Universidades en el distrito de innovación
La Academia también se suma al V21, una iniciativa privada de interés público de la cual la autoridad no puede ni debe ausentarse. La innovación debe partir de la investigación que, básicamente, se radica en las universidades, en el trabajo de profesores y estudiantes, más allá de la entrega de títulos profesionales.
En la ceremonia de lanzamiento del distrito de innovación V21 estaba presente, junto a empresarios y autoridades, la academia, universidades locales que se comprometieron con la iniciativa, contrastando ello con la inexcusable ausencia de la alcaldesa de Viña del Mar.
Como parte de la ceremonia se firmó un convenio de asociatividad del proyecto ya en marcha con las universidades de Valparaíso, Pontificia Católica de Valparaíso, Federico Santa María y de Viña del Mar. Destacando la participación de esas casas de estudios superiores, el empresario Fernando Reitz, presidente de la Corporación de Desarrollo de El Salto, sede de V21, expresó que junto a la masa de empresarios que forman parte de la iniciativa, "también está presente la academia, que es un pilar fundamental".
Acertada afirmación, pues la innovación debe partir de la investigación que, básicamente, se radica en las universidades, en el trabajo de profesores y estudiantes, más allá de la entrega de títulos profesionales.
Christian Inostroza, seremi de Economía, afirmó que existe en la Región mucho talento y que "tenemos que ser capaces de potenciarlo". Y es eso, precisamente, lo que se busca en V21, potenciar el talento formado localmente, retenerlo y consolidar su radicación e integración en la zona, en un espacio concreto, abierto al desarrollo y al conocimiento, con apoyo a las start up. Sobre el punto, Reitz sostuvo que "si bien existen programas para emprendedores, no son lo suficiente". Esa es la realidad, pues en dos o tres años hay muchos emprendedores que se quedan en el camino por falta de recursos o programas limitados. Ante esta situación, el dirigente plantea que "como Centro de Innovación pensamos hacer un venture capital, pero eso también requiere una estructura bastante importante de costo para mantenerlo". Tras lograr recursos de apoyo para las start up, destacó una alianza con el fondo de inversión Magical 2, liderado por Iván Vera.
El distrito de innovación V21 está radicado en un espacio físico, El Salto, de 200 hectáreas, que busca desarrollarse en forma integrada y que junto a los valores naturales del área, como el Jardín Botánico y el Santuario Palmar, incluya vivienda, ciclovías y sedes universitarias. En suma, una ciudad con calidad de vida que permita intercomunicarse en quince minutos, aspiración que plantea Reitz, quien también con realismo advierte que el proyecto podría tardar quince años en consolidarse, pero "está el empuje, voluntad y capacidad de cientos de emprendedores de esta ciudad".
Mirando la exitosa experiencia internacional de estos centros de innovación que concentran talento y calidad de vida, hay que insistir en el esfuerzo, estimulando sinergia, de la empresa, la academia y la autoridad, que no se puede dar el lujo de aislarse en la desconfianza ante una iniciativa privada de interés público. ¿Tanto recelo le generan los empresarios?