes o buses chicos, entendiendo que cuando son chicos puedes dar más frecuencia? Creo que para la demanda en regiones, el contar con uno más chico pero con más frecuencia, es una buena forma de operar.
- En Valparaíso hace 10 años que no se realiza licitación del transporte público. ¿Hay planes de apurar ese proceso?
- Efectivamente, las licitaciones han estado muy ausentes en regiones y eso es algo que queremos mejorar. Creemos que es importante generar mecanismos competitivos para poder garantizar un mejor nivel de servicio. La licitación tiene un impacto, que es generar competencia y condiciones en las cuales los operadores y las empresas se esfuerzan por ganar el negocio. Qué más lindo sería que en una ciudad un operador que lleva décadas trabajando ahí haga el esfuerzo, se modernice y logre seguir operando en las nuevas condiciones que fija la licitación. Tenemos que buscar los mecanismos para ver si esos operadores están interesados y también ayuda tener operadores externos a la ciudad que estén interesados en entrar y competir por la cancha y poder dar un mejor nivel de servicio.
- ¿Es posible que haya restricción en algunas ciudades del país?
- Esto tiene que ver con cómo gestionamos la pandemia. En que durante los años que llevamos no hubo un esfuerzo muy grande por mejorar las condiciones del transporte colectivo y estamos saliendo de la pandemia con muchos más autos. El 2021 tuvimos 400 mil nuevos automóviles y uno mira el flujo y la cantidad de autos, estamos hablando de 25% más. Eso es mucho, y por lo tanto tenemos un problema grande y es natural lo que eso nos genera, porque las ciudades funcionan mucho peor, porque obviamente la gente y compra un auto y le gusta usarlo para su viaje cotidiano. Y cuando mucha gente se traslada a la misma hora al mismo lugar el peor medio de transporte es el auto. Porque ocupa mucho espacio, porque tiene una tasa de ocupación baja, además contamina, genera efecto invernadero, es un sistema desde el punto de vista social mucho menos efectivo y menos eficiente. Y el problema que tenemos en muchas ciudades es que ha ido aumentando la congestión vehicular y yo estoy seguro que los automovilistas que leen esta nota se dan cuenta de eso (...). Lo que tenemos que trabajar ahora son dos cosas: cómo desincentivamos el uso del automóvil y cómo favorecemos el transporte colectivo, pero hay que hacerlo de una forma que esté validada científicamente por la evidencia, no podemos sacar simplemente una solución que está probado que no funciona bien. Y en el caso de
"Las licitaciones han estado muy ausentes en regiones y eso es algo que queremos mejorar. Creemos que es importante generar mecanismos competitivos para poder garantizar un mejor nivel de servicio".