Katherine Escalona M.

El 18 de abril pasado, la empresa Makroceano S.A. ingresó al Servicio de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA) el Estudio de Impacto Ambiental del edificio "Makroceano", iniciativa que se encuentra paralizada desde el 5 de noviembre de 2020, cuando la Corte de Apelaciones de Valparaíso accedió a la petición incluida en un recurso de protección presentado por la organización Duna Viva.

La empresa a cargo del proyecto, cuya inversión alcanza los 48 millones de dólares, quiere retomar el desarrollo de la iniciativa y para ello busca obtener la aprobación ambiental, para luego pedir un reinicio de las obras en 2023. El gerente general de Makroceano S.A., Raphael Huppertz, precisó que "la obra se podrá reanudar una vez obtenida de Resolución de Calificación Ambiental (RCA). Los plazos habituales hacen pensar que recién en 2023 se logrará la aprobación".

Sobre el sector donde se emplaza el proyecto, que ha sido material de discusión por Duna Viva, dada la cercanía a 240 metros de las dunas de Concón, en la ladera por el lado de Viña del Mar, el ejecutivo aclaró que "la urbanización es en Lomas de Cochoa" y "no es colindante con el Santuario de la Naturaleza. Entre los dos se ubica la urbanización Reñaca norte, que comprende una franja de más de 250 metros de ancho entre las avenidas Borgoño y Edmundo Eluchans".

En dicha franja, explicó, "se construyeron cerca de 10 edificios, verticales y escalonados. También cuenta con un área verde atravesada por una pasarela que constituye una zona de amortiguación biológica entre el santuario y las áreas construidas y construibles" y reconoció que "el ingreso del EIA corresponde a una exigencia del fallo judicial de noviembre 2020. Se realizaron todos los estudios requeridos para determinar eventuales impactos y proponer medidas de mitigación".

Además, corroboró que esta no es la única gestión realizada por la empresa en los últimos años, ya que "en julio de 2021 se ingresó una solicitud de modificación de proyecto a la DOM (Dirección de Obras) de Viña del Mar que hasta la fecha sigue en trámite. No involucra cambios relevantes a la volumetría visible del proyecto, esencialmente se presenta una ampliación del subterráneo dedicado a estacionamientos".

Reacciones

De estas dos gestiones realizadas por la empresa está pendiente la organización Duna Viva, que se hará parte de todo el proceso. Así lo confirmó el abogado de la agrupación, Gabriel Muñoz, quien dijo que "nosotros vamos a entrar como observantes y oponentes de este Estudio de Impacto Ambiental que está en admisibilidad y también estamos solicitando a la DOM de Viña del Mar información, porque con este nuevo permiso pretenden reanudar obras, pero entendemos que la presentación no es la del proyecto original sino que hay modificaciones por lo que necesitarían un nuevo Estudio de Impacto Ambiental y volvemos a punto cero en toda la tramitación".

Por el tipo de edificación y su posible impacto medioambiental al campo dunar, Muñoz, hizo un llamado a las autoridades medioambientales. "Es necesario que el Plan de Manejo tenga aspectos concretos para la defensa del campo dunar que hoy no lo tiene. Se requiere una decisión socioambiental y política de la nueva autoridad ambiental de Concón para hacerse cargo de esto", dijo.

Consultado por esto, el seremi de Medio Ambiente, Hernán Ramírez, manifestó que "estamos siempre abiertos a escuchar y trabajar en conjunto para mejorar las actuales herramientas de gestión ambiental y velar por la conservación efectiva de estas áreas" y afirmó que el proyecto "será abordado con máxima rigurosidad".

"Se realizaron todos los estudios requeridos para determinar eventuales impactos y proponer medidas de mitigación".

Raphael Huppertz

Gerente General Inmobiliaria