Armas y el olvidado derecho a la seguridad
Exministro del Interior expresa su alarma ante el tráfico descubierto en Argentina con destino a Chile y recomienda redoblar controles fronterizos. Burgos destacó la afirmación del subsecretario de Prevención del Delito: "Dijo una cosa muy fuerte, pero es real: es el peor momento de la seguridad en Chile desde el retorno a la democracia".
Jorge Burgos, exministro del Interior durante el segundo mandato de Michelle Bachelet, habla desde la experiencia ante el tráfico de armas entre Argentina y Chile detectado en el vecino país. La división geográfica entre ambos países es extensa, compleja en gran extensión y siempre permeable en determinados puntos, especialmente en aquellos de mayor movimiento.
Por eso, afirma el exsecretario de Estado DC, "hay que reforzar el trabajo conjunto chileno-argentino, aprovechando un muy buen momento de las relaciones bilaterales, hacer un trabajo binacional orientado a crear condiciones de mayor resguardo con el objetivo de cortar este flujo". Recomienda, además, "reforzar absolutamente el control con mayor tecnología". Esta tarea, con medios acordes al problema que se quiere combatir, debe tener carácter permanente, pues, como bien afirma Burgos, desde la creciente delincuencia nacional hay demanda de armas y las que se intentaba ingresar eran "bastante modernas y de repetición".
También recordó que "Argentina tiene una cierta industria de armas mucho más importante que la nuestra" y, a la vez, destacó "la capacidad de pago que hay en Chile". Este último factor, indudablemente vinculado a la droga, convierte a nuestro país en un mercado atractivo para las armas argentinas y de alguna manera surge un "comercio exportador".
En cuanto a la fabricación y perfeccionamiento de las armas, hace algún tiempo se exhibió un documental sobre el hallazgo en aduanas argentinas de envíos procedentes de Estados Unidos, con componentes de precisión para armas automáticas. Hay que recordar también que en el país norteamericano la fabricación y venta de armas y repuestos goza de gran liberalidad, lo que también puede favorecer la exportación.
Burgos, en sus declaraciones, destacó la afirmación del subsecretario de Prevención del Delito: "Dijo una cosa muy fuerte, pero es real: es el peor momento de la seguridad en Chile desde el retorno a la democracia, y la seguridad está vinculada al uso de armas, y el lugar, probablemente, por donde más armas se nos cuelan es por la frontera con Argentina". El exministro fue cauto en cuanto a señalar la macrozona sur como destino de las armas, pero no descarta esa posibilidad.
El problema de las armas está presente y junto al control fronterizo tecnificado es necesario acentuar los controles internos y actualizar la normativa legal sobre la materia, todo ello acompañado de un trabajo de inteligencia que determine los destinos precisos de las armas, protagonistas de delitos violentos, homicidios especialmente, y también de demostraciones que tienen como objetivo amedrentar a la población y desafiar a la autoridad.
La constante vigilancia en esta materia es esencial, en múltiples frentes, urbanos y rurales, para garantizar a la población el derecho a la seguridad, derecho básico, social, al parecer olvidado por nuestros entusiastas constituyentes.