Joaquin Phoenix reflexiona sobre la madurez y el futuro
Este mes llega a salas locales "C'Mon, C'Mon", película del cineasta independiente Mike Mills. La trama viene cargada de humanidad, belleza y preocupación por el mundo que construimos.
Mientras todos elogiaban su actuación en "Joker", otras películas de Joaquin Phoenix seguían circulando por el mundo con menos prensa y ruido que el blockbuster de Todd Phillips. Por un lado, "You Were Never Really Here", de la escocesa Lynne Ramsey, en la que encarna a atormentado asesino a sueldo. Por otro lado, "Los hermanos Sister", del francés Jacques Audiard, un western que The Guardian definió como "una delicia". Es que el actor ha circulado siempre por dos carriles opuestos: por cada estreno hollywoodense en el que se involucra, hay una o dos películas independientes que justifican su talento.
"C'Mon, C'Mon" -largometraje que llegará a fin de mes a salas chilenas- debutó en Estados Unidos discretamente a fines del año pasado mientras la prensa festinaba con el hecho de que Phoenix encarnará a Napoleón en un biopic de Ridley Scott. Es inevitable que un proyecto de esas características meta ruido y también es natural que una producción como esta pequeña obra independiente no lo haga. Es más: parte del atractivo de "C'Mon, C'Mon" -dirigida por el independiente Mike Mills- radica en su bajo perfil.
Phoenix interpreta a Johnny, un periodista radial de Nueva York que viaja por el país preguntándoles a niños y adolescentes cómo imaginan el futuro. Su visión del mismo no parece muy optimista. Soltero, taciturno y algo perdido (está marcado por un quiebre sentimental), combina su trabajo en terreno con grabaciones de sus propias reflexiones.
Un día, vuelve a hablar con su hermana Viv (Gaby Hoffmann) después de un año. No lo hacían desde la muerte de la madre de ambos. El dolor y un conflicto desafortunado cortaron la relación. Ahora, ella¬-quien vive en Los Ángeles- le dice que debe viajar a Oakland para socorrer a su marido (un músico que no pasa por un buen momento emocional y mental) y le pide si puede cuidar a su hijo Jesse (Woody Norman), un brillante y agudo niño de 9 años de edad. Johnny acepta.
Mills aprovecha las diferencias entre el niño y su tío melancólico para que Johnny pueda reflexionar sobre su vida en una película que está llena de cavilaciones existenciales, citas literarias y una genuina preocupación por el mundo que hemos construido para las nuevas generaciones. La aventura se extenderá por Nueva York, Detroit y Nueva Orleans, pero el viaje será más interior que físico. Una experiencia emocional compartida entre un adulto y un niño que llegan a entender que vivimos en un presente continuo.
Las actuaciones naturales y contenidas de la dupla Phoenix/Norman son acordes a la belleza formal de un filme que apuesta por el blanco y negro y la música clásica como fondo para acompañar los diálogos y las voces en off que atraviesan todo el metraje. "C'Mon, C'Mon" es una obra que transmite tranquilidad e introspección. Un ensayo cargado de bondad cuyo gran conflicto radica en asuntos como el paso del tiempo y las sombras inherentes a la experiencia humana.
Phoenix interpreta a Johnny, un periodista de nueva york que viaja por el mundo preguntándole a la gente por el futuro.
En resumen
Es el tercer largometraje de Mills, quien comenzó haciendo videoclips en los años 90.
Por Andrés Nazarala R.
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